Patrimonio

El órgano ‘desahuciado’ de la catedral de Ibiza resucita

La catedral de Ibiza ha finalizado dos años de obras, en las que se han sustituido vidrieras, se han reparado los contrafuertes y se ha intervenido la sillería y algunos altares, afectados por la carcoma, aunque la intervención más destacada ha sido la recuperación del órgano. Ayer, el instrumento volvió a sonar en una ceremonia a la que asistió el nuncio apostólico.

Bendición del órgano de la catedral de Ibiza tras su restauración

David Ventura

David Ventura

David Ventura

Ibiza

«Decían que el órgano estaba para que le acercaran una cerilla», recordó el obispo de Ibiza y Formentera, Vicent Ribas. Un informe técnico del año 2017 calificó su estado de «desolador e irreversible». Sin embargo, el milagro se ha obrado. Bueno, un milagro no, sino el excelente trabajo del taller Grenzing, ubicado en El Papiol (Barcelona), y su equipo especializado en la restauración de órganos, que se ha coronado con este trabajo.

Ayer fue el día en el que la joya de la corona del patrimonio eclesiástico de la isla, la catedral, volvía a exhibir un renovado esplendor tras dos años de obras. En una primera fase se arreglaron las vidrieras de la girola -el espacio que rodea el altar mayor-. Después se intervino en la sillería del coro y algunos altares laterales afectados por la carcoma. Se pintaron las paredes del templo y se ha dejado para el final la intervención exterior, con la reparación de los contrafuertes. Han sido unas obras en las que han colaborado el Obispado, el Consell de Ibiza y, sobre todo, el Govern balear, que destinó un millón de euros procedentes del Impuesto de Turismo Sostenible.

La nave central de la catedral y, en lo alto, el órgano. | J.A.RIERA

El obispo, Vicent Ribas, agita el hisopo para bendecir el órgano. / J.A.Riera

Ayer fue el día de presentar todas las novedades y, especialmente, esa guinda al pastel que es el órgano. Para hacerlo, vino un invitado de campanillas, nada menos que el nuncio apostólico en España, el filipino Bernardito Auza, en el que probablemente fuera su último acto en el cargo, ya que es inminente su traslado a Bruselas, donde ejercerá de representante del Vaticano ante la Unión Europea.

Órgano bendecido

El nuncio entró en una abarrotada catedral tras saludar a las autoridades locales y procedió, con verbo florido, a la solemne bendición del órgano y, por extensión, de todas las obras.

«El órgano es signo inminente del canto nuevo, elevando nuestros corazones hasta la trascendencia, hace más bellas las celebraciones y solemniza con su sonido el tributo al hijo de Dios», dijo Auza, quien glosó el órgano como un «instrumento maravilloso con sonoridades multiformes que provoca el viento en sus entrañas». Y tras estas barrocas palabras, procedió a esparcir el agua bendita con su hisopo, ceremonia a la cual se añadió el obispo Vicent Ribas, radiante de felicidad.

El órgano original de la catedral era del siglo XVIII pero fue destruido durante la Guerra Civil. El actual se construyó en 1945 y, como explicó en su parlamento la restauradora Natalie Grenzing, fue hecho con «materiales modestos, acordes con la escasez de la época». En esta restauración se han mantenido algunos elementos de la pieza original, como la fachada, el mueble, los tubos y la caja de mecanismos donde se distribuye el viento en los tubos del pedal. Otras se han tenido que sustituir, como la consola y la caja de aire del órgano mayor. «De esta manera, la isla de Ibiza ampliará su patrimonio con un instrumento de prestigio», señala Grenzing, que también agradeció la labor de todo el equipo de restauración, «encabezado por el maestro organista Andreas Fuchs».

El nuncio, acompañado del obispo, saluda a los políticos locales. | J.A.RIERA

El nuncio, acompañado del obispo, saluda a los políticos locales. | J.A.RIERA

Y tras la bendición, era la hora de sonar. Y lo hizo en los dedos del organista Rafel Riera Riera, en la primera oración del acto, en la que el sonido del instrumento se acompañó de los coros de todas las parroquias de Ibiza y Formentera: dieciséis coros en total, que sonaron perfectamente armonizados.

Museo Diocesano

También hay novedades en el Museo Diocesano, que incorpora piezas a la muestra expositiva y ha habilitado un nuevo espacio. Así, se pueden contemplar donaciones de José Gómez de la Serna, como una talla románica policromada de la Virgen y el Niño del siglo XII; un fragmento de un retablo de 1608 con las figuras de San Sebastián y San Fabián; o un cuadro atribuido al pintor barroco Giovani Battista Salvi.

En el nuevo espacio abierto al público, hay un mostrador con toda la indumentaria solemne del obispo, con algunas piezas del siglo XIX: la casulla, la estola, el manípulo -de plata bordado en oro-, la mitra -en hilos de plata y oro-, las sandalias pontificales, los guantes -que en este caso, se conocen como ‘quirotecas’, y son de seda bordada en oro-, y el solideo, que es el casquete con el que se cubren la coronilla. En lo alto de las paredes está la otra novedad: una galería de retratos con todos los obispos que ha tenido Ibiza o que han nacido en la isla, desde el primero, Abad y Lasierra, hasta el obispo Segura.

El organista Rafel Riera Riera volvió a hacer sonar el instrumento. | J.A.RIERA

El organista Rafel Riera Riera volvió a hacer sonar el instrumento. | J.A.RIERA

La hora de los discursos

En un acto de este calibre no podían faltar los consabidos parlamentos institucionales, en los que unos fueron breves y otros no tanto. El obispo explicó que esa misma mañana había enviado un whatsapp a la presidenta balear, Marga Prohens, con un audio del órgano. Vicent Ribas destacó la simbología del edificio y el perfil de la catedral sobre Dalt Vila, «visible para quien se acerque por tierra, por mar o por el cielo, convirtiéndose en un símbolo de nuestra isla». También dedicó un agradecimiento especial al delegado episcopal de música sacra, Jordi Martí, de quien destacó su «entusiasmo» para recuperar el órgano.

El alcalde de Ibiza, Rafael Triguero, destacó la mejora en el patrimonio histórico y cultural que supone la finalización de las obras: «Todo lo que sea poner en valor nuestro patrimonio es un motivo de orgullo». El vicepresidente del Govern, Toni Costa, excusó la ausencia de Prohens, y destacó el compromiso del Ejecutivo balear en esta restauración, ya que consignaron una partida en la primera convocatoria de fondos del Impuesto de Turismo Sostenible: «Asumimos un compromiso y enseguida nos pusimos en marcha». El presidente del Consell de Ibiza, Vicent Marí, cerró los parlamentos asegurando que la catedral había vuelto a «lucir con resplandor».

Y tras los inevitables discursos, fue el momento de ceder el protagonismo a la música y los músicos. El concierto se abrió con una pieza icónica de la música de órgano, la ‘Tocata y fuga en re menor BWV’ de Bach, en la que el órgano pudo lucir todas sus posibilidades. Le siguió el ‘Salmo 150’, que Bartomeu Tur Marí ha compuesto especialmente para esta jornada, y los temas ‘Pelegrins d’esperança’ y el ‘Himne a Santa Maria’ con letra de Isidor Macabich.

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