Urbanismo

El desarrollo urbanístico «por trozos» de Sant Josep ha sido «una catástrofe»

El equipo redactor del avance del PGOU admite en Sant Jordi ante más de 150 personas que algunos propietarios «se irán de rositas» pero que «no se puede hacer tabla rasa»

Eugenio Rodríguez Martos

Eugenio Rodríguez Martos

Sant Jordi

El desarrollo urbanístico de Sant Josep, «troceando» el suelo urbano, ha resultado «una catástrofe». «No podemos taparnos los ojos. Se han hecho muchas subdivisiones porque es más fácil y luego ya se verá si se cede o no terreno [al Ayuntamiento para espacios libres o equipamientos]. De tapadillo, nos encontramos con situaciones en las que hay construcciones en zonas que deberían haberse urbanizado y cedido terreno».

Más de una veintena de personas tuvo que seguir la exposición de pie por falta de espacio. | V. M.

Más de una veintena de personas tuvo que seguir la exposición de pie por falta de espacio. | V. M.

Así de categórico se expresó ayer por la tarde en Sant Jordi Manuel Domingo, codirector del equipo redactor del avance del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), en la presentación de las ideas generales de la propuesta de planeamiento ante los vecinos de este núcleo urbano y su entorno.

Reyes Pata y Manuel Domingo, de espaldas en primer plano, y el alcalde, Vicent Roig, con el micrófono al principio de la presentación. | VICENT MARÍ

Reyes Pata y Manuel Domingo, de espaldas en primer plano, y el alcalde, Vicent Roig, con el micrófono al principio de la presentación. | VICENT MARÍ

El salón de actos del colegio de Sant Jordi se quedó pequeño para acoger a entre 150 y 200 personas interesadas en conocer de primera mano el avance del PGOU y resolver algunas dudas sobre su contenido. Precisamente, la elevada respuesta ciudadana puso en evidencia, una vez más, la falta de un equipamiento adecuado en Sant Jordi para acoger actos públicos. Y, paradójicamente, el borrador del nuevo planeamiento, cuyo objetivo principal es el de «crear ciudad», sigue sin resolver esta asignatura pendiente.

El avance del PGOU determina los terrenos donde se prevén equipamientos públicos que den servicio a todo el municipio y, en algunos casos, hasta se identifica su uso, como el nuevo centro educativo de Cala de Bou, pero del auditorio de Sant Jordi prometido por el anterior gobierno municipal progresista y el actual del PP no hay ni rastro en los planos del avance.

La redacción y tramitación del avance del PGOU corre a cargo de la UTE Sant Josep Plan des de Sa Talaia, integrada por dos empresas de Jerez y Valladolid «independientes y sin intereses inmobiliarios en la isla», según destacó el alcalde, Vicent Roig. Dos de los miembros de su equipo redactor, Manuel Domingo y Reyes Pata, arquitectos y urbanistas, dibujaron las líneas maestras del nuevo planeamiento y destacaron por encima de todo la de «aprovechar huecos del suelo urbano» y, con «un incremento de la densidad de edificación» mediante la construcción de edificios plurifamiliares en zonas que ahora hay unifamiliares, la obtención de terrenos para espacios libres y equipamientos públicos. Lo que históricamente, en general, no se ha hecho y que ha supuesto, en palabras de Domingo, «una catástrofe» para el municipio.

Calles y aceras «infernales»

También se pretende que toda esta transformación en favor del espacio público se desarrolle a partir de «ejes de centralidad», como la calle Picasoques en sa Carroca. Todo ello para contribuir a «crear ciudad» en un municipio, que, según Domingo, es «complejo» por la forma en la que «se ha ido ocupando el territorio y construyendo». «No se puede hacer borrón y cuenta nueva», advirtió, no obstante, el especialista.

Sobre los problemas urbanísticos del municipio, Domingo citó por ejemplo las deficiencias del sistema viario, precisamente por los problemas de urbanización, que han provocado que algunas calles y aceras por las que apenas puede transitar una persona sean «infernales». También «la alteración» de los valores ambientales por el desarrollo urbanístico de algunas zonas, sobre todo de la costa.

La cuestión más espinosa de la exposición, que se prolongó durante dos horas y media, fue la de los criterios utilizados para delimitar los ámbitos de actuación urbana, donde se puede edificar. Domingo explicó que se ha partido de «una situación de facto» y se ha aplicado una filosofía «posibilista». «Se pueden abrir expedientes de disciplina urbanística y demoler construcciones irregulares en suelo rústico, pero tenemos que ser posibilistas. De lo contrario, propondríamos bloqueos totales», dijo, para agregar acto seguido: «¿Hay gente que se va a ir de rositas, por usar una terminología directa y clara? Pues es posible».

Los codirectores del equipo redactor del PGOU de Sant Josep, Manuel Domingo y Reyes Pata, ayer en Sant Jordi.

Los codirectores del equipo redactor del PGOU de Sant Josep, Manuel Domingo y Reyes Pata, ayer en Sant Jordi. / VICENT MARÍ

En este sentido, el codirector del equipo redactor del PGOU indicó que su cometido es el de «proponer soluciones reales». «No se puede hacer tabla rasa y tirar un centenar de viviendas. Se podría hacer a través de una expropiación gigante, pero no sé quien sacaría el talonario. Hay que ser posibilista», insistió. Así, el criterio empleado a la hora de marcar las zonas urbanas ha sido el de «la realidad» y también el de «la seguridad jurídica». «Hay casos [para construir] en los que se han seguido más o menos todas las reglas que corresponde; los hay. Otros a medias, y en otros se han producido fragmentaciones en subunidades. Nosotros tenemos que recoger los restos e intentar construir algo con ello», justificó. «Por eso hay muchas Áreas de Transformación Urbanística (ATU) que tienen formas extrañas», añadió.

Los propietarios «van a pagar»

Precisamente, en este punto, un arquitecto preguntó a los codirectores del equipo redactor si las grandes áreas urbanas o urbanizables se podrán «trocear» para facilitar su gestión. Además de destacar que esta práctica ha supuesto «una catástrofe» para Sant Josep, Domingo dijo que iba a ser «un poco radical» en su respuesta. «Cuanto más pequeño es el planeamiento, peor es la ordenación . Es más fácil entre comillas. Poner de acuerdo a un grupo de vecinos [para urbanizar unos terrenos] es difícil aquí y en Cuenca», indicó .

Domingo también recordó que los vecinos «van a pagar la urbanización» de los terrenos, pero una cosa es dejarles que ellos se pongan de acuerdo o aplicar un sistema de cooperación o de tutela pública. «No suele gustar a los técnicos de los ayuntamientos porque supone una responsabilidad, pero se puede hacer. Se delega por un doble sentido: uno de respeto porque se asignan derechos y también obligaciones y otro por comodidad».

En el turno de preguntas, el moderador advirtió de que ese no era el momento para plantear cuestiones privadas, de parcelas concretas, y que, de hecho, iba a cortar intervenciones de este tipo, como hizo en un caso. Un total de 14 vecinos plantearon preguntas sobre dudas diversas generales, una de ellas sobre la falta de aparcamiento. En concreto, un vecino preguntó si en el nuevo urbanizable previsto en Platja d’en Bossa, en la franja entre la discoteca Hï y el centro comercial la Sirena y su entorno, va a haber un aparcamiento público abierto todo el año.

El codirector del equipo redactor contestó a bote pronto que resulta «complicado» porque los suelos urbanizables deben fijar unas plazas concretas de aparcamiento, pero para «cubrir sus necesidades», las de las edificaciones que se levanten en este ámbito. Domingo reconoció que «el problema del aparcamiento es claro» y resulta «difícil» solucionarlo porque las cesiones de terrenos tasadas por ley se destinan a espacios libres (parques, plazas...) y equipamientos, «pero no los complementarios a la red viaria», como un aparcamiento público. «No veo una solución muy clara», admitió.

Buscar terrenos para ‘parking’

En todo caso, Reyes Pata dijo que el planeamiento también sirve para «ubicar espacios adecuados para dejar el coche» . «Forma parte de las reflexiones que tenemos que hacer y contemplar alguna zona para este uso. Vamos a analizarlo».

Precisamente, el alcalde hizo una introducción en la que advirtió de que, con el avance del PGOU, «no hay nada cerrado». En este sentido, dijo que ya hay propietarios que se vienen abajo porque en el avance se les «pone una zona verde» en su terreno. «Intentaremos cerrarlo entre todos», insistió Roig, que animó a la gente a participar, hasta el 8 de abril, con la presentación de sugerencias. Por el momento, ya se han registrado más de un centenar. No obstante, Roig lanzó el siguiente avisó: «El PGOU no se puede hacer al gusto de todos». También destacó que en los principales núcleos urbanos (Sant Josep, Cala de Bou y Sant Jordi y sa Carroca), que se quieren «potenciar», «no se desclasifica nada, sino lo contrario, ya que se aumenta la edificabilidad».

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