Entrevista
Valentina Milano, presidenta de Unicef Comité Balears: «No se puede echar a la gente de un asentamiento sin ofrecerle alternativas»
El 5 de marzo Valentina Milano visitó Ibiza, fundamentalmente para reunirse con la consellera insular de Bienestar Social, Carolina Escandell. En ese encuentro abordaron, entre otros asuntos, cómo impacta en la infancia el problema de la vivienda y la situación de los menores migrantes que llegan a las Pitiusas. La jurista y máxima representante de Unicef en Balears, que ocupa el cargo desde febrero de 2024, lo cuenta en esta entrevista concedida a Diario de Ibiza ese mismo día.

La jurista y presidenta de Unicef Comité Balears, Valentina Milano, el pasado 5 de marzo en las instalaciones de Diario de Ibiza. | VICENT MARÍ

¿A qué se debe su presencia en Ibiza?
Hemos venido a reunirnos con la consellera de Bienestar Social. Para Unicef es importante tener esta interlocución con autoridades a todos los niveles, tanto ayuntamientos como Consell y Govern, para conocer qué políticas de infancia se están implementando, encontrar sinergias y ver cómo podemos desde nuestra entidad apoyar a las distintas autoridades en su trabajo para la protección de niños y niñas. Además, estos encuentros nos sirven para expresar nuestras preocupaciones y prioridades como organización y ver un poco qué están haciendo ellos también en relación con los principales retos que hemos identificado para la infancia en España y en Balears en particular.
¿Hay algún tema en el que haya incidido particularmente en esta reunión con Carolina Escandell?
Hemos hablado sobre todo de la infancia migrante, porque la situación es bastante preocupante y los retos son muy grandes. Nos hemos centrado especialmente en lo que se está haciendo para proteger a los niños y niñas no acompañados que llegan a la isla y que están en una situación de especial vulnerabilidad. Sabemos que hay dificultades en cuanto a la acogida digna, a la posibilidad de que tengan un espacio donde estar y donde sean atendidos por profesionales para que puedan disfrutar de sus derechos. Evidentemente no estamos en la misma situación que en Canarias, donde la gravedad es extrema, pero aquí tampoco se están dando todavía las condiciones de acogida que se deberían dar. Están llegando más menores que en los años anteriores y desde Unicef estamos poniendo de manifiesto que hay que convertir este problema en una cuestión estructural, no en una cuestión de emergencia. Es necesario, por tanto, darle una respuesta estable, prevista con anterioridad.
Entiendo que habrán hablado de los problemas que está teniendo el Consell para alojar al número cada vez mayor de menores migrantes no acompañados que llegan a Eivissa...
Sí. El principal problema, por lo que nos comentaba la consellera, es la falta de espacios y somos conscientes de que es muy complicado conseguirlos en un territorio tensionado como éste, pero es esencial encontrarlos, al igual que es muy importante disponer de profesionales que puedan atender de forma adecuada a la infancia.
Eso nos lleva al tema de la crisis habitacional...
Sí, el problema de falta de vivienda es un obstáculo tanto para encontrar espacios donde puedan quedarse esos niños y niñas como para que puedan venir a vivir a Eivissa profesionales para atenderlos. Somos conscientes de que si no se encuentran pisos a precios asequibles es muy complicado. Sé que el Consell está buscando fórmulas para conseguir más plazas en los espacios que tiene y que, a través de un acuerdo de emergencia con una entidad, conseguirá tener unas plazas más dentro de muy poco. También hemos hablado mucho con la consellera de algo que en Unicef nos preocupa mucho, me refiero a los discursos de odio o de rechazo hacia los niños y niñas no acompañados que llegan a nuestras islas que se están dando desde determinados ámbitos políticos. Si esos mensajes cuelan fomentan que haya rechazo a ofrecer espacios para atenderlos. Tanto a la consellera como a nosotros nos parece muy grave que se les considere una amenaza para la seguridad porque eso no se corresponde con la realidad. Realmente estamos hablando de niños y niñas que están en una situación de gran vulnerabilidad, que llegan a un país del que muchas veces no hablan la lengua, que están perdidos en un lugar que no es el suyo y que lo único que intentan es encontrar una vida mejor.

Además de máxima representante de Unicef en Balears, Milano es profesora de Derecho Internacional de la UIB. | VICENT MARÍ
Me gustaría que hablásemos del informe de Unicef ‘Yo también vivo aquí: vivienda, pobreza y derechos de infancia’.
El problema de acceso la vivienda es uno de los temas que nos preocupa más, por eso el año pasado sacamos este informe, que es bastante novedoso porque hasta ahora no se había hecho un estudio a fondo del asunto centrado en el impacto en la infancia.
¿Hasta qué punto impacta en los niños toda esta problemática, que está empujando a muchas familias a vivir en caravanas y en todo tipo de infraviviendas?
Hay dos aspectos principales que nos preocupan. Uno de ellos son las condiciones habitacionales en las que están viviendo muchos niños y niñas y que impactan gravemente en su calidad de vida y en el acceso a los derechos más básicos. Hablamos, por ejemplo, de la alimentación: Hay pequeños que están viviendo en habitaciones donde los padres no pueden cocinar y están comiendo de una forma totalmente inapropiada, lo que va a afectar a su salud y su desarrollo. También nos referimos a la educación, porque si la familia vive hacinada, evidentemente, no se dan las condiciones para poder estudiar de forma adecuada. Además, si el piso está degradado, hay humedades o no se puede mantener una temperatura adecuada eso también perjudica a la salud física y mental de los niños. En algunos casos, se llega a situaciones muy graves de violencia y de abuso derivados de la tensión que pueden generar este tipo de situaciones en el ámbito familiar o social.
¿Tienen cifras desglosadas de las Pitiüses o de Balears del porcentaje de población infantil que está viviendo en estas pésimas condiciones habitacionales?
Tenemos cifras de Balears y algunas son realmente tremendas. Por ejemplo, en la comunidad hay un 15,7% de hogares con niños y niñas que no pueden mantener una temperatura adecuada en el hogar y un 18% de familias con menores que tienen un retraso en el pago de los gastos relacionados con la vivienda principal. Esto nos lleva al segundo punto que quería abordar: Si una parte muy importante del salario tiene que ir a cubrir los gastos de la vivienda, no queda dinero para que los niños y las niñas puedan acceder a derechos y servicios que requieren para un desarrollo equilibrado y correcto, como una comida de calidad, ocio o cultura. El Banco de España dice que el porcentaje de salario que dedicamos a pagar la cuota hipotecaria mensual no debería superar el 30% y aquí en Balears tenemos la tasa más alta de todo el Estado, un 39,7%. En las islas tenemos también otras cifras muy preocupantes: El 7,6% de los niños y niñas menores, más de 15.000, viven en hogares en situación de carencia material y social severa y luego tenemos un 3,6% que están directamente en una condición de asentamiento, es decir, que están viviendo en algo que realmente no es una vivienda.
Llama la atención que en una comunidad que se considera rica como Balears la tasa de pobreza infantil supere la media española, que ya es alta...
Sí, es muy preocupante que en Balears, en general, todos los indicadores sean más graves que la media nacional. Lo primero que hay que decir es que España está, en general, en una situación muy grave porque tiene la tasa más alta de pobreza infantil de toda la Unión Europea, un 29%, un dato extremadamente preocupante. Pero es que en Balears estamos por encima de la media española porque hemos llegado a un 33,3%. Desde UNICEF, evidentemente, estamos reclamando que se adopten medidas a nivel estatal para que esta situación no dure porque no podemos ser los peores de Europa a nivel de pobreza infantil.
¿Qué medidas considera Unicef que se deberían tomar?
¿Por qué muchos otros países que tienen un PIB más bajo que el nuestro no tienen estas tasas de pobreza? Pues porque están invirtiendo mucho más en políticas de protección de la infancia. Nosotros, proporcionalmente, estamos invirtiendo muy poco, un 1,5% del presupuesto, frente a la media de la Unión Europea, que es del 2,4%. Es fundamental que en España se apueste por aumentar esta inversión porque eso tendrá un impacto inmediato en lo que es la reducción de la pobreza infantil. Otra de las soluciones que desde Unicef proponemos y que otros países han aplicado y han dado un buen resultado es establecer una prestación universal para la crianza,es decir, que las familias que tienen hijos e hijas reciban una ayuda en forma de deducción fiscal. Por ejemplo, una prestación de 1.440 euros por niño al año reduciría la tasa de pobreza infantil en 5,4 puntos. Además de todo esto, tenemos que tener un enfoque de la infancia que sea transversal en las políticas públicas en general y en las sociales en particular. Por ejemplo, en el tema la vivienda no se trata solo de mejorar el acceso a ella en general sino de adoptar medidas específicas para aquellas familias que tengan niños y niñas y que estén en una situación de vulnerabilidad.
¿Y en el caso de Balears qué proponen?
Aquí en Balears se está negociando una Ley de Vivienda y nos parece fundamental introducir este elemento de políticas específicas para proteger a la infancia. En octubre organizamos unas jornadas en el Parlament balear sobre vivienda e infancia en las que estaban presentes distintas entidades y todos los actores que tienen relevancia y todos estuvimos de acuerdo en que es una situación insostenible en la que hay que tomar medidas. Se habló, por ejemplo, de la necesidad de aumentar mucho el parque de vivienda de protección oficial porque Balears tiene unas cifras muy malas. Tenemos únicamente un 2,1 % de VPOs mientras que en otras comunidades autónomas como Navarra tienen un 15%. También hubo bastante consenso en la necesidad de incidir en el precio de la vivienda, que en Balears es demasiado alto, es donde ha subido más en los últimos ocho años. Además, se habló de que hay que intentar adoptar políticas para evitar que tengamos tanta vivienda vacía y se sacó el tema del alquiler vacacional, que tiene un impacto importante en lo que es la carencia de oferta de alquileres de larga duración, que son los que necesitamos para que las familias puedan vivir de forma digna.
Hablemos de lo que está pasando en Eivissa. Aquí los ayuntamientos están desalojando asentamientos, en los que viven familias con niños, y no se están ofreciendo alternativas...
El tema de los asentamientos no se puede resolver de esta forma. Evidentemente es inaceptable que haya personas y familias que estén viviendo en asentamientos, pero el derecho internacional, los Derechos Humanos y todos los convenios ratificados por España en materia de derechos económicos y sociales obligan al Estado a ofrecer una alternativa habitacional. No se puede desahuciar, no se puede echar a una persona de su vivienda, de su asentamiento, de cualquier lugar en el que esté viviendo, sin ofrecer una alternativa habitacional que sea digna. Por tanto es una obligación de los poderes públicos ofrecer alternativas antes de desmantelar un asentamiento.
¿Qué prioridades tiene Unicef en Balears, además de la vivienda y la infancia migrante?
Otra de las preocupaciones que tenemos es la falta de protección de la niñez en lo que se refiere al entorno digital. Hay contenidos muy inapropiados en internet, discursos de odio, violencia sexual o bullying, que impactan la salud y el desarrollo de los niños. Por eso, estamos trabajando mucho para sensibilizar a las familias sobre los riesgos de una exposición demasiado temprana o sin supervisión y para que las autoridades también sean conscientes de esto y adopten leyes, planes y estrategias. También hicimos un informe sobre esta cuestión que tuvo bastante repercusión y ahora estamos haciendo el segundo. Una parte importante de ese estudio es ir a los colegios y hacer encuestas entre los alumnos para ver cuál es la realidad de lo que les está pasando, porque son ellos los que nos tienen que decir lo que está ocurriendo, cómo están viviendo, cuáles son los riesgos que identifican y cuáles son los impactos. A partir de ahí sacaremos conclusiones y recomendaciones. Otro tema que para nosotros es prioritario es la participación de la población infantil. Es un derecho reconocido en el Convenio sobre los Derechos del Niño y, por ello, llevamos a cabo una serie de actividades que dan voz a la población infantil y adolescente con el fin de que nos digan cuáles son sus preocupaciones y sus necesidades y que participen en la elaboración de lo que son las políticas de infancia. ¿Cómo lo hacemos? Promoviendo sobre todo consejos de participación infantil en distintas instituciones. En general, consideramos que el derecho de niños y niñas a que se les escuche es muy importante en todos los contextos, no solo en el político. Yo, como jurista, también diría que a nivel del sistema judicial es muy importante que se dé la palabra a los niños y niñas que puedan estar en situación de peligro o que se puedan ver involucrados en alguna situación de derecho de familia. Es fundamental para identificar los riesgos y las necesidades de protección que tienen y es preocupante que este derecho a veces se les niegue.
¿Hay algún asunto que les preocupe especialmente en Ibiza, aparte de los ya abordados?
La vivienda, sin duda, es el número uno, porque si ya es un problema en general en España, más todavía en Balears y, en especial, en Ibiza. También la llegada de niños y niñas no acompañados nos preocupa porque a las Pitiüses están llegando muchos y la necesidad de ofrecer una respuesta también es más aguda. .A eso añadiría una problemática muy específica que se da en la isla y que nos comentaba la consellera: En lo que es el sistema de protección de la infancia en Eivissa se están encontrando dificultades para la acogida de menores entre 0 y 6 años. Los estándares internacionales reclaman que los niños de esa edad no vayan a centros residenciales sino que estén en un contexto familiar de cuidados cercanos y personalizados, pero en la isla faltan familias de acogida.
¿Ha aprovechado su visita a la isla para reunirse con alguien más, además de con la consellera de Bienestar Social?
Sí, hemos tenido un breve encuentro con un establecimiento de la cadena Azuline que desde hace un año forma parte del Programa de hoteles amigos, que son aquellos que nos apoyan en la recaudación de dinero para proyectos de Unicef. Es muy importante que en la protección de la infancia no solo participe el sector público, sino que también el privado aporte su granito de arena.
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