'Coliving', 'flexliving' y 'cohousing': alternativas de vivienda para Ibiza
Estas tendencias transforman la manera de vivir y fomentan a la vez conexiones más profundas entre las personas que conviven

Mural de vecinos. / Pexels/ Magda Ehlers
El problema de la vivienda en Ibiza y otros lugares del territorio nacional e internacional ha obligado a pensar en nuevas formas colaborativas de habitar un espacio para conseguir la anhelada independencia, en el caso de muchos jóvenes.
El coliving, el flexliving y el cohousing ofrecen alternativas que responden a la búsqueda de comunidad, flexibilidad y sostenibilidad. La Asociación de Promotores Inmobiliarios de Baleares (Proinba) aseguró este viernes que es posible construir más de 15.000 viviendas asequibles en el archipiélago en un plazo inferior a ocho años, proponen estas formas de vivir como alguna de sus propuestas ante la situación de emergencia habitacional que sufren las islas.
Estas tendencias transforman la manera de vivir y fomentan a la vez conexiones más profundas entre las personas que conviven. Con el tiempo, es probable que estos estilos de habitar se conviertan en opciones cada vez más populares.
Coliving
El coliving se refiere a un modelo de vivienda en el que varias personas comparten un espacio. Este concepto va más allá de simplemente compartir un apartamento, se trata de crear una comunidad.
Los residentes suelen tener habitaciones privadas, pero comparten áreas comunes como cocinas, salas de estar y espacios de trabajo. Este estilo de vida es popular entre jóvenes profesionales y nómadas digitales que buscan no solo un lugar donde vivir, sino también una red social y oportunidades de colaboración.
Aunque puede parecer una fórmula similar a la de vivir en habitaciones alquiladas, en este caso no hay un compañero de piso que tenga firmado el contrato con el propietario y pueda abusar de su poder pidiendo más dinero para pagar él menos de su parte o imponiendo sus normas. En Ibiza es fácil conocer a alguien con un alquiler razonable que luego realquila habitaciones por bastante dinero.

Estudio con despacho y cama enfrente. / Pexels Heyho
Flexliving
El flexliving se centra en la flexibilidad y la adaptabilidad de los espacios habitacionales. Este modelo permite a los inquilinos cambiar la configuración de su vivienda según sus necesidades. La idea es que un espacio pueda transformarse de una oficina a un dormitorio o de un área de entretenimiento a un lugar de trabajo.
Este enfoque es ideal para aquellas estancias en las que se disponga de poco espacio. En Ibiza muchos apartamentos vacacionales terminan convirtiéndose en viviendas para todo el año. Muebles multifuncionales como un sofá cama, escritorios que se guardan en un armario, mesas y sillas plegables son ideales para esta forma de vivir con menos metros.
Cohousing
El cohousing es un modelo que combina la vida comunitaria con la autonomía individual. En este tipo de vivienda, un grupo de personas o familias se une para diseñar y construir un vecindario que fomente la interacción social.
Cada piso es privado, pero hay espacios compartidos, como jardines, áreas recreativas y cocinas comunitarias. Este enfoque promueve un sentido de comunidad y colaboración, permitiendo a los residentes compartir recursos y apoyarse mutuamente, lo que puede ser especialmente beneficioso para familias y personas mayores. Es una mezcla de las cooperativas de viviendas pero con zonas comunes.
¿Funcionarían en Ibiza?
Estas fórmulas pueden ser factibles, ya que la isla atrae a una población diversa que valora la comunidad, la flexibilidad y un estilo de vida sostenible. Mucha gente está acostumbrada, y resignada a la vez, a compartir vivienda en un lugar en el que se alquilan habitaciones a precios de un piso completo. Ganar privacidad e independencia con estos nuevos modelos habitacionales puede ser una buena salida a la crisis de la vivienda que padece la isla.
Ibiza es un destino popular entre jóvenes profesionales, nómadas digitales y creativos que buscan un estilo de vida más comunitario. El coliving podría atraer a personas que desean compartir espacios y experiencias. Además, la isla cuenta con una gran oferta de propiedades que podrían adaptarse a este modelo, con habitaciones privadas y áreas comunes donde los residentes puedan socializar y trabajar.
La flexibilidad es clave en un lugar como Ibiza, donde las temporadas turísticas pueden influir en la demanda de vivienda. El flexliving permitiría a los residentes adaptar sus espacios según sus necesidades, ya sea para trabajar, relajarse o recibir visitas. Este modelo podría atraer a personas que buscan un estilo de vida dinámico y adaptable, especialmente en un entorno donde el trabajo remoto es cada vez más común.
El cohousing podría ser una excelente opción para aquellos que buscan un sentido de comunidad en la isla. Familias, parejas y personas mayores podrían beneficiarse de vivir en un entorno colaborativo. Además, Ibiza tiene un fuerte enfoque en la sostenibilidad y el bienestar, lo que se alinea perfectamente con los principios del cohousing, que comparten recursos y promueven un estilo de vida más ecológico.
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