Enfrentamiento entre el personal de Ryanair y un pasajero de un vuelo de Barcelona a Ibiza: "Por mi coño tú te quedas aquí"

Volar con Ryanair a veces es sinónimo de malos tragos si no aceptas las restrictivas condiciones de su facturación de equipaje. Una pareja residente en Ibiza, donde tiene un salón de belleza, tuvo que quedarse en tierra tras discutir con el personal de la compañía de low cost que quería cobrarle por una bolsa de viaje que superaba las medidas de la pieza pequeña permitida como equipaje en cabina.

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Según relata a este diario uno de los afectados, Salvador Velasco, él y su pareja volvían de unas vacaciones en Praga tras haber pagado cuatro billetes (Ibiza- Barcelona, Barcelona- Praga, Praga-Barcelona y Barcelona-Ibiza) y no habían tenido problema alguno con su mochila y la bolsa de viaje que llevaban en ninguno de los trayectos.

Admite que en este último trayecto en su tarjeta de embarque no ponía que tuviera embarque prioritario (modelo de pago de Ryanair para incluir prioridad y dos piezas de equipaje de mano, una de ellas una maleta de cabina), sí en el trayecto Barcelona Praga, pero afirma que sólo tuvo problemas en el último trayecto.

El pasajero llegó al aeropuerto de El Prat a las 15 horas de este martes. El personal de tierra le negó el embarque si no pagaba la facturación de una bolsa de viaje de su pareja, ya que excedía las medidas de equipaje pequeño (40x20x25 centímetros). Aunque cabía perfectamente en los compartimentos del avión, no superó la prueba del medidor a pie de mostrador.

"¿Por qué motivo nos hemos quedado aquí?", pregunta Velasco al personal de la compañía aérea irlandesa, a lo que una joven empleada de Ryanair le responde enfadada: "Tú sigue grabando", tal y como puede verse en un vídeo que ha pasado a este diario el pasajero. Luego le dice otro trabajador que no puede grabar. Le explica a Velasco que el motivo es que hay overbooking y, tras enfadarse porque le graban, dice: "Ahora sí que no vuelan".

"Malos humos"

Velasco denuncia el trato recibido por parte del personal de tierra, tres jóvenes de unos veinte años de edad, que les hablaron desde el principio con muy "malos humos". "Por mi coño tú te quedas aquí", afirma el pasajero que le dijo la joven que atendía en el mostrador de embarque.

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El pasajero admite que hubiera pagado por la bolsa de viaje desde primera hora si no los hubiesen tratado de esa manera. "Nos dejaron al final de todos los pasajeros para resolver nuestro problema", se queja Velasco, que pidió a la Guardia Civil que acudiera al mostrador de embarque para que fuera testigo de los hechos. Los agentes no se presentaron porque, según le explicaron, sólo hay dos para todo el aeropuerto y únicamente acuden en caso de agresión física, explica Velasco, que fue al puesto de la Benemérita, que estaba en la terminal 1, mientras que ellos se encontraban en la 2.

También acudió a poner una hoja de reclamación en el mostrador de Ryanair, donde le dijeron que no podía ayudarle y que lo tramitara por Internet.

Velasco, que estaba levantado desde las seis de la madrugada porque venía de Praga, lamenta el tono despectivo del personal. "Yo a usted lo dejo en tierra", asegura que le dijo la joven, explica este pasajero. "Ryanair debería llamarles la atención, al menos", asegura Velasco, afligido por la mala experiencia.

Las consecuencias de este desencuentro: Salvador Velasco y su pareja tuvieron que pagar un hotel y pasar noche en Barcelona hasta que despegó este miércoles por la mañana (a las siete) rumbo a Ibiza el vuelo de Vueling que tuvieron que comprar. Con su salón de belleza cerrado, debían regresar cuanto antes para reabrirlo tras sus vacaciones.

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