La razón por la que las serpientes están nadando en Ibiza: "Es totalmente sorprendente"

Preocupación entre los científicos por la forma en la que las culebras de herradura están adquiriendo 'nuevas' habilidades

Encuentran en Ibiza una "violenta" serpiente de 1,5 metros

Sergio Garrido

Ibiza

Las culebras de herradura han colonizado Ibiza y, aunque no suponen ningún riesgo para los seres humanos (su picadura no es venenosa, aunque sí molesta) son una amenaza para el medio ambiente y el ecosistema, ya que están poniendo en peligro una especie endémica, la lagartija pitiusa (Podarcis Pityusensis), que es además un icono de Ibiza y Formentera.

Además de haber crecido de tamaño en la isla y de estar 'obsesionadas' con comer lagartijas (su voracidad así lo atestigua), una de las cosas que más preocupa a los investigadores es su repentina habilidad para nadar largas distancias, por lo que han conseguido llegar a islotes de Ibiza donde, desgraciadamente, hay colonias de lagartijas únicas en el mundo y que están en terrible peligro.

Valentín Pérez Mellado, herpetólogo y catedrático de Zoología de la Universidad de Salamanca, explicó en una ocasión a Diario de Ibiza que el hecho de que las serpientes se adentren en el mar para alcanzar los islotes "es totalmente sorprendente". La culebra de herradura es una especie continental, presente en el norte de África y en la península ibérica, "y allí no se tenía noticia de que pudiera alcanzar nadando los islotes, sobre todo nadando en el mar, en agua salada. Y, sin embargo, en Ibiza se está produciendo este fenómeno". Al menos de momento, esta dispersión sólo puede explicarse por un brutal crecimiento de la población de culebras de la isla grande.

Los científicos no se podían imaginar que las serpientes de herradura se lanzarían a nadar para colonizar otras zonas de las Pitiusas.

Víctor Colomar, coordinador del COFIB (Consorcio para la Protección de la Fauna de las Islas Baleares) para Ibiza y Formentera, contaba recientemente la sorpresa que ha supuesto que estas especies se hayan adaptado de formas sorprendente a su nuevo hogar y que incluso hayan incorporado la natación.

Inicialmente, cuando empezaron a verse serpientes en los islotes o en el agua, los expertos pensaban que tal vez eran ejemplares que dormían en pequeñas barcas en la orilla y que, posteriormente, al salir de sus escondites, despistadas, se lanzaban al agua para alcanzar las pequeñas islas, que tendrían más cerca. Sin embargo, hoy está confirmado que estos ofidios llegan directamente de tierra firme.

Los expertos consideran que la posibilidad de erradicar las serpientes de Ibiza se aleja día a día y sólo se puede aspirar a controlar sus poblaciones. Y Pérez Mellado afirma que sólo tendremos oportunidad de lograr ese control y salvar a las lagartijas si dejan de entrar ejemplares en olivos y plantas ornamentales llegadas de la Península Ibérica, ya que suponen un "refuerzo constante" de las poblaciones que ya nacen en la isla. Si la legislación favorece el libre comercio por encima de la conservación, hay que replantearse las prioridades actuales del planeta.

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