El centro de yoga de Benirràs también funciona ilegalmente como hotel

A las numerosas infracciones urbanísticas cometidas por el centro Ibiza Yoga de Benirràs, cabe sumar ahora que está funcionando como alojamiento turístico ilegalmente. Como ya informó este diario, los propietarios, una pareja británica, comercializan a través de Airbnb una quincena de habitaciones, además de uno sus chalés al completo. El Consell de Ibiza confirmó ayer que este establecimiento carece de la inscripción turística necesaria para desarrollar esta actividad, por lo que ya ha iniciado una investigación al respecto.

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Cabe tener en cuenta que, a raíz del acuerdo firmado la semana pasada entre el Consell y Airbnb, la plataforma vacacional solo se compromete a retirar los anuncios (y bloquear a los anunciantes) una vez que la Administración haya abierto un expediente sancionador. En este caso, este trámite administrativo está pendiente de la labor inspectora.

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En la propia publicidad del alojamiento disponible por internet, se evidencia que buena parte de las estancias son manifiestamente ilegales. Así, mientras varias de las habitaciones dobles podrían pasar por las de un establecimiento rural de categoría intermedia, también se ofrece algún cuchitril para pernoctar.

Uno de ellos se denomina ‘The Jail’ (la celda), una habilitado en un reducido cubículo sin ventanas ni baño. Es la cama más barata de este centro y se alquila a 30 euros la noche durante el mes de marzo, un precio que se eleva a 182 euros a partir de mayo. Por contra, las más caras (y mayoritarias) se comercializan a 75 euros la noche por estas fechas y a 245 desde finales del mes de mayo.

La oferta

El conjunto de la finca consta de un chalé principal, otra vivienda adosada y una pequeña casa de invitados, cada una de ellas con diversas habitaciones que se comercializan de manera individualizada. Además, a través de las fotografías, se comprueba que los propietarios han aprovechado cualquier almacén o habitáculo externo del inmueble para acondicionarlo como habitación con camas.

Por otra parte, también se puede alquilar la vivienda principal, que consta de cinco habitaciones, por 255 euros la noche por estas fechas, que se multiplican hasta los 930 euros en mayo. En todos los casos, los propietarios obligan a una estancia mínima de dos noches.

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La posibilidad de reservar habitaciones en Airbnb para dormir en este complejo se limita hasta finales de mayo. Por esas fechas, comienzan los retiros de yoga que organizan los propietarios durante todo el verano, muchos de ellos ya completos, y que se comercializan a través de su propia página web. Se trata de estancias de cinco noches, acompañadas de clases diarias, con un coste medio de 540 euros en habitación compartida o de 945 en una individual.

Otros años, este centro de yoga también alquilaba abiertamente nueve cabañas de madera en el monte, construidas sin licencia.

El Ayuntamiento de Sant Joan inició en 2013 los trámites para que fueran retiradas estas construcciones, pero los propietarios han ido evitando la normativa a base de recursos.

Tras agotarse todas las argucias legales, a finales de 2024 se dictó la resolución con la orden firme para demoler las casetas, pero los responsables del centro siguen haciendo oídos sordos. Así, Sant Joan ya ha impuesto dos multas coercitivas de 3.332 euros al titular de la finca por ignorar la orden y puede imponerle hasta 12 (una al mes) antes de poder hacerse cargo del derribo de manera subrogada.

Por si fuera poco, años atrás este centro de yoga también fue sancionado por instalar tipis, tiendas de yoga y hasta un viejo autobús para ofrecerlo como lugar para dormir a sus clientes.

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