Educación en Ibiza: Llegar al porno por una receta de almejas

«El carrito de bebé más vendido el año pasado fue el que tenía soporte para la tablet», señala el policía experto en menores, mediador escolar y familiar y fundador de la asociación Educando Proteges, Silvestre del Río, durante la conferencia ‘¿Sabes qué hace tu hijo en internet? (De las tablets al porno)’. Su charla forma parte de la segunda jornada del congreso educativo ‘Explorando el bienestar mental en la era digital, construyendo mentes saludables’ que organizan la Asociación de Centros de Enseñanza de Balears (Ceceib) y el Cluster.edu para profesores de centros concertados de Balears.

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Con su afirmación, Del Río quiere mostrar que los menores adquieren dispositivos tecnológicos a edades inadecuadas: «Dos de cada tres menores de siete años ya tienen tablet». «La edad de adquisición del primer móvil ha bajado a los nueve años», continúa. Por este motivo, cuenta con ejemplos de sobra para mostrar lo fácil que es que los «niños» pasen del internet al porno o caigan en redes de pedofilia.

Menores en redes sociales

El ejemplo más claro de esto último lo presenta con un dato escalofriante: «El 72% del material incautado a los pedófilos son imágenes de los menores subidas por sus propias familias», muestra en una diapositiva ante más de cien de los profesores.

Esto se debe a que muchos de los menores tienen presencia en las redes sociales incluso antes de nacer, porque, como muestra el conferenciante en una diapositiva, «la ecografía» suele ser, en muchos casos, lo primero que se comparte. «El 81% de los bebés tiene presencia en la red antes de cumplir los seis meses», apunta Del Río.

Igual que las ecografías, también es habitual encontrar a padres o madres que suben vídeos de sus hijos a Tik Tok (red social para compartir vídeos cortos). Probablemente, los presentes hayan oído sobre esto, algo que no evita que se escandalicen ante el ejemplo de un vídeo subido en esta red social en el que aparece una niña de menos de seis años mostrando diferentes vestidos cortos combinados con zapatos y gomas de pelo. «Hoy en día basta con que los pedófilos tengan una cuenta en Tik Tok para que tengan a su alcance lo que deseen», advierte Del Río.

Violencia y acceso al porno

De este tipo de tendencias, el mediador pasa a las que siguen los niños con algo más de edad. En su experiencia como formador de menores desde hace 21 años, recuerda cuando, por ejemplo, le llamaron de un centro porque unos alumnos habían intentado replicar el juego de la gallinita ciega de la conocida serie de Netflix ‘El juego del calamar’: «En la serie, si te mueves, te diparan, y los niños lo adaptaron con piedras. Se la tiraron a un menor y este perdió el 70% de su visión en un ojo», explica.

La burbuja que encara a profesores e ‘influencers’

Igual que con este tipo de series, ocurre con juegos como ‘Grand Theft Auto’, ‘Fortnite’, ‘Freefire’, ‘Call of Duty’ o ‘Roblox’, que muestran violencia o prostitución o facilitan que los menores tengan conversaciones con otros usuarios tras los que se puede esconder un pedófilo: «Ofrecen comprar monedas que sirven en los juegos a cambio de fotos sin ropa», alerta el orador. Por este motivo anuncia que hay que revisar cualquier aplicación o juego en el que los menores puedan hablar con otros. «El único control parental que funciona son los padres y madres implicados», señala Silvestre, que advierte de que es muy fácil que los niños y niñas lleguen a contenido que no buscan: «He tenido casos en los que querían encontrar una receta de almejas y acababan en una página porno», lamenta.

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