Entrevista | José García Rellucio Secretario general de UGT-Servicios en Balears
José García Rellucio: «Si el convenio de hostelería no está firmado en junio, habrá movida»

José García Relucio defiende que los beneficios turísticos permiten unas fuertes subidas salariales en Balears. | B. RAMON
José García Relucio, secretario general de UGT-Servicios, va a ser uno de los principales protagonistas en la negociación del nuevo convenio de hostelería de Balears que comienza a dar sus primeros pasos, en un momento en el que su federación ha ampliado su mayoría absoluta en la representación de los trabajadores del sector, y además la ha conseguido en el comercio tras las elecciones sindicales celebradas a lo largo de los últimos años en las islas.
UGT-Servicios ha ampliado la mayoría absoluta en la representación de los trabajadores de hostelería y la ha obtenido en el comercio. ¿Pesa la responsabilidad de decidir las condiciones laborales de unos 250.000 trabajadores de Balears?
Estamos contentos de tener esa responsabilidad, porque hemos trabajado muy duro durante los últimos cuatro años para conseguirla. Lo que ahora nos toca de cara al convenio de Hostelería es que esa fuerza sindical sirva para mejorar las condiciones de las personas que trabajan en este sector. En la hostelería prima mucho la estacionalidad y la inmensa mayoría de los empleados son fijos discontinuos para los que vamos a intentar mejorar su situación. También en el comercio, que es un convenio en el que tengo puestas muchas esperanzas, sobre todo en los aspectos económicos, porque en Balears cada día es más complicado llegar a final de mes pese a las buenas subidas salariales que hemos conseguido en ambos sectores durante los últimos años, que incluso han llegado a servir de referencia a nivel estatal.
Se acaba de iniciar la negociación del convenio de Hostelería. ¿Cuáles son sus principales reivindicaciones?
Lo más importante va a ser la subida salarial y va a depender de si las organizaciones empresariales ven la posibilidad de hacer un convenio largo o no. Si es como el último, corto de dos años, la subida de las retribuciones, sobre todo la del primer año, debe de ser muy importante porque venimos de unas rentabilidades del sector turístico que cada vez son mejores. Hay mucho dinero y el dinero hay que repartirlo con las personas trabajadoras. También se va a insistir en el tema de las cargas de trabajo para que se extienda la medición a cocina, restaurante o sala. Las temporadas turísticas se están prolongando y queremos que se consolide el derecho del trabajador a tener más meses de ocupación garantizados. Este último punto va a ser una de nuestras principales reivindicaciones. También reclamaremos la reducción de la jornada laboral. En los convenios colectivos se puede regular la forma de aplicarla, y nosotros aspiramos no a conseguir las 37,5 horas, sino las 35 semanales a lo largo de su vigencia. Hay muchos sectores que ya las tienen, y los trabajadores del sector turístico no son ciudadanos de segunda.
Cuando los sindicatos han anunciado estas pretensiones, desde las patronales de las islas se ha expresado un mayor rechazo inicial a la reducción de jornada que a las subidas salariales alegando la escasez de mano de obra.
Es cierto y yo lo toco con las manos cuando hablo con las empresas. Incluso se sobresaltan cuando sacas el tema. La jornada de 40 horas es propia del siglo XX y ya estamos en el siglo XXI. Hay que fijar otras condiciones de trabajo más acordes con los tiempos que vivimos. Es cierto que hay un problema con la falta de trabajadores, pero ¿qué mejor medida se puede tomar para que se queden o se incorporen nuevas generaciones que ofreciendo unas buenas condiciones de trabajo? De hecho hay mucha gente que está huyendo de este sector por los horarios que se hacen y las dificultades para hacerlos compatibles con la vida familiar. Lo mismo sucede con el tema económico. Hay una gran cadena de alimentación (en referencia a Mercadona) que este año ha subido un 8,5% el salario de sus trabajadores. Por eso esas empresas tienen muchos menos problemas de escasez de mano de obra.

El máximo responsable de UGT-Servicios achaca a la ignorancia el alza de la extrema derecha.
Las asociaciones de restauración y de ocio nocturno alegan que este convenio no les representa y que ellos no tienen beneficios como los hoteleros.
Estamos dispuestos a contemplar las especificidades de estos sectores, y en el actual convenio ya hay una tabla salarial donde están encuadrados. Pero lo que no vamos a aceptar es que tengan un convenio distinto, así que la subida salarial y la reducción de jornada será igual para todos.
¿Por qué era tan mala su relación con la anterior presidenta de la Federación Hotelera de Mallorca, María Frontera?
Fue sobre todo por las formas. Esta señora, al ser presidenta de los hoteleros, se consideraba por encima del secretario general de una organización sindical, y eso es algo que no podemos permitir nunca porque también nosotros tenemos que hacernos respetar. La soberbia es otra de esas cuestiones, y además tenía la mala costumbre de querer dirigir o interferir en las declaraciones que hacía ante los medios de comunicación. Solo faltaría que los responsables sindicales estuviéramos a las órdenes de la federación hotelera a la hora de expresar nuestras opiniones. Hasta ahí podíamos llegar.
¿Qué tal con su sucesor, Javier Vich?
De momento muy bien. Ha cambiado el talante. Al acceder al cargo dijo que lo primero que iba a hacer era reunirse con los sindicatos y lo ha cumplido. Sin embargo, el talante nos importa, pero mucho más el contenido.
Sus reivindicaciones para el convenio de hostelería son muy ambiciosas. ¿Qué probabilidades hay de tener que llegar a la amenaza de una huelga?
El día Primero de Mayo tenemos la tradicional manifestación y si en esas fechas no hay un avance importante en la negociación empezaremos ya a convocar asambleas en todas las zonas de las islas para ver la respuesta de nuestros delegados y afiliados, y comenzaremos a decidir si fijamos fechas de movilización, yendo de menos a más.
¿Junio sería una fecha clave para que se enciendas las luces rojas?
Sí. O en junio ya está firmado el convenio o habrá movida. Por esas fechas ya calienta el sol.
En el convenio se acuerdan una serie de medidas, pero no siempre tienen el desarrollo esperado. La medición de cargas de trabajo de las camareras de piso va retrasada.
En el anterior convenio los empresarios firmaron algo que no existe en ningún otro del mundo, como es esa medición. Fue un acuerdo pionero. Pero al ser tan novedoso y complicado burocráticamente, hay muchas empresas, sobre todo las que no tienen representación sindical, en las que sigue sin hacerse. Hemos de tener flexibilidad para dar más tiempo y dar facilidades en esa burocracia. Lo que no vamos a aceptar es que se haga sin la supervisión de un técnico en prevención de riesgos laborales.
Ahora quieren extender la medición al personal de cocina y sala.
Este año hay que empezar a hablar sobre todo del estrés térmico. Hay un cambio climático. Y los primeros pasos se deben de dar en algo tan básico como la uniformidad de los trabajadores. Cuando se sufren 35 grados a la sombra no se pueden imponer según que uniformes por las empresas, y todos hemos visto a los empleados que están en los chiringuitos de las piscinas de los hoteles como no dejan de moverse. Luego están las cocinas donde no hay aire acondicionado que compense las temperaturas en su interior.
Ustedes son muy críticos con la práctica de muchas empresas de desprenderse de trabajadores fijos discontinuos cuando está a punto de concluir su periodo de prueba.
Es algo que nos preocupa desde que se aprobó la reforma laboral. Lo vemos como una forma de saltarse la ley. Puedo adelantar que vamos a hacer una campaña para que los trabajadores que se vean en esta situación vengan a UGT y vamos a poner demandas por despido ante lo que consideramos un fraude evidente y constatable.
El año que viene toca negociar el convenio balear de comercio. ¿Qué pueden esperar sus trabajadores?
Los datos que manejamos de comercio son mucho mejores que los que exponen sus patronales. El sector de la alimentación va como un tiro, e incluso algunos establecimientos abren los domingos porque están haciendo mucho negocio El conjunto del sector está yendo mucho mejor de lo que admiten los empresarios. Van a tener que reconocerlo en el próximo convenio repartiendo esa mejoría entre sus trabajadores.
¿También se pueden esperar para el comercio exigencias de subida salarial superiores al 5%?
Sí.
¿Y la reducción de jornada a 35 horas semanales?.
Con más razón todavía. Si somos capaces de que el sector de la hostelería acepte esto, aunque sea a lo largo del tiempo y matizando su aplicación, en el comercio con más razón, porque son establecimientos que abren y que cierran, a diferencia de los hoteles que están operativos, aunque no todos los departamentos, las 24 horas del día. La medida es más factible en el comercio
¿Por qué los sindicatos tradicionales tienen tantos problemas para entrar en las grandes superficies?
Hemos de reconocer que fracasamos ahí y algo de culpa tendremos nosotros. Pero en demasiadas ocasiones no nos dejan entrar a explicar nuestro mensaje a las personas que trabajan ahí para mejorar sus condiciones. Tenemos un gran centro comercial en el que incluso UGT tiene mayoría (El Corte Inglés de Avenidas). Pero desgraciadamente en otros, y me refiero a Alcampo porque ha pasado, cuando entras a hablar con sus plantillas te ponen a dos ‘seguratas’ pegados a ti. ¿Cómo vas a convencer a un trabajador que te firme una candidatura o se afilie a UGT en esas condiciones? Además estas grandes empresas tienen dos ‘sindicatos amarillos’ subvencionados por ellas.
¿No es frustrante conseguir buenas subidas salariales pero que no bastan para hacer frente al coste de la vivienda?
Cierto. Y lo malo es que va a seguir inaccesible mientras todas las Administraciones, autonómica, local y estatal, no pongan el máximo de su parte para revertir esta situación. Y si encima tenemos un alcalde que quiere multar a las pobres personas que se ven obligadas a vivir en caravanas, todavía aumentan más las desigualdades
Muchos jóvenes están convencidos de que ellos no llegarán a cobrar una pensión de jubilación.
Tiene mucho que ver con las fake news a través de las redes sociales. Las pensiones están aseguradas gobierne quien gobierne y los jóvenes tienen que estar tranquilos. Se pueden hacer reformas, pero el sistema es sostenible.
¿Cómo es la relación con el Govern de Marga Prohens?
Casi inexistente. Con el conseller de Trabajo, Alejandro Sáenz de San Pedro, todavía no he tenido ni una sola reunión. He de admitir que la excepción es el conseller de Turismo, Jaume Bauzá, con el que he podido hablar en varias ocasiones y siempre me ha dicho que sus puertas están abiertas.
¿A UGT le preocupa el crecimiento de la extrema derecha y cómo lo explica?
Yo lo explico por la ignorancia. Preguntaría qué han hecho de malo los pensionistas para que la extrema derecha, y la derecha, haya votado en contra de la revalorización de las pensiones, o de las ayudas a los que han padecido la DANA en Valencia o el volcán en La Palma. La extrema derecha va a insistir en su voto negativo. Nos preocupa y mucho, porque nosotros no tenemos como ellos a personas metiendo todo el día noticias falsas en las redes, mintiendo para dar una imagen falsa de la sociedad.
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