Sindicatos de Ibiza y Pimeef piden contener el precio de los alquileres para temporeros
Denuncian que las cifras que rigen el mercado habitacional en Ibiza también repercuten en las cuentas de las empresas que pagan alojamiento para sus trabajadores: «Pedimos empatía a los propietarios»

Imagen general de edificios en Ibiza. / VICENT MARÍ

Los principales sindicatos y la patronal de la pequeña y mediana empresa, la Pimeef, abogan por poner freno a los elevados precios de los alquileres que contratan o gestionan algunas empresas para facilitar alojamiento a parte de su plantilla, principalmente a aquellos trabajadores que vienen a Ibiza a hacer la temporada.
Algo que puede afectar a la cuenta de resultados de las empresas, principalmente si no son grandes cadenas o marcas relacionadas con el segmento más VIP de la industria turística. Para lograrlo, piden «empatía» a los arrendadores y mano dura contra el alquiler turístico en plurifamiliares, una práctica ilegal en la isla, junto a medidas para sacar esa oferta (ahora vacacional e ilegal) al mercado residencial.
En la mayoría de casos, explican UGT y CCOO, el alojamiento que las empresas ofrecen a sus empleados se paga entre ambas partes, ya que al trabajador se le suele descontar una parte en la nómina. Con todo, las compañías también se ven afectadas por los elevados precios del mercado habitacional, denuncia Alfonso Rojo, presidente de Pimeef. «Son precios totalmente desorbitados, sin ninguna lógica ni justificación. Hace un par de años, las empresas acudimos a los propietarios para ser el enlace entre ellos y los inquilinos e intentar paliar, así, la inseguridad jurídica de los caseros. A veces alquilamos vivienda como empresas y en otros casos simplemente colaboramos entre ambas partes», señala Rojo.
Subidas de precio
También lamenta que hay quienes hacen negocio realquilando habitaciones.
Hace casi un año, Pimeef presentó su encuesta de actividad de 2023 (con una muestra de 255 empresas de todos los sectores y municipios), en la que se detallaba: «Aproximadamente un 35% de los empresarios encuestados dice haber ofrecido vivienda a algún trabajador, ya sea propia o en alquiler». El 13, 67% de los encuestados indicaron que habían pagado entre 6.000 y 12.000 euros anuales para proporcionar vivienda a empleados; el 10%, entre 12.000 y 24.000 euros; y un 4,3% pagaron más de 24.000 euros ese año. Un 1,4% pagó una cifra inferior a los 6.000 euros, siempre en el cómputo de todo el año 2023.
Otras fuentes consultadas por este diario apuntan a cifras superiores. «La habitación más barata que estoy pagando ahora está en alrededor de 750 euros al mes, con gastos incluidos. Y de ahí para arriba. Hay pisos de dos habitaciones que cuestan cerca de 2.000 euros al mes en contratos que van de febrero a octubre, o que se mueven alrededor de esta cifra». Otro empresario, en este caso del sector hotelero, sostiene que seguramente estos números «son exagerados» y recomienda contratar los recursos habitacionales con antelación, ya a principios de año.
En todo caso, a este diario no le ha resultado posible conocer datos sobre el dinero que destinan empresas concretas a proporcionar alojamiento a sus empleados, ya que aluden en la mayoría de casos a la privacidad de esta información. El gerente de una incluso ha declinado responder a las preguntas de Diario de Ibiza por temor a que algunos arrendadores decidan subirle las mensualidades tras leer en prensa los elevados precios que llega a pagar a otros arrendadores.
Empresas y residentes
Desde Sirenis Hotels & Resorts sostienen que «es una mala política poner a las empresas a competir con los residentes, ya que van con ventaja». La vivienda que ofrece Sirenis a empleados es «de forma muy mayoritaria» en espacios propios de la compañía.
Fuentes de la Federación Empresarial Balear de Transportes destacan que las empresas de transporte regular de viajeros tienen la obligación de cumplir unos servicios («si necesitamos 40 conductores no nos podemos apañar con 35») y no pueden ir modificando los precios a su antojo para tratar de paliar los gastos en vivienda para sus empleados. Además, alertan de la «burbuja que están creando» algunas empresas con mucho peso económico al estar pagando alquileres altos y ofreciendo «una seguridad jurídica que no puede ofrecer un inquilino individual».
Vibra Hotels se mueve entre los 1.200 y 1.400 trabajadores en temporada alta, de los cuales hay unos 800 afincados en la isla, con vivienda. Vibra proporciona 400 o más habitaciones al resto de empleados, pero en espacios que son propios de la compañía, y busca ampliar esta cifra si es necesario. A modo de ejemplo, ahora están realizando obras en el Hostal Royal de Sant Antoni para alojar a personal.
José Luis Benítez, gerente de la patronal de clubes y discotecas Ocio de Ibiza, preguntado por si hay pisos que rondan los 2.000 o 3.000 euros al mes, responde afirmativamente, aunque matiza que «no en todos los casos». «Pero cualquier piso para la temporada en Ibiza está muy por encima de la media», añade.
Por otro lado, tiene esperanzas en los resultados que consiga el nuevo director insular de Intrusismo del Consell, Enrique Gómez: «Espero que mucha gente ya no se atreva a alquilar ilegalmente. Creo que este año tendremos más vivienda en el mercado».
«Es un problema político que escapa de lo laboral»
UGT y CCOO coinciden en que la problemática de la vivienda «es una cuestión política que escapa del ámbito laboral», aunque hay empresas en Ibiza que ofrecen alojamiento a sus trabajadores, ya sea en espacios propios o en viviendas de particulares en régimen de alquiler. En todo caso, Pedro Campillo, portavoz de UGT, pide garantizar «la dignidad» de estos trabajadores, pensando, principalmente, en aquellos que comparten habitación o piso con varias personas. «Sabemos que la situación es complicada y que escapa de la responsabilidad de los empresarios, pero hay que garantizar unas condiciones dignas». Según varias fuentes sindicales y empresariales, el precio por trabajador en las viviendas alquiladas por empresas puede oscilar entre los 200 y los 500 euros al mes, aproximadamente. Luego hay otra parte que paga la empresa. «No nos parece bien que los empresarios tengan que pagar según qué cifras de alquiler y entendemos que afecta a la cuenta de resultados, pero si a ellos les supone un problema, peor aún para los trabajadores», apunta Consuelo López, secretaria general de CCOO en las Pitiusas.
El presidente de la Asociación de Transporte Discrecional de Viajeros en Ibiza y Formentera, Emilio Díaz, destaca que la población «ha aumentado muchísimo más que la construcción de plurifamiliares» y añade que la «inseguridad jurídica de los propietarios» es un lastre para sacar vivienda vacía al mercado. El Consell estima que hay al menos 2.000 viviendas vacías en la isla. A veces incluso ha dicho que más de 3.000.
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