Jornada impulsada por Creatives for the planet

Aprendices de arte urbano con conciencia medioambiental

Aïda Miró imparte un taller a niños en el Festival Club tras recoger entre 25 personas 425 kilos de basura

Maite Alvite

Maite Alvite

Ibiza

‘No hay planeta B’. Ese rotundo mensaje, escrito en inglés con espráis acompañado de una galaxia pintada de fondo, es el que dejaron impreso en lona los niños que hoy se apuntaron al taller de arte urbano que impartió la artista Aïda Miró en el Festival Club. La actividad, que comenzó a mediodía en esta antigua sala de fiestas abandonada de Sant Josep, estaba enmarcada dentro de una jornada de recogida de residuos organizada por Creatives for the planet con la colaboración de la asociación Voluntaris d’Eivissa y el soporte de Pinturas Rubio, que cedió el material.

La ONG, que lleva «quince años» trabajando en Ibiza en la protección del medio ambiente a través de la educación, el arte y la acción directa, quiso esta vez llamar la atención del público sobre el lamentable estado en el que se encuentra todo el entorno del Festival Club, que lleva medio siglo cerrado.

425 kilos de basura

Este templo del ocio en ruinas en las últimas décadas se ha convertido en lienzo para grafiteros y escenario para botellones y batallas de airsoft y lleva camino de parecerse a un vertedero, repleto, entre otras muchas cosas, de cristales rotos, balines de plástico y aerosoles. Prueba de ello es la gran cantidad de basura que recogieron en una hora y media las 25 personas que se apuntaron a la iniciativa de Creatives for the planet. En total fueron «425 kilos», según los datos facilitados por Harmony Hita Torres, coordinadora de proyectos educativos y ambientales de la entidad.

De esa cifra, 80 kilos corresponden a residuos voluminosos, entre los que se encuentran colchones, televisores, hamacas, sillas y hasta una caja fuerte. «Llamaremos a la Línea Verde para que pasen a recogerlos cuanto antes», explicaba Hita, mientras, junto al resto de asistentes, depositaba en los contenedores correspondientes todos los demás desechos recolectados: «25 kilos de vidrio, 150 kilos de envases y 30 kilos de resto». Los 140 kilos de espráis que recogieron en la zona los llevarán a Pinturas Rubios, que «tiene un servicio de reciclaje».

«Aquí todavía queda mucha basura, pero lo hemos dejado más limpio con la esperanza de que eso disuada a la gente de seguir tirando cosas», apuntó Hita, después de explicar que, al ser el Festival Club propiedad privada, el Ayuntamiento de Sant Josep no había colaborado en la iniciativa.

Taller teórico y práctico

Tras la recogida de residuos, comenzó el taller de Aïda Miró, que conoce bien el Festival Club porque desde los años 90 son muchas las veces que ha pintado entre sus ruinas. «Antes no lo conocía mucha gente y era un sitio perfecto para hacer grafitis tranquilamente, pero ahora hay mucho jaleo y hace cuatro años que no vengo», explicaba tras terminar la actividad.

Un momento del taller que impartió Aïda Miró.

Un momento del taller que impartió Aïda Miró. / Vicent Marí

Su taller, que arrancó con un poco de teoría y concluyó con práctica, lo que pretendía, además de ofrecer unas nociones sobre arte urbano, era «formar a artistas con conciencia medioambiental». Creatives for the planet no descarta volver a repetir la experiencia con la artista ibicenca. Todo sea para concienciar con arte de que hay que respetar y cuidar el medio ambiente, porque, como subrayó Hita, «nuestro hogar va mucho más allá de las cuatro paredes de nuestra vivienda, nuestra casa es el planeta».

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