Cultura popular

Joan Barbé, sobre los inicios de Ressonadors: «Pensaba que nos iban a matar»

El cofundador explica en una charla del Festival de Música Jove las ilusiones y los temores que implicaba «cambiarle el vestido» a las canciones tradicionales que había recopilado Uc

«Lo más especial es ver a familias enteras en nuestros conciertos»

Toni Escandell Tur

Toni Escandell Tur

Para Joan Barbé, cofundador de Ressonadors junto con Omar Gisbert, lo más especial de esta propuesta musical es que ha sido capaz de unir a muchas generaciones, y destaca que en todos los conciertos que han venido celebrando a lo largo de los años se han juntado familias enteras para disfrutar de canciones populares.

Desde los abuelos hasta los jóvenes, adolescentes y niños pequeños. Canciones modernizadas, actualizadas, tuneadas, si se quiere. Llevadas a la contemporaneidad. Como hicieron en su momento los integrantes de Uc, quienes previamente recogieron las letras yendo casa por casa para que las abuelas y abuelos se las cantasen. Canciones, que, de una manera u otra, continúan vivas, aunque sea con un «vestido diferente». Así lo explica este domingo Barbé durante una charla que imparte en una sala del Patronato de Música de Eivissa, en Can Ventosa, en el marco de la segunda edición del Festival de Música Jove. Lo coordina la pianista Elvira Ramón, que introduce la charla.

Barbé, de espaldas, durante su explicación. | TONI ESCOBAR

Barbé, de espaldas, durante su explicación. / TONI ESCOBAR

Sin embargo, cuando das el paso de «cambiar el vestido» de las canciones tradicionales, es lógico sentir cierto vértigo por la incertidumbre con respecto a la reacción del público. «Me daba mucho miedo, recuerdo estar grabando con Omar el primer disco de Ressonadors y decirle: los ibicencos nos van a matar. Estábamos metiendo baterías, guitarras eléctricas, órganos». Lo dijo pensando, principalmente, en las personas mayores, al sentir miedo de que aquello pudiese ser leído por el público como «un destrozo o sacrilegio» de la cultura popular. «Quizás Omar lo tenía un poco más claro, pero yo tenía miedo de que mucha gente lo rechazase». Pero Barbé lo matiza y añade en su charla en Can Ventosa que en realidad no era miedo como tal sino «respeto a una tradición, a una cultura, una lengua, una tierra». «No queríamos faltar al respeto a nadie».

Imagen de archivo de un concierto de Ressonadors en la Festes de Sant Bartomeu de 2022, en la playa de s’Arenal (Sant Antoni). | J.A.RIERA

Imagen de archivo de un concierto de Ressonadors en la Festes de Sant Bartomeu de 2022, en la playa de s’Arenal (Sant Antoni). / J.A.RIERA

Una «lección» de los mayores

Finalmente esos mayores, de quienes temía posibles críticas, le dieron «una lección», en palabras de Barbé. Y es que son muchísimos quienes le han parado por la calle para darle la enhorabuena por lo que ha hecho Ressonadors. «Los mayores son personas abiertas, lo que pasa es que en su juventud no podían mostrarlo ni vivir como lo hacemos ahora, en un momento en el que vivimos como nos da la gana». Por otro lado, recuerda que, aunque «es imposible gustar a todo el mundo», uno de los logros de Ressonadors, siguiendo la estela de Uc, ha sido contribuir a que las canciones populares «continúen vivas». Si alguien critica un nuevo «vestido» de dichas canciones, al fin y al cabo «está hablando de ellas y por lo tanto las mantiene vivas».

A pesar de esa transversalidad en las edades en el público que consiguió Ressonadors, el objetivo fundamental de su creación fue acercar las canciones tradicionales a la gente joven. «No diré que fuese una obsesión, pero sí que lo que buscábamos era que sonasen canciones payesas en un pub de jóvenes». Y se consiguió: sus temas se han puesto en «bares, en las radios, en fiestas de pueblo». Ese era el deseo de Joan y Omar.

Barbé tenía «13 o 14 años» cuando conoció a Gisbert y él en su momento le comentó la idea de hacer lo que más adelante haría Ressonadors: «Quien tuvo la idea fue Omar y años después le comenté: ¿Te acuerdas de esa idea que me explicaste? Nunca nos cansaremos de agradecer a los integrantes de Uc que recogiesen todas esas canciones y las actualizasen hacia la modernidad de los años 70. Sin ellos, no habríamos venido luego nosotros». Con aquel trabajo de campo, «se consiguió que la gente dejase de sentir vergüenza de su cultura»: «Uc sembró una semilla muy importante».

«Me puse a escuchar las canciones de Uc, a diseccionar su vestido y alma, a investigar . Y debo decir que han ido pasando de generación en generación porque la materia prima es buena y hablan de cosas que continúan ocurriendo a día de hoy en Ibiza. El paso del tiempo es un buen indicador para valorar una música. ¿Por qué continuamos escuchando a The Beatles o a Bach? Porque son buenos», valora Barbé, recordando cuando hacía los arreglos de esos temas, dotándoles de una nueva fórmula.

El primer concierto

Al principio, durante las grabaciones del primer disco, Barbé y Gisbert eran los únicos que lo habían escuchado todo. Los cantantes que colaboraban solo escuchaban el tema en el que ellos tomaban parte. Pero pronto les animaron a lanzar ese trabajo. El primer concierto fue el 11 de abril del 2009. Las condiciones en principio no acompañaban: hubo un cielo gris desde la mañana hasta la noche y se tenía que pagar entrada «de 15 ó 20 euros», además de que, en tanto que era el primer directo, «la gente realmente no sabía si iban a ir todos los cantantes o no, y si los Ressonadors iban a tocar bien o no». Era en el Parque Reina Sofía y se había preparado un gran espectáculo que les costaba «unos 50.000 euros». Había músicos, espectáculo de baile, de luces, pantallas, se grababa en DVD y también intervenía un grafitero. Casi nada.

Cuando ya se acercaba la hora de comenzar, «solo había unas 500 personas». Cuando Barbé ya estaba subiendo al escenario, le paró Cristina Escudero, encargada de gestionar la producción de Ressonadors. Resulta que había una cola de gente que llegaba hasta Vara de Rey que estaban pagando la entrada en ese momento. Llegaban un poco tarde quizás por el mal tiempo quizás porque minutos antes estaban buscando aparcamiento.

En esas condiciones adversas, llegaron a ser 3.000 personas. Al final el público tuvo que sacar el paraguas. Barbé afirma que «se les escapa de la cabeza» el éxito que han tenido los últimos conciertos que han vuelto a ofrecer en Ibiza. El último, en Santa Gertrudis, con unas 8.000 personas.

Más allá de lo musical

Barbé concluye que todos los cantantes que han formado parte del proyecto han sido una pieza más que importante, ya que en Ressonadors hay voces muy diversas que «han permitido viajar musicalmente» entre varios estilos. «Ressonadors no es del todo rock, del todo pop o del todo jazz. Hay un poco de todo esto, pero grabando ese disco conseguimos que tuviese un mismo sonido, dentro de toda esa diversidad». Con todo, cuenta que normalmente no suele ponerse nervioso antes de dar un concierto, salvo si es con Ressonadors: «Entonces ese día sí que estoy insoportable. De alguna manera, noto que hay algo de Ressonadors que trasciende lo musical».

Barbé confiesa, a la pregunta de Elvira Ramón de si «vestirán alguna canción más próximamente», que hace años que tiene una lista de temas en la plataforma de reproducción Spotify titulada ‘Ressona3’. «¿Habrá más canciones o discos de Ressonadors? Hasta no hace no mucho, era un no rotundo. Pienso que ha sido tan bonito y tan grande que ahora quizás la pifiaríamos, y no veía muy claro eso de exprimir demasiado el limón, y con canciones que son menos conocidas. A raíz del covid me replanteé muchas cosas y ahora mismo la respuesta es un ‘en principio, no’».

Valentina y Neus Marí Torres son dos hermanas de 12 y 16 años, respectivamente, y cuentan que desde pequeñas han escuchado a Ressonadors. Sus padres tenían los discos en casa, por lo que son el claro ejemplo del componente intergeneracional del fenómeno. «Hemos ido a varios conciertos suyos. No nos perdemos ni uno. Está muy bien conocer de dónde viene el grupo y nos ha gustado mucho acabar cantando todos juntos». Toni Planells y Susana Haro han venido con su hija de 15 años, Ainara. «Comenzamos con Uc. Yo escuchaba sus canciones a través de mis padres, y ahora mi hija también escucha estas canciones tradicionales», comenta Toni al terminar la charla. «Ha sido una pasada», añade.

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