Obras

Parador de Ibiza: La culpa del retraso es ahora de un aljibe hecho hace 20 años

El depósito de agua se construyó hace 20 años para abastecer a la zona alta, pero ha estado en desuso todo este periodo, en el que el hotel ha acumulado muchos retrasos

El depósito de agua del Parador, en el Camí del Calvari, a los pies de la muralla.

El depósito de agua del Parador, en el Camí del Calvari, a los pies de la muralla. / VICENT MARÍ

Toni Escandell Tur

Toni Escandell Tur

El nuevo retraso de la apertura del Parador de Ibiza, en Dalt Vila, se debe a que el hotel está pendiente de poder contar con un depósito de agua que el Consell construyó hace unos 20 años, explica Jordi Grivé, teniente de alcalde en Vila. Todo se debe a que, durante todo este periodo, nunca ha llegado a utilizarse la instalación y ahora necesita una reparación que podría costar alrededor de 200.000 euros, según estima el también concejal de Medio Ambiente y Limpieza en conversación con este diario. Se ubica en el Camí del Calvari, a pocos metros de la UIB, en la rampa que lleva al aparcamiento de es Soto.

Las obras del Parador dependen de Turespaña, el organismo dependiente del Ministerio de Industria y Turismo que, por tanto, también se hará cargo de la puesta a punto del depósito. «Como las obras se han ido retrasando, el depósito quedó ahí y nadie lo ha utilizado nunca. Se debió hacer pensando en la puesta en servicio del Parador, pero no se puede poner en marcha así como así una instalación que ha estado 20 años parada. De hecho, en las inspecciones que se han realizado se ha comprobado que, efectivamente, hay que trabajar en la instalación para poder activarla», detalla Grivé, quien explica que la red del servicio municipal de agua sería totalmente insuficiente para abastecer un establecimiento turístico de tales características. Cuenta con 66 habitaciones y se encuentra en una zona alta, por lo que necesita un caudal de agua dimensionado para poder abrir puertas.

Así, funcionará como «un depósito de emergencia» del Parador, necesario «para un hotel como este, que debe contar con una reserva» para garantizar el suministro en caso de que se produzca algún tipo de incidente, como un corte de agua. «Hay depósito y hay canalización, pero se tiene que poner a punto. Nosotros hemos ayudado en todo lo que hemos podido, hemos dado la solución técnica, incluso hemos hecho un presupuesto, pero ahora ellos tienen el problema de los plazos burocráticos para ponerlo en marcha», apunta Grivé en referencia a Turespaña. En todo caso, explica que tanto este organismo como el equipo de gobierno municipal son «los primeros interesados» en abrir cuanto antes el Parador y que este es uno de los asuntos que el alcalde, Rafael Triguero, ha tratado en reuniones en Fitur, la feria de turismo que se celebra estos días en Madrid.

«La red de agua de servicio municipal sube por el camino normal de la Catedral y llega hasta arriba, pero hay que tener en cuenta que es una zona muy alta y que las tuberías son muy pequeñas. Por eso en su día se pensó que podía subir agua por la zona de la UIB», agrega el teniente de alcalde, quien asegura que el Consistorio lleva meses detrás de las actuaciones necesarias para la apertura del Parador y que por ello el gobierno municipal ha trabajado en el alcantarillado —«no estaba en las condiciones óptimas. Había, por ejemplo, tubos obturados por no haberse usado durante años, pero ya está arreglado»—, al margen de las labores habituales de mantenimiento.

Desde 2009

Las obras del Parador comenzaron en marzo de 2009 con un plazo de ejecución de 30 meses. A principios de ese mes se celebró el acto de colocación de la primera piedra. Desde entonces ha acumulado varios retrasos por diferentes motivos: el hallazgo de restos arqueológicos, que paralizaron los trabajos y obligaron a modificar el proyecto original, con incrementos del presupuesto, o la anterior crisis económica. En abril de 2024, el alcalde Triguero pidió, en una visita institucional a las obras, que el Parador se inaugurase en diciembre, coincidiendo con el 25 aniversario de Ibiza Patrimonio de la Humanidad. Así se lo hizo llegar a la secretaria de Estado de Turismo, Rosana Morillo, quien respondió ante la prensa: «Vamos a intentar abrir lo antes posible», «la intención es que a finales de 2024 esté listo» o «todos vamos a trabajar para ello». Es decir, sin dar por sentado ese plazo. En noviembre, el Ayuntamiento explicó a este diario que responsables de Turespaña, de la Secretaría de Estado de Turismo y de Paradores «ratificaron su compromiso de abrir el establecimiento de Ibiza en el primer cuatrimestre de 2025». En ese momento, el Consistorio preveía que lo más probable era que la apertura se celebrase hacia la Semana Santa, del 13 al 19 de abril, recogía entonces Diario de Ibiza.

¿‘Opening’ en temporada?

Sin embargo, este jueves trascendió que no abrirá sus puertas en el comienzo de la temporada turística, sino a lo largo del año, según se comprometió la presidenta de Paradores de España, Raquel Sánchez, con el alcalde Rafael Triguero en Fitur. «Nos han garantizado que el Parador de Ibiza será el número 99, no el cien», señaló anteayer un portavoz municipal. «Si se puede abrir en el mes de mayo no lo hará en junio y, si puede ser a finales de abril, no se abrirá en mayo», añadía la misma fuente en declaraciones recogidas por este rotativo.

Por tanto, por el momento no hay una fecha exacta de apertura, aunque Grivé explica que Turespaña quiere que sea durante la temporada estival, tras haber solucionado la necesaria renovación del depósito. «Ahora creo que ya se trata más de plazos legales de contratación, licitación y demás que no otra cosa». Una vez que Turespaña haya terminado todo, debe traspasar el hotel a Paradores. La inversión para restaurar este enclave de Dalt Vila supera los 27 millones de euros y el Ayuntamiento ha indicado en anteriores ocasiones que no se han producido daños en las murallas.

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