Catalina de sa Cala: "Hasta el 61 no habíamos visto ni un turista, no sabíamos lo que era"

Un vídeo muestra los valores naturales y patrimoniales del municipio a través de los recuerdos de tres de sus residentes

Vídeo promocional de Sant Joan en Fitur 2025

A.S.J.

César Navarro

César Navarro

El municipio de Sant Joan, conocido durante muchos años como el jardín trasero de la isla de Ibiza, ha presentado en la feria de turismo de Madrid, Fitur, todos sus encantos mediante varias iniciativas. Y una de ellas es un emotivo vídeo, titulado 'Sant Joan: les parecerá mentira', en el que tres vecinos de Sant Miquel, Portinatx y sa Cala de Sant Vicent recuerdan cómo fueron los inicios del turismo en esta zona, cómo vivían antes y de qué manera descubrieron una industria que llevó a la isla a la modernidad.

Sentada en una pequeña silla y con la abrumadora naturaleza de fondo, Catalina, de Sant Miquel, tira de memoria para explicar cómo descubrieron el turismo: "[Su vida] comenzó a cambiar cuando se hizo la carretera y pusieron la luz, en 1973 o 1974". Hasta entonces, nada se sabía en el norte de Ibiza sobre este movimiento mundial que ya llevaba décadas consolidándose en todo el mundo: "Hasta 1961 no habíamos visto a un turista, ni en Sant Joan ni en ningún sitio. Nunca. No sabíamos lo que era", recuerda risueña.

Hasta entonces, remarca Jaume, de sa Cala, mientras se proyectan imágenes del campo y del mar de Sant Joan, este reducto de paz "se conocía" en el resto de la isla como "una zona de pescadores". "No teníamos luz ni máquinas para cortar jamón ni neveras, sólo una de butano", remarca Catalina.

Catalina, en un fotograma capturado del vídeo promocional de Sant Joan.

Catalina, en un fotograma capturado del vídeo promocional de Sant Joan. / Diario de Ibiza

Sobre un barrido aéreo del núcleo urbano de Sant Miquel, con su imponente iglesia como testigo de los siglos, Catalina sigue recordando y cita uno de los elementos que, antaño, era sinónimo de progreso y evolución en esta isla todavía arcaica: "Eran siete, ocho o diez, no sé cuántos... habían llegado dos coches. Yo nunca había visto coches...", y rompe a reír antes de reconocer que, ante los turistas, "no sabía cómo cobrarles ni nada".

Un repaso en imágenes al vergel ibicenco

El hilo conductor del vídeo es un repaso de imágenes grabadas del municipio, del vergel ibicenco. Es Amunts, Portinatx, Xarraca, las cuevas de Can Marçà... Un reconocimiento al rico patrimonio natural y cultural de Sant Joan.

Y mientras tanto, na Catalina sigue tirando de memoria: "Bajo un algarrobo que había cerca de la carretera, junto a mi casa, cosíamos. Y con un lápiz apuntábamos todos los coches que subían, y decíamos: ¡Han subido 18 coches! Y nos parecían... ¡Buf!", gesticula con el mar de fondo.

Jaume, de sa Cala de Sant Vicent, explica con orgullo que en Sant Joan, fueron "pioneros en Ibiza de montar agroturismos". Y sobre este detalle relevante, otro Jaume, pero de Sant Llorenç, mientras disfruta del olor de un limón, rememora: "Transformamos la casa payesa en un agroturismo. Vivía allí con mis abuelos, mis padres, estaban las tías...". Como testigo, a sus espaldas, la fachada principal de la iglesia.

"Venían de sitios donde estaban más civilizados"

Tal era la situación de la isla entonces que Catalina no se arredra al reconocer que los turistas, "venían de sitios donde estaban más civilizados de lo que estábamos nosotros y tenían un respeto". "Era gente muy amable. Y a veces lloraban porque no se querían ir", sentencia Jaume, de Sant Llorenç.

En este punto, el vídeo destila cierta añoranza por ese "respeto" de los turistas, que en la mayor parte de los casos pasaban en la isla 15 días o más, que hacían amistad de por vida con los residentes y que se iban deseando volver.

"Los turistas que vienen" a Sant Joan, insiste Catalina, buscan "algo de lo que había hace cincuenta años". Y Jaume, de Sant Llorenç, lo confirma: "En es Amunts hay cosas que no encontrarán en muchos sitios" de la isla.

Esa esencia, esa historia y esa naturaleza primigenias, verdadero patrimonio de Ibiza. "Discotecas no hay. En la parte norte de la isla todavía quedan cosas que parce que son vírgenes (...) y todavía hay sitios en los que se puede encontrar lo mismo que había hace cincuenta años. La tranquilidad, porque esto es muy tranquilo". Palabra de Catalina...

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