Presupuesto de Formentera

Baño de realidad presupuestaria del nuevo gobierno de Formentera: «No se puede hacer más con menos»

GxF y el PSOE sostienen que la contención del gasto corriente en 657.000 euros es "insuficiente"

El presidente, Óscar Portas, flanqueado por Verónica Castelló y Javier Serra, ayer, en el pleno de Formentera. | D. I.

El presidente, Óscar Portas, flanqueado por Verónica Castelló y Javier Serra, ayer, en el pleno de Formentera. | D. I.

Eugenio Rodríguez Martos

Eugenio Rodríguez Martos

El nuevo gobierno de Sa Unió de Formentera, en minoría, dio ayer un paso adelante en su camino para tratar de recuperar «la normalidad» institucional tras aprobar, en un pleno extraordinario y de urgencia, el presupuesto de este año gracias a la ayuda, con su abstención, de los dos grupos de la izquierda: Gent per Formentera (GxF) y PSOE. Sólo el expresidente y actual conseller no adscrito, Llorenç Córdoba, que se erigió en el único representante de la oposición, votó en contra tras arremeter contra los dos grupos de la izquierda por ser «muy tolerantes» con el nuevo gobierno. «Yo soy la oposición», dijo Córdoba, que también arremetió con dureza contra sus excompañeros de Sa Unió.

El conseller de Hacienda, Javier Serra, explicó que este año el Consell gestionará un presupuesto de de 45,4 millones de euros, el «más alto de la historia» con una subida del 4,2%, en el que destaca un incremento del gasto de personal (19,9 millones en total) y un incremento del 10,3% en el capítulo de inversiones (casi cinco millones en conjunto). Casi la mitad del presupuesto, el 44%, se destina al pago del personal. La subida en este capítulo se debe, según Serra, a la implantación del 100% de la carrera profesional, adelantando un año la previsión inicial en la que se contemplaba aplicar el 85% en 2025.

Demandas de la izquierda

En cuanto a las inversiones, algunas de las actuaciones proyectadas son es Trull d’oli, la adecuación de la calle Punta Prima de es Pujols, la renovación de los depósitos de distribución de agua de es Ca Marí y Sant Ferran, la segunda fase de la conexión del saneamiento de es Ca Marí, la ampliación del parque de bomberos o, entre otras, la mejora de las pistas deportivas del colegio Mestre Lluís Andreu.

Para lograr al menos la abstención de GxF y el PSOE, el equipo de gobierno se ha visto forzado a incorporar algunas demandas de ambos grupos, como la convocatoria de un concurso de ideas para reconvertir la escuela vieja de Sant Ferran en un centro cultural o el compromiso, de cara a 2026, de incorporar una partida de participación ciudadana, y a su vez la ejecución de los proyectos pendientes acordados por esta vía hace unos años y que siguen pendientes. Serra agradeció «el talante» y el apoyo indirecto de la izquierda para sacar adelante el primer presupuesto del nuevo gobierno, al tiempo que justificó que no se hayan podido incluir todas sus demandas: «No todo tiene cabida cuando los recursos son limitados».

«Un voto de confianza»

La portavoz de GxF, Alejandra Ferrer, manifestó que la abstención de su grupo es «un voto de confianza» porque, aunque no esté de acuerdo en una parte del presupuesto, «lo más importante es acabar con la parálisis de la institución de este último año y pico». «Estaremos atentos, y con la mano tendida, para que se cumplan los compromisos adquiridos y se recupere todo el trabajo que no se ha hecho», remarcó Ferrer durante el debate.

En este sentido, el conseller socialista Rafa Ramírez también destacó que ni son las cuentas ni el gobierno que su grupo desea, sin obviar «el absoluto desastre y la vergüenza que se ha vivido» con Córdoba a los mandos del Consell, pero que «por un gesto de responsabilidad» el PSOE no podía impedir su aprobación. En todo caso, entre otras cosas, el grupo socialista, al igual que GxF, criticó la subida lineal del 30% de la tasa de basura «a todo el mundo» en lugar de aplicar el principio de quien «más contamine, pague más».

Sobre esta cuestión, el conseller de Hacienda se comprometió a trabajar conjuntamente con los dos grupos para abordar esta cuestión, aunque recordó que se ha aplicado una subida lineal por igual a todos pero con «los criterios» aprobados anteriormente por el gobierno progresista. «Se ha de reconducir. Tiene el compromiso nuestro de que nos sentaremos para llegar a un acuerdo y que [la tasa] sea justa para todos el mundo», destacó.

Gasto corriente

El presupuesto de Sa Unió contempla un total de 7,5 millones de euros en gasto corriente, con una reducción respecto a las cuentas del año pasado de 657.000 euros. El conseller de Hacienda, Javier Serra, explicó que este pequeño recorte se debe a «un mayor control del gasto» y al hecho de que «se han iniciado los trámites para retornar parcialmente la competencia de gestión de los migrantes menores no acompañados por la falta de infraestructura y de capacidad financiera para hacer frente a la crisis migratoria, que, además, va en aumento de manera desmesurada».

El conseller socialista Rafa Ramírez dijo que, con respecto al presupuesto que intentó aprobar el anterior presidente antes de la moción de censura, el gasto corriente «se ha rebajado un poco», pero «aún no es lo que toca». También destacó que, con el incremento de personal, se evidencia que Sa Unió estaba equivocada cuando exhibía el lema político de que «se podía hacer más con menos». «Se puede decir, pero cuando se hace más cuesta», dijo. También ve «insuficiente» esta bajada la portavoz de Gent per Formentera, Alejandra Ferrer, quien también aprovechó para arreglar cuentas con Sa Unió: «Ahora ven la dificultad de hacer cosas y, a la vez, disminuir el gasto. Y lo mismo con el incremento del gasto de personal. Es irremediable si quieren dar servicio y seguridad a los trabajadores para sobrevivir en Formentera», subrayó Ferrer.

Por su parte, el expresidente Córdoba cargó contar sus excompañeros de Sa Unió, a los que recriminó que el presupuesto aprobado, con su voto en contra, es el mismo que él presentó antes de la moción de censura y que fue rechazado en bloque. «Se ha maquillado con pocos cambios», dijo, al tiempo que indicó que era «muy curioso» que a él le criticasen el incremento del gasto de personal y que ahora se haya «aumentado aún más». Del mismo modo, reprochó al equipo de gobierno que, anteriormente, defendiera que «no hacían falta cargos de confianza» y ahora «ponen dos más»: un adjunto en prensa y un nuevo director insular (cuatro en total).

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