Sant Antoni
Sucesos en Ibiza: Una pelea en una discoteca se salda con una puñalada una semana después
Un joven colombiano asesta una cuchillada a un compatriota en una barbería
El agresor ya se había enfrentado días antes a la víctima, cuya vida no corre peligro

Captura de pantalla de la cámara del local en el momento del apuñalamiento. / DI
M.A./J.A.C./C.N.
D.R. aún tiene el susto en el cuerpo. Trabajaba tan tranquilo, el sábado por la tarde, cuando su barbería fue el escenario del apuñalamiento de un cliente. El joven que entró como una exhalación, con un cuchillo de cocina de grandes dimensiones, se acababa de retocar allí el pelo. Asestó una rápida puñalada a otro cliente y huyó con un cómplice que seguía amenazando a voces al herido. La víctima y el atacante, ambos colombianos, se conocían y habían protagonizado una disputa en una discoteca la semana pasada.
La Policía Local de Sant Antoni acudió de inmediato al lugar con dos patrullas y la Guardia Civil se sumó a la búsqueda de los agresores. Al cierre de esta edición, aún no había trascendido si se había dado con los autores, pero sí que la víctima estaba fuera de peligro tras ser intervenida en el Hospital Can Misses, a donde fue trasladada en ambulancia desde el Centro de Salud de Sant Antoni.
La Policía Judicial de la Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación y baraja que se enfrenta a un ajuste de cuentas, sin descartar que se trate de un conclicto de drogas, según indicó la Oficina Periférica de Comunicación del Instituto Armado.
El lugar de los hechos
En la calle Progreso y las inmediaciones de Es Clot Marès, donde se ubica la barbería, el ambiente era de total desolación ayer al mediodía. Nadie, apenas un grupo de cuatro hombres fumando junto al mercado. Habían oído hablar del apuñalamiento en el local de al lado, pero desconocían la identidad de los implicados. «El dueño suele venir por aquí los domingos», comentaron. Y tenían razón.
El propietario de la barbería, D.R., llegó al minuto. Con toda la amabilidad del mundo, confesaba que seguía completamente consternado. El impacto de presenciar un acuchillamiento se agravaba por los efectos que pueda tener para la imagen de su negocio.

Exterior de la peluquería, en la calle Progreso. / J.A.C.
«Pronto cumplimos cinco años y doy gracias a Dios de que nos ha ido muy bien. Es una lástima que ahora se pueda empañar por algo así. Los dos [agresor y víctima] son clientes y vienen una o dos veces al mes, pero no tienen nada que ver con la barbería», subrayó, antes de abrir la puerta de su local.
Dentro, destaca una mesa de billar en el centro, protegida por una cubierta azul. En el suelo quedan un par de manchas de sangre. «No sangró mucho y en seguida le dimos una toalla para que se protegiera», detalló. De inmediato, llega un agente de la Policía Judicial para tomar imágenes y D.R. se queda con él.
La reconstrucción
Los vídeos grabados por las cámaras del interior recogen con toda claridad el apuñalamiento. El joven que fue acuchillado ya había sido golpeado por su compatriota y tres amigos de este en la refriega previa en el interior de una discoteca. Se ha dado la casualidad de que, una semana después, ambos han coincidido para cortarse el pelo.
D.R estaba con temas de papeleo en su oficina, dentro de la barbería, pero pudo ver todo el incidente a través de un cristal que hace efecto espejo en el salón. Un joven de unos 20 años estaba terminando su turno con un barbero. Otro de 29 llegaba al local, pero se quedó fuera mirando fijamente el interior. Lo había reconocido. Allí sentado estaba el mismo tipo que le pegó con tres amigos días antes, según los testigos.
Se quedó fuera. Esperó a que su rival saliera del interior, con su patín, y se abalanzó contra él con una patada, tumbándole. «Con tus amigos eres muy chulito, pero ahora qué», le increpó. El más joven se levantó y se marchó asegurando que volvería.
Tras esa escena, que dejó estupefacto al personal de la barbería, el hombre de 29 años entró en el local, donde tenía cita. Esperaba su turno apoyado sobre la mesa del billar. Diez minutos después, entró como una exhalación el otro joven con el cuchillo. La víctima se levantó y retrocedió para protegerse, pero la puñalada fue inmediata.
Mientras el agresor salía, el cómplice que le acompañaba, también en la veintena, tuvo tiempo de entrar para increpar al herido. Ambos emprendieron la huida hacia la calle Cervantes. De inmediato, la víctima fue trasladada en un vehículo particular hasta el centro de salud y de allí lo evacuaron en ambulancia. Llegaban dos patrullas de la Policía Local y D.R. no podía dar crédito a lo que estaba pasando.
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