Celebración

La primera bendición de Kira y mucha agua bendita para Oreo

Sant Antoni celebró este viernes el día grande de sus fiestas patronales. Una jornada en la que hubo una misa oficiada por el obispo de Ibiza, Vicent Ribas Prats, procesión, bendición de animales y ‘ball pagès’ .

Decenas de animales bendecidos en la plaza de la iglesia de Sant Antoni para celebrar la fiesta patronal.

Aarón Benet

Aarón Benet

Aarón Benet

American bully, pastor alemán, caniche o chiguagua. Decenas de perros de distintas razas y otros animales, entre ellos varios conejos y algunos periquitos, recibieron este viernes a mediodía la bendición del obispo de Ibiza, Vicent Ribas Prats. Todo ello, en el marco de la celebración del día grande de las fiestas de Sant Antoni, patrón de los animales. Una cita a la que asistieron numerosos visitantes, a pesar de la amenaza de unas lluvias que nunca llegaron a producirse. Eso sí, su simple amenaza fue suficiente para disuadir a muchos humanos de acercarse con sus queridos animales y la bendición duró apenas unos minutos. Nada que ver con las larguísimas colas de otros años.

La fiesta empezó al mediodía con la misa solemne, oficiada por Ribas. No eran ni las doce de la mañana y en el interior de la parroquia portmanyí no había ni un hueco disponible. De hecho, había quien, ante semejante escena, optó por esperar fuera.

«Sant Antoni nos enseña a creer para tener una vida eterna satisfactoria». Con estas palabras Ribas explicó al inicio de su sermón, que la mayoría de los asistentes escuchaban con gran atención, la importancia de Sant Antoni. Sus palabras, repletas de energía, quedaron puntualmente eclipsadas por algunos ladridos de los perros que esperaban ansiosos en la plaza exterior.

Ribas también tuvo tiempo para para hablar sobre la situación de la parroquia portmanyí: «Aún no tenemos párroco en Sant Antoni, pero la gente está siendo muy bien atendida. Eso sí, esperamos tenerlo a partir del próximo mes de junio. Todo esto lleva un proceso largo, aunque sé que luego habrá seguro alguna queja». Una declaración que despertó las risas de los asistentes.

Concluida la misa, que tuvo una duración de una hora aproximadamente, comenzó la procesión. Esta se celebró en los alrededores de la pequeña parroquia. Los santos y sus porteadores tuvieron que esquivar a varias de las inquietas mascotas que esperaban recibir el agua bendita de Ribas. La mayoría de los animales presentes durante la celebración, que eran perros, estaban nerviosos. Era el caso de Thor, un pastor alemán de siete años. Así, lo explicó su dueño, Cristian Torres: «Thor es un perro de campo y lo he traído para que socialice. Está un poco inquieto, pero la verdad es que se está portando muy bien».

Hubo quién optó por llevar a su mascota a pesar de ser todavía un cachorro. Esto ocurrió con Pablo Carballo, que acudió acompañado de su perra, Kira, una caniche que nació hace pocos meses. Carballo relató que Kira estaba «loca de contenta» y decidió llevarla no sólo para «socializar con otros animales» sino también para recibir su primera «bendición».

Para Aina Mayo, una joven que asistió con Nala, su american bully de siete meses, la bendición no era lo más importante: «Sinceramente, que le echen agua bendita a Nala o no me da un poco igual. La he traído para que se relacione con otros perros, ya que no es habitual que se junten tantos animales en un sitio así. La verdad es que de momento está yendo todo muy bien. Me gustaría repetir el próximo año». Mayo añadió: «Seguramente aprovecharé la ocasión para publicar algún vídeo en la cuenta de Tik Tok que le he creado». Mayo explicó que Nala se asustó «bastante por culpa del fuerte ruido de las campanas de la iglesia». A pesar de ello, considera que esta experiencia le servirá a su mascota «para adaptarse mejor al estruendo».

El ruido no fue molestia Oreo, un conejo que tiene solo un año. Mia Illescas Santos, la niña que sujeta al pequeño animal, explicó la mala experiencia de Oreo después de recibir la bendición: «Le han echado demasiada agua y eso le molesta mucho especialmente si es en la parte de la cabeza».

El acto de la bendición de animales tuvo lugar en la plaza de la iglesia de Sant Antoni. Esta nueva ubicación, la habitual es en el passeig de ses Fonts, no pasó desapercibida para la Illescas: «Había venido anteriormente para bendecir a mis perros. Creo que este año con la nueva ubicación ha venido más gente y más animales, aunque puede que solo sea la sensación que me genera el hecho de que la zona de la iglesia es más pequeña».

La ausencia de caballos, asistente habitual en la bendeción de caballos en la fiesta de Sant Antoni, fue otro de los elementos clave de la jornada. Ribas se acordó de ellos durante el sermón previo al inicio de la bendición y aunque no había ninguno, dijo que los bendecía igualmente.

La bendición de animales duró pocos minutos. Acto seguido, empezó el espectáculo de ball pagès a cargo de Sa Colla Brisa de Portmany.

La actuación de Sa Colla Brisa de Portmany despertó el interés de decenas de espectadores que decidieron permanecer en la plaza de la iglesia, atraídos por las dinámicas melodías. Incluso, el alcalde del Ayuntamiento, Marcos Serra, se animó durante unos pocos minutos y replicó los pasos de los balladors.

Tras el ball pagès, llegó el turno de comer. Y es que, se habilitó un parada de desgutación de buñuelos y vino.

Por la tarde estaba prevista la celebración del ‘Suelo es lava’, un juego colaborativo. Mientras que por la noche estaba prevista el concierto ‘The 80s Show By Neon Collective’, una actuación tributo a tres grupos emblemáticos del rock internacional como son The Cure, U2 y Depeche Mode.

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