Trabajo
La reducción de la jornada laboral, meta de los sindicatos en Ibiza para este año
A finales de enero empezará la negociación del nuevo convenio del sector de la hostelería, el más importante de Balears.

El convenio del sector de la hostelería es el más importante que queda por negociar. / J.A.Riera
Aprovechar las buenas cifras del turismo y la bonanza económica para mejorar la calidad de vida de los trabajadores y evitar que las mejoras salariales no queden devoradas por el incremento de los precios de la vivienda. Estos son los objetivos que se han marcado los sindicatos de cara al año 2025, que viene marcado por varios hitos importantes, como las negociaciones para incorporar la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales y el convenio del sector de la hostelería y la restauración, que afecta a 180.000 trabajadores de Balears.
«Consideramos que es razonable que en una época de bonanza económica como la actual se avance en la reducción de la jornada», señala Pedro Campillo, portavoz de la gestora que actualmente dirige el sindicato UGT Pitiusas. Campillo también se muestra crítico con las declaraciones que realizó el presidente de la Pimeef, Alfonso Rojo, quien en la ceremonia de entrega de los premios anuales de la patronal se pronunció en contra de la reducción de la jornada laboral: «No es de recibo escuchar que son los propios trabajadores quienes reclaman trabajar más horas, como dijo hace poco el presidente de la Pimeef. Cuando en el año 1983 el PSOE, con Joaquín Almunia como ministro de Trabajo, redujo la jornada a 40 horas semanales, ya escuchamos a la patronal repitiendo lo mismo que ahora. Lo que no tiene explicación es que, con 40 horas semanales, a un trabajador no le llegue para vivir con dignidad».
Es de la misma opinión José Luis García, secretario general de Comisiones Obreras (CCOO) en Balears: «Parece que con la reducción de la jornada laboral se tenga que acabar el mundo. Un país que está encabezando las subidas del PIB en la Unión Europea también tiene que avanzar en derechos».
Respecto al argumento de la patronal de que los trabajadores temporales prefieren hacer acopio de horas en verano para ganar más dinero, García admite «la anomalía de nuestro mercado laboral, fruto de una industria que solo trabaja durante seis meses», pero que pese a que hay que adaptarse a esta realidad, «esto no puede ir en detrimento de los derechos de los trabajadores»: «Habrá que ver qué pasos podemos dar, pero no podemos renunciar a seguir avanzando en derechos».
El gran convenio
El otro gran hito es el convenio colectivo del sector de la hostelería, que caduca el 31 de marzo y que se tiene que volver a negociar. Se prevé que los contactos se inicien a finales de enero y, según el portavoz de UGT en Ibiza y Formentera, la previsión es que sean unas negociaciones complicadas: «Será duro porque habrá que hablar de muchos aspectos. De jornada laboral, de salario, de horas extra, de condiciones de trabajo. Será duro», advierte Campillo. Señala, además, que este convenio debe marcar una mejora de los salarios de los trabajadores: «En un momento en el que la economía y el turismo van como un tiro, con unas ocupaciones hoteleras altísimas, es el momento de repartir la riqueza entre todos, y la mejor manera es a través del diálogo social».
«Esperamos una subida importante de salarios porque es imprescindible», señala el secretario general de Comisiones Obreras en Balears: «Un convenio tan importante como este debe incorporar temas que contribuyan a transformar el sector que es el motor de nuestra economía. Necesitamos avanzar en temas formativos e implementar mejores condiciones laborales. A provechar que ahora las cosas van bien para avanzar». Para José Luis García, la subida salarial es indispensable ya que, en las islas, «la cesta de la compra es mucho más cara y además el precio de la vivienda lo condiciona todo. Necesitamos que los salarios sean más altos que lo que marca el convenio colectivo».
El condicionante de la vivienda
La vivienda y su disparatado precio es un aspecto que distorsiona esta negociación, ya que embarra unos datos económicos que, a priori, deberían ser muy positivos pero que no se traducen en un bienestar para los trabajadores: «En las Pitiusas, las subidas salariales se deben adaptar no solo al IPC, sino a una realidad: se está expulsando a la gente de la isla, porque solo con el trabajo ya no se puede vivir. El tema de la vivienda es esencial, porque es lo que hace que los trabajadores vivian con dignidad», añade Campillo.
Para el portavoz de la gestora de la UGT pitiusa otro tema primordial es la cobertura de las vacantes que existen en la administración pública, unas vacantes que, precisamente, son difíciles de cubrir a causa de los precios de la vivienda: «Hay que seguir dando la estabilidad en el empleo de la administración pública. Es imprescindible recuperar las plazas de la Administración General del Estado que en Ibiza siguen vacantes porque nadie quiere venir a trabajar a las islas».
Para Comisiones Obreras, el otro hito de 2025 será el pacto social y político para la sostenibilidad de Balears que ha iniciado el Govern: «Una vez hecho el diagnóstico de la situación, es el momento de tomar medidas valientes que garanticen el futuro de estas islas».
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