El mundo del arte de Ibiza llora la muerte de Joël Roger, fundador de la galería Es Molí

La galería estuvo abierta entre 1978 y 2010 y en ella llegó a montar exposiciones de artistas de la talla de Dalí y Tàpies

Joël Roger en su galería en 2008.

Joël Roger en su galería en 2008. / Vicent Marí

La cultura de Ibiza está de luto hoy por la muerte de Joël Roger, fundador de la mítica galería Es Molí de Santa Gertrudis, que durante más de treinta años impulsó el arte en la isla, donde llegó a traer obras de artistas de la talla mundial de un Dalí o un Tàpies.

"Hoy nos ha dejado Joel Roger galerista de la Galería Es Molí en Ibiza, que permaneció en activo más de treinta años, y de la que fui partícipe en numerosas exposiciones tanto colectivas como individuales, y con quien pude compartir tanto con él, como con Vetik (su mujer durante muchos años), tantos y tantos momentos, como si fuera familia. Hoy se cierra definitivamente un largo ciclo, repleto de vivencias de esa Ibiza bohemia", lamentaba el domingo en su cuenta de Facebook Manuel Rodríguez Méndez, uno de los artistas que expuso en aquella isla que respiraba libertad y fue refugio de creadores.

Enamorado de Ibiza, el francés Joël Roger fundó junto a su mujer Vetik la mítica galería Es Molí en 1978, tras desprenderse de las dos salas que regentaba en París, una dedicada a la venta de arte moderno y otra que exhibía antigüedades, para instalarse en la isla, donde pasaban sus vacaciones desde 1973. Compraron una casa payesa de Santa Gertrudis, junto a la carretera de Sant Miquel, que en su día albergó un molino de harina, y la adaptaron para sala de exposiciones, que pronto alcanzó renombre internacional.

Más de treinta años

En sus más de treinta años de existencia, hasta que cerró en 2010, en ella se pudo disfrutar de la obra gráfica de artistas como Dalí o Tàpies y de la pintura, escultura y fotografía, entre otros, de Elmyr de Hory, Will Faber, Rudolf Kügler, James Taylor, Christine Spengler, Andrés Monreal, Antonio Villanueva, Elect, Lorenzo Quinn, Bill Fulljames, Miguel Castaño, Cristina Rubalcava, Antonia Maxwell o Manuel Rodríguez Méndez, recuerda la Fundació Carloandrés, que también destaca que Es Molí fue una de las pocas galerías ibicencas que participó dos veces en la feria de arte ARCO, la primera, en 1984, con obra del malogrado Lluís Güell.

«Conocimos una isla mágica, abierta, moderna. Y los ibicencos son muy receptivos. Es la isla del Mediterráneo donde se acepta mejor al extranjero. Por esto es una isla tan cosmopolita, tan internacional», confesaba Roger en 2008 a Diario de Ibiza, al explicar lo que le había cautivado de la isla, aunque lamentaba que el avance de las comunicaciones, la globalización y el paso del tiempo habían hecho mella también en este aspecto en Ibiza, que había sufrido un proceso de estandarización, que le "entristecía". De todas formas, él aún defendía el "encanto" de una isla que había convertido en su hogar y a la que recompensó con mucho arte.

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