Así vivieron los vecinos de Cala de Bou la muerte del hombre italiano en su furgoneta: "Cambió de decisión y se metió en el vehículo mientras ardía"

Los testigos coinciden en que les alertó "una explosión muy fuerte"

Así quedó la furgoneta tras la explosión

Así quedó la furgoneta tras la explosión

Algunos vecinos de Cala de Bou vivieron en primera persona el trágico suceso del hombre que murió quemado en su furgoneta (una Kangoo). Ocurrió el martes sobre las siete de la tarde, cuando un ciudadano italiano de 51 años, vecino del barrio y que vivía en un bloque de apartamentos situado muy cerca del lugar del suceso, encontró la muerte dentro de su furgoneta.

Algunos vecinos estaban paseando con sus perros por la zona y otros regresaban a casa después de trabajar, pero todos coinciden en lo mismo: fue una escena insólita, según narraron al día siguiente a Diario de Ibiza. De acuerdo a este testimonio, compartido por varios testigos visuales, el dueño de la furgoneta se alejó de la misma cuando empezó a arder, se supone que intencionadamente.

"Empezamos a gritarle a la víctima que se alejara del fuego, y así empezó a hacerlo, caminando. Sin embargo, en un momento dado decidió cambiar súbitamente de decisión", explica un vecino. Este testimonio coincide con el de otro testigo, quien además añade que todos le pedían al hombre que corriera en sentido opuesto al de su vehículo en llamas.

El ciudadano italiano volvió sobre sus pasos sin hacer caso de las advertencias desesperadas que escuchaba por boca de sus vecinos y se arrojó dentro del vehículo en llamas, lo que confirmaría la hipótesis principal de las autoridades que investigan el suceso, que desde un primer momento apuntaron a un posible suicidio.

"El humo del incendio alertó a los vecinos que aún no se habían percatado y rápidamente bajaron a retirar su coche cuando la furgoneta ya estaba ardiendo antes de explotar", cuenta una testigo. El coche ardió durante unos minutos antes de explotar, por suerte para todos esos vecinos que arriesgaron el tipo para conservar su coche, entre ellos el dueño del que estaba aparcado justo detrás de la furgoneta siniestrada.

Fue entonces cuando "se escucharon dos o tres explosiones muy fuertes", según recuerda otra mujer que siguió de cerca todo el suceso. La hipótesis principal es que la primera de esas explosiones correspondía al depósito del vehículo y la segunda, a la de la mencionada bombona de butano.

"Yo estaba en casa y escuché una explosión muy fuerte. No tenía ni idea de lo que podía ser", explicaba un vecino en un descampado colindante, donde los perros volvían a trotar con naturalidad tan solo unas horas después del incendio.

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