Suceso

Incendio en Ibiza: La duda fatal del fallecido en Cala de Bou

El ciudadano italiano que falleció el martes por la tarde en Cala de Bou protagonizó una insólita escena antes de perder la vida.

Algunos vehículos aparcados junto al siniestrado fueron retirados por sus dueños. | D.I.

Algunos vehículos aparcados junto al siniestrado fueron retirados por sus dueños. | D.I.

Guillermo Sáez

Guillermo Sáez

Los testigos presenciales de la explosión fatal que sobresaltó este martes a los vecinos Cala de Bou dibujan un suceso algo extraño. Ya eran las siete de la tarde, y por lo tanto noche cerrada en esta zona que pertenece al municipio de Sant Josep, cuando un ciudadano italiano de 51 años, vecino del barrio y que vivía en un bloque de apartamentos situado muy cerca del lugar del suceso, encontró la muerte dentro de su furgoneta, un vehículo que acabó calcinado.

La furgoneta, ardiendo junto a la subestación eléctrica. | D. I.

La furgoneta, ardiendo junto a la subestación eléctrica. | D. I.

Por motivos que se desconocen, la furgoneta (una Kangoo) comenzó a arder a la altura del número 14 de la calle Navarra. Se trata de una zona eminentemente residencial y muy tranquila, sobre todo en esta época del año, situada junto a un descampado y en la parte trasera de un supermercado Suma. Enseguida se despertó la alarma entre los vecinos de la zona. Algunos se encontraban paseando a sus perros por el mencionado descampado y otros volvían a sus domicilios tras su jornada de trabajo. Los que se encontraban más cerca presenciaron una escena insólita, según narraron al día siguiente a Diario de Ibiza. De acuerdo a este testimonio, compartido por varios testigos visuales, el dueño de la furgoneta se alejó de la misma cuando empezó a arder, se supone que intencionadamente.

Los vehículos aparcados junto al siniestrado quedaron indemnes. | G.S.

Los vehículos aparcados junto al siniestrado quedaron indemnes. | G.S.

Los testigos empezaron a gritarle a la víctima que se alejara del fuego, y así empezó a hacerlo, caminando. Sin embargo, en un momento dado decidió cambiar súbitamente de decisión, a pesar de los gritos que seguían pidiéndole que corriera en sentido opuesto al de su vehículo en llamas. Siempre según el relato de estos testigos, el ciudadano italiano volvió sobre sus pasos sin hacer caso de las advertencias desesperadas que escuchaba por boca de sus vecinos y se arrojó dentro del vehículo en llamas, lo que confirmaría la hipótesis principal de las autoridades que investigan el suceso, que desde un primer momento apuntaron a un posible suicidio.

Operarios de limpieza en el lugar del suceso. | G.S.

Operarios de limpieza en el lugar del suceso. | G.S.

Explota la bombona

Con el coche completamente envuelto por las llamas, una enorme columna de humo negro se elevó hacia el cielo y terminó de alertar a los pocos vecinos de la zona que aún no estaban al tanto de lo que estaba ocurriendo. En una situación tan peligrosa como esta, y seguramente desconociendo que en el maletero de la furgoneta había una bombona, tal y como confirmaron fuentes de la investigación, hubo vecinos que tuvieron la enorme sangre fría, y quizá también la inconsciencia, de pensar en salvar sus bienes materiales. «Algunos vecinos bajaron a retirar su coche cuando la furgoneta ya estaba ardiendo antes de explotar», cuenta una testigo. El coche ardió durante unos minutos antes de explotar, por suerte para todos esos vecinos que arriesgaron el tipo para conservar su coche, entre ellos el dueño del que estaba aparcado justo detrás de la furgoneta calcinada.

Fue entonces cuando «se escucharon dos o tres explosiones muy fuertes», según recuerda otra mujer que siguió de cerca todo el suceso. La hipótesis principal es que la primera de esas explosiones correspondía al depósito del vehículo y la segunda, a la de la mencionada bombona de butano.

La subestación eléctrica

Hasta la zona se desplazaron tres bomberos con un vehículo autobomba y un caporal. El dispositivo logró sofocar el incendio sin lamentar daños mayores. Y es que la deflagración del vehículo podría haber tenido consecuencias mucho más importantes, ya que se produjo justo al lado de un centro de transformación eléctrica gestionado por la compañía Endesa. Se trata de una instalación eléctrica que tiene como función principal modificar los niveles de tensión de la energía eléctrica que recibe y distribuye. En caso de que hubiera explotado, con toda seguridad se habrían producido daños mucho más importantes, así como el corte del suministro eléctrico de la zona. Por suerte, esto no ocurrió y el fallecido fue la única víctima.

Antes de que se produjeran las explosiones, agentes de la Policía Local de Sant Josep y de la Guardia Civil habían acordonado la zona y cortado la calle Navarra, hasta donde se acercaron numerosos curiosos para seguir las evoluciones del suceso. Una vez que las llamas habían sido sofocadas por los bomberos, la Policía Judicial de la Guardia Civil inició su investigación sobre el terreno y, cuando hubo recabado toda la información posible, se levantó el cadáver y la furgoneta fue transportada hasta el depósito municipal de vehículos de Sant Josep. En cuanto al cuerpo, fue llevado al depósito a la espera de la preceptiva autopsia.

Este miércoles, los vecinos de la zona amanecieron entre la incredulidad por lo sucedido y también la ignorancia, ya que algunos de ellos aseguraban que ni siquiera conocían los hechos. «Yo estaba en casa y escuché una explosión muy fuerte. No tenía ni idea de lo que podía ser», explicaba un vecino en un descampado colindante, donde los perros volvían a trotar con naturalidad tan solo unas horas después del incendio.

Desde primera hora de la mañana, un grupo de operarios de limpieza del Ayuntamiento de Sant Josep acababan de retirar los resto del suceso e incluso se veían obligados a verter alquitrán sobre el asfalto, ya que el incendio había devorado la capa que se encontraba justo debajo de la furgoneta. Por toda la zona todavía se podían ver muchos pequeños trozos de cristal procedentes de las lunas del vehículo. Muchos de ellos impactaron contra la vivienda situada enfrente del siniestro y bajo sus paredes todavía se acumulaban a la espera de que los operarios los recogieran.

Vecino del barrio

La víctima era un vecino del barrio que vivía en un apartamento situado en un bloque de la calle Madrid, perpendicular con la calle Navarra en la que perdió la vida. De hecho, fue uno de sus vecinos quien grabó el primer vídeo del incendio, un documento que rápidamente se difundió por las redes sociales, prácticamente al mismo tiempo que los bomberos informaban a través de este mismo canal de que un coche estaba ardiendo en la vía pública.

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