Reparar el faro de sa Conillera por falta de mantenimiento costará 1,16 millones

La Autoridad Portuaria de Balears (APB) invertirá 1,16 millones de euros para la rehabilitación integral del faro de sa Conillera, después de que la falta de mantenimiento haya provocado el colapso de una parte de la cubierta de los pabellones anexos a la torre. Los trabajos, adjudicados a la constructora Tecopsa, tienen una duración de seis meses y no podrán llevarse a cabo en verano, durante la época de nidificación de las aves del islote.

La memoria justificativa de la rehabilitación deja claro que «el faro de sa Conillera presenta un estado de conservación deficiente», tal y como informó este diario el pasado mes de octubre. Así, una parte del tejado colapsó, «dejando las dependencias de uno de los pabellones a merced de las inclemencias meteorológicas».

Además, «partes del falso techo se han derrumbado y las particiones interiores presentan desconchones en numerosos puntos», según detalla el informe técnico del proyecto. Estos desperfectos más graves se produjeron en las dos edificaciones que flanquean la torre central y que, en su época, sirvieron de vivienda para los fareros.

Se da la circunstancia de que ya en el año 2010, el entonces director de la Reserva Natural de es Vedrà, es Vedranell i els Illots de Ponent, Joan Torres Marí, advirtió de la degradación que estaban sufriendo estos pabellones anexos. Entonces, Torres propuso que se creara una estación biológica para reformar y aprovechar esas instalaciones.

Impacto del temporal

La APB adujo el pasado mes de octubre que el derrumbe de las cubiertas habían ocasionado por los daños de la DANA que sacudió a las Pitiusas a mediados del pasado mes de agosto. También indicó que las labores de mantenimiento y revisión del estado del faro estaban obstaculizadas al encontrarse en un islote.

Dado que debían repararse las cubiertas para evitar que siguiera deteriorándose el edificio, la APB amplió su plan de intervención para así acometer la reforma integral de la infraestructura, según indicó la portavoz del organismo.

La programación de las obras debe respetar la protección medioambiental de sa Conillera, que forma parte de la Reserva Natural de es Vedrà, es Vedranell i els Illots de Ponent. De esta manera, quedan vetados los trabajos durante el periodo estival para que no pueda afectar a la nidificación de la avifauna.

El traslado de los materiales de obra y de una docena de operarios hasta el islote supondrá otra dificultad añadida, ya que deberá alquilarse una barcaza. También se contempla recurrir ocasionalmente a algún helicóptero, especialmente para el traslado de los contenedores especiales para los residuos de obra.

Historia

El de sa Conillera es uno de los seis faros de las Pitiusas que se levantaron de la mano del mallorquín Emili Pou, que fue el ingeniero jefe de las obras públicas en Balears. Pou también fue el responsable del proyecto general de mejoras del puerto de Vila.

El faro de sa Conillera entró en funcionamiento a finales de 1857, tras casi dos años de obras. En 1908, se construyeron los dos edificios que se destinaron a vivienda de los fareros hasta el año 1971, cuando la señal lumínica quedó automatizada.

Esta infraestructura también fue objeto de polémica en 2014 cuando el Grupo de Empresas Matutes presentó un proyecto para reconvertirlo en un hotel rural. La propuesta quedó descartada por la conselleria de Medio Ambiente.

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