Emoción navideña en Ibiza hasta el último minuto

Los Reyes Magos visitan es Clot en una fiesta con reparto de regalos y chocolatada

Fiesta de sus majestades ayer en el parque de la Paz, con reparto de regalos.

Fiesta de sus majestades ayer en el parque de la Paz, con reparto de regalos. / J.A.RIERA

Toni Escandell Tur

Toni Escandell Tur

Si en las cabalgatas de los Reyes Magos predominan la magia, la puesta en escena y la ilusión de ver llegar a sus majestades en su trayecto desde Oriente rodeados de luces y bailarines, el 6 de enero siempre es una oportunidad especial para poder conocer de cerca y hablar con Melchor, Gaspar y Baltasar. Junto con sus pajes reales y demás ayudantes, la mañana del día de Reyes, todavía con la resaca emocional de la noche anterior, sus majestades visitan varios barrios y pueblos de la isla de Ibiza. A modo de ejemplo, este lunes al mediodía charlaron con muchos niños y niñas del barrio de es Clot y los alrededores, concretamente en el parque de la Paz, donde estuvieron repartiendo regalos y caramelos.

Emoción navideña hasta el último minuto

Gaspar posando con vecinas de Ibiza. / J.A.Riera

Todo ello en el marco de una fiesta infantil (organizada por la asociación de vecinos con la colaboración del Ayuntamiento de Ibiza) con chocolatada incluida, con 20 litros a cargo de la Churrería Moreno. Hay quienes aprovechan el evento para estrenar sus juguetes. Joan Steven, de cinco años de edad, enseña orgulloso el muñequito animal de color amarillo que le han traído mientras se llena los bolsillos de los caramelos que le acaban de entregar los Reyes de Oriente a su paso por Vila. En la misma situación está su primo, Matías Rodrigo, que tiene tres años y le han traído un camión, otro de los regalos más demandados a sus majestades cada año.

Emoción navideña hasta el último minuto

Los niños subieron al escenario a recoger regalos. / J.A.Riera

La carta de regalos

«Siempre participamos de las actividades que se hacen el Día de Reyes. Somos de este barrio y anoche vimos la cabalgata desde esta zona. Cada año, cuando comienzan a colocar los adornos navideños, los peques de la casa ya comienzan a pedir qué quieren para Papá Noel y los Reyes», explica Rodrigo Quiñónez, padre de Matías y tío de Joan, quienes están en esta fiesta en es Clot desde el primer minuto.

«Hemos repartido regalos, muchos caramelos, nos hemos sacado fotografías con todos los niños... Ha ido todo muy bien. Antes de llegar al parque de la Paz hemos pasado por la iglesia del Rosario, donde hemos hecho la ofrenda al niño Jesús», destaca el rey Melchor en declaraciones para Diario de Ibiza. El paje real y la pastorcilla que le acompañan en el momento de la conversación explican que, además del reparto de regalos previa inscripción que se ha celebrado en el escenario de esta plaza de la ciudad, también se han entregado a quienes no estuviesen en la lista, incluyendo a niños y adultos, para que nadie se quedase sin ser protagonista de esta última fiesta navideña. «Hemos cantado villancicos durante todo el camino y también en la iglesia», cuenta, visiblemente contenta, una pastorcilla de la comitiva real.

A pocos metros se encuentran Estefanía Arceluz y Mariló Morilla, dos madres y amigas que tampoco han dudado en acercarse con sus pequeñas al parque de la Paz, aprovechando esta visita de los Reyes Magos. Este año se han animado por primera vez a acudir a una fiesta real el día 6, y anoche disfrutaron del desfile desde el balcón de un primer piso. A su alrededor juegan muy emocionados sus peques, de tres, cuatro y seis años. Edad suficiente como para tener la consciencia necesaria para disfrutar al máximo de las Navidades. Los Reyes les han traído una bicicleta, un lego, algún peluche, un kit de enfermera y botellas de aluminio para el cole.

Ver una larga fila de vecinos y no tan vecinos esperando para comprar en la unidad móvil de la Churrería Moreno ha sido una estampa muy habitual en el parque de la Paz durante todas estas fiestas. «Las Navidades han ido bien, son una época de temporada alta, pero para todo el mundo, también para la hostelería, y a la gente le gusta lo que hacemos porque es un producto familiar. La gente nos conoce desde hace años. Antes no vendíamos como ahora, ha ido a más», explican Gabriel Belmonte y Mari Paz Moreno. También destacan que los churros o las porras que preparan «no son un producto industrial, sino artesanal, que se hace en el momento y lleva su tiempo», añaden en conversación con este diario tras cerrar la churrería. Aun así, más personas se van acercando para preguntar si aún están a tiempo de ponerle el toque dulce al último día navideño. n

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