Reyes Magos

La cabalgata más multitudinaria alegra las calles de Ibiza

Melchor, Gaspar y Baltasar animan su recorrido en Vila con una comitiva de medio millar de acompañantes

Vídeo: Cabalgata Reyes Magos Ibiza

CARLA TORRES JUAN

Josep Àngel Costa

Josep Àngel Costa

Con más de una hora de antelación a la hora prevista para la arribada de la golondrina de los Reyes Magos este domingo por la tarde, numerosas familias aguardan en el muelle de las barcas de Formentera. Reservan las mejores posiciones, tras la barrera, para contemplar el desembarco de Melchor, Gaspar y Baltasar. Desconocen que, en pocos minutos, los más pequeños podrían saludarlos en la cercana iglesia de Sant Elm.

Hasta ahora, la Adoración al Niño Jesús se celebraba a mitad de la cabalgata real. Al llegar a la iglesia del Roser, sus Majestades de Oriente se tomaban una pausa en su recorrido para cumplir con la ceremonia. Para evitar esa interrupción, este año se ha optado por adelantar esa cita de Melchor, Gaspar y Baltasar a las cinco de la tarde y trasladarla a la parroquia del barrio de la Marina. Más de un niño se lleva la sorpresa de su vida cuando se topan con ellos a las puertas del templo, esperando a que termine el repique de campanas.

Dentro esperan una cuarentena de personas. Mateo, de tres años, sigue ojiplático y boquiabierto la llegada de sus Majestades, que se detienen en el pasillo para saludarlo a un par de metros. El pequeño, en brazos de su padre, Isaac, les devuelve el gesto con la mano. Confiesa que su favorito es Baltasar. El año pasado ya cumplieron con el patinete que pidió y mañana confía en encontrarse con una bicicleta al despertar.

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Una de las comparsas, a su paso por Isidor Macabich. / V.Marí

Los tres coristas y varios feligreses acompañan la entrada de la comitiva real entonando el Adeste Fideles. El obispo, Vicent Ribas, aguarda en el altar alzando la figura del Niño Jesús para que Melchor, Gaspar y Baltasar le presenten sus respetos.

Tras las lecturas del párroco, Carlos Guillermo de Jesús Herrera, el obispo dedica unas palabras a sus Majestades. Les agradece, especialmente, el enorme detalle que han tenido momentos antes al visitar a los niños ingresados en el Hospital Can Misses. Antes de despedirles, Ribas invita a los presentes a cantar un villancico y todos se animan a seguirle con el ‘Campana sobre campana’.

El recorrido de siempre

Al finalizar la breve ceremonia en Sant Elm, a las cinco y veinte de la tarde, el muelle de las barcas de Formentera ya empieza a estar abarrotado. Las primeras filas del cruce de la avenida de Santa Eulària con Bartomeu de Roselló también están completamente ocupadas.

Hacía cinco años que los Reyes Magos no desembarcaban en esta zona del puerto, su lugar de atraque tradicional. En 2024 arribaron a bordo de su golondrina hasta sa Riba y arrancaron su marcha junto al Martillo. El año anterior, lo hicieron en ses Figueretes, ya que las obras de la avenida Isidor Macabich obligaron a modificar el circuito tradicional. Y en 2021 y 2022, con las restricciones del covid, se descartó el trayecto marítimo de sus Majestades.

El regreso al recorrido tradicional se nota con la masiva afluencia de público en las inmediaciones del puerto. El bullicio en las calles se acompaña del ajetreo en las tiendas de ropa de Bartomeu de Roselló, que se benefician de las compras a última hora. Las siete carrozas que forman la cabalgata de este año ya esperan en fila junto al muelle, con todos los pajes y acompañantes en sus sitios.

En los laterales, van ensayando las numerosas comparsas de las academias de baile que se han sumado para ofrecer sus espectáculos. Este año, el despliegue se ve más multitudinario que nunca, con un total de 480 participantes.

El artista

Una persona va recorriendo de punta a punta toda la caravana con gesto vigilante, pero también de plena satisfacción. Es Juan Luis Molina, más conocido por su nombre artístico, Streakka. Es el responsable, junto a Rodrigo Martins, del montaje de todas las carrozas, una tarea a la que se han entregado por completo desde el mes de octubre.

El año pasado, el rostro de Streakka revelaba su preocupación por la tormenta que estaba a punto de arreciar y que amenazaba con echar por tierra todo el trabajo previo. Contra todo pronóstico, la tempestad no hizo acto de presencia hasta el final del recorrido y los vileros pudieron disfrutar de la cabalgata.

En cambio, ahora Streakka puede disfrutar con total tranquilidad de que todo el pasacalles irá sobre ruedas. Además, es la primera vez que puede contemplar todas sus carrozas una tras otra, totalmente decoradas e iluminadas y con el medio millar de participantes ataviados para la ocasión. «Claro que me hace ilusión ver cómo ha quedado el montaje, sobre todo por la respuesta de los niños», confiesa.

Cuando faltan dos minutos para las seis de la tarde, un niño grita «que llegan, que llegan». A lo lejos, se divisa una gran estrella de Navidad sobre una barca y los Reyes Magos saludando en proa. Desembarcan saludando a multitud de niños y se dirigen a sus carrozas.

Es hora de pasear por las principales calles de Vila, arrojando 1,5 toneladas de caramelos, hasta llegar a s’Alamera para recibir la bienvenida del alcalde, Rafael Triguero. Ya solo les quedará repartir los regalos.

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