Fin de Año | Comida solidaria en Cáritas

Comida de Fin de Año en Cáritas Ibiza: Nadie sin fiestas navideñas

Cerca de medio centenar de personas dicen adiós al 2024 en la comida de fin de año del centro de día de Cáritas, en Vila, con un menú especial donado por la Residencia Reina Sofía y reparto de pizzas elaboradas por el equipo del restaurante Osteria 17 Ibiza

Cáritas señala que la cifra de usuarios del comedor social ha subido a lo largo de los años y que las causas son diversas

Toni Escandell Tur

Toni Escandell Tur

Ibiza

Ugo Reitano, siciliano afincado en Ibiza desde hace muchos años, ha cerrado el 2024 queriendo aportar un menú especial para el último día del año a personas que atraviesan una situación de dificultad. Al mediodía de este martes su equipo del restaurante Osteria 17 Ibiza (es propietario de la cadena ‘17’) preparó alrededor de 50 pizzas para usuarios del centro de día del comedor social de Cáritas, en Vila. Hay pizzas margarita, otras de calabacín, algunas con una crema de tomate amarillo... Una donación que ha coordinado en muy pocos días con el párroco de Santa Creu y también delegado episcopal de Cáritas, Miguel Ángel Riera. El domingo hablaron y Reitano le propuso cocinar para todos quienes despidiesen el año en prisión. Sin embargo, esto requiere de un protocolo especial y apenas quedaban dos días por delante, así que finalmente se optó por hacer lo propio con los usuarios de esta entidad social de la Iglesia. El objetivo era aportar su granito de arena a personas en situación de vulnerabilidad y así se ha logrado.

De izquierda a derecha: Ugo Reitano, Miguel Ángel Riera y uno de los usuarios de Cáritas.  |

| Trabajadoras y voluntarias de Cáritas tras la llegada de las pizzas. / TONI ESCOBAR

No es ni el primer ni el último día de estas fechas navideñas en el que Cáritas ofrece menús especiales proporcionados por la Residencia Reina Sofía. Así, este martes al mediodía llegan al comedor social los lotes de comida. Hay un poco de todo: una crema de coliflor, espárragos, gambas, dorada... Por otro lado, en una mesa están ya apiladas las pizzas, que se reparten al final de esta comida de despedida del año para que los usuarios de Cáritas puedan disfrutar de ellas por la noche o cuando lo deseen. «Están aquí las personas que vienen cada día al comedor. Son 42, pero estos días de Navidad estamos pidiendo un poco más de menús por si a última hora viene alguien» que aún no está fichado como tal por las trabajadoras de Cáritas, explica Sanaa Choueli, integradora social y monitora, mientras se dirige hacia el mencionado restaurante junto con tres usuarios de Cáritas, con carretillas de mano, para recoger las pizzas. Uno de ellos es Luis Miguel, que llegó a Ibiza hace tres semanas. Antes nunca había estado en la isla y todo apunta a que 2025 empezará con buen pie: «La primera semana en Ibiza estuve dando tumbos hasta que conocí a una persona que me acercó a Cáritas. Una empresa de limpieza ya me ha dicho que me contrata y solo me falta entregarles algún papel más. La verdad es que estoy muy contento», cuenta sonriente mientras espera a poder cargar la segunda tanda de pizzas.

Casuística variada

La integradora explica que el perfil de las personas a las que atienden es muy diverso. No hay una única causa: desde quienes tienen problemas de adicción (al juego, al alcohol u otras drogas) hasta quienes sufren un contexto de vulnerabilidad exclusivamente económica por la crisis de la vivienda. También hay usuarios que se encuentran en situación administrativa irregular, lo que dificulta aún más construir un proyecto de vida en la isla, o gente con problemas relacionados con la salud mental.

El empresario Ugo Reitano y el delegado de Cáritas Miguel Ángel Riera, con las pizzas donadas a esta entidad de la Iglesia el 31 de diciembre.

El empresario Ugo Reitano y el delegado de Cáritas Miguel Ángel Riera, con las pizzas donadas a esta entidad de la Iglesia el 31 de diciembre. / Toni Escandell Tur

Estos menús especiales se entregan con el objetivo de que todos ellos también sean parte de la celebración navideña; se trata de no dejar a nadie atrás en estas fechas tan señaladas. La gran mayoría de quienes se sientan en las mesas del comedor social son hombres. «En Cáritas Ibiza intentamos ser familia, nos gusta conocer la vida de estas personas, saber con quién estamos hablando y estar ahí», añade la monitora. Antonio Miguel, otro de los tres hombres que han ayudado a Sanaa Choueli a cargar pizzas, aplaude que ofrecer menús especiales «es una gran idea para salir de la monotonía» y concluye que «la iniciativa ha salido muy bien». Él siempre está dispuesto a echar una mano para organizar cosas, haciendo de alguna manera, a su vez, de voluntario.

Suben los casos

El delegado episcopal comenta que «la situación de Cáritas ha cambiado mucho», tanto por el aumento de usuarios como por la diversificación de los perfiles de quienes tocan a la puerta. Riera puede dar fe de ello puesto que lleva unas tres décadas relacionado con Cáritas. «No había tanta gente pidiendo comida como ahora. Además, pensemos que en esta noche de 31 de diciembre otras entidades también hacen repartos. Es decir, hay mucha gente en la calle», lamenta Riera, aprovechando para destacar la importancia del papel que jugará el centro de baja exigencia de es Gorg, cuyas obras empezarán en los próximos meses. «Esperemos que dé una solución a la gente que está en la calle».

«Al principio el albergue estaba detrás de Santa Creu y era aquí donde se daba la comida de Navidad», recuerda como anécdota.

Además, tanto Riera como Choueli coinciden en señalar que si bien antes se atendían casos de personas con problemas de adicción, ahora se suman otras casuísticas como las grandes dificultades para acceder a una vivienda digna o trastornos de salud mental, a veces como consecuencia del consumo de sustancias.

«Tratamos de hacer lo posible para que todos puedan tener su plato de comida en la mesa, y más con este frío y esta lluvia», destaca Jesica Vega, joven que ya había ejercido de voluntaria en comedores sociales de Argentina y que ahora lo hace en Ibiza. Trabajó durante toda la temporada y ahora, aprovechando que, como tantos otros residentes, tiene más tiempo libre, se animó a echar una mano en Cáritas. En conversación con este diario, pide más empatía con quienes se encuentran en situación de calle: «Tienen sus problemas de la calle, así que cuando están aquí quieren hablar de otros asuntos y yo les presto el oído. Me llevo muy bien con los chicos, interactúo, paso tiempo con ellos. Todos los días recibo regalos, se crean vínculos. Eso es muy lindo. Luego te saludan por la calle y una se siente cuidada».

Los vínculos

«Además, aquí hay comunicación también entre quienes vienen al centro de día», apunta, por su parte, Andrej, quien, como Jesica, se encuentra en un cuarto/cocina pocos minutos antes de que lleguen los lotes de comida de la Residencia Reina Sofía.

Quien se sienta al lado de Luis Miguel en la mesa es Jonnathan. Llegó a Ibiza a mediados de octubre, aunque lleva seis años en total en España. «Que preparen comidas como esta es algo muy bonito. Cambiar el menú de vez en cuando para hacer algo especial estimula a las personas para seguir adelante, estimula a quienes no tienen acceso a este tipo de comidas», valora. Jonnathan explica que Cáritas coordina para ir derivando a sus usuarios a diferentes servicios. «A mí me gusta colaborar con ellos cuando se trata de limpiar u ordenar cuando ya se ha terminado todo y toca dejarlo como estaba», añade. Además, en el centro de día están buscando más voluntarios, así que los interesados son bienvenidos a ponerse en contacto con Cáritas para gestionarlo.

Finalmente, para Reyes, a los usuarios se les entregará un kit variado a modo de regalo navideño gracias a donaciones de diferentes empresas, como Perfumerías Clapés, y también de la Liga española de fútbol.

Ejemplo de superación

Para Suzi Ferreira, encargada de la tienda solidaria de ropa de Cáritas (ubicada en la calle Felip II), lo más bonito de trabajar en Cáritas es ver la evolución de las personas, «cómo alcanzan sus propósitos»: «La persona que acude también hace su parte al llegar hasta donde puede llegar. Siempre digo: si yo he podido, tú puedes y mucho más».

Y es que Ferreira, brasileña afincada en Ibiza desde hace nueve años, fue usuaria de Cáritas. «Me ayudaron dándome ropa, yo también estuve en una situación de calle», relata. Este martes echa una mano en la comida de Fin de Año, explica a este diario tras cortar el pan en rodajas para todos los presentes. Ahora es todo un ejemplo a seguir para los actuales usuarios de esta entidad social.

Los menús navideños

Cáritas ha repartido varios menús especiales para estas fechas navideñas a través de donaciones de la Residencia Reina Sofía. Si en su comedor social de Vila ayer ofrecieron una crema de coliflor con gambas y piñones, espárragos trigueros de primero, dorada con verduras salteadas de segundo y polvorones como postre, hoy, para recibir el año, servirán sopa de galets, cordero asado con compota y patatas y, como postre, varios dulces. Finalmente, el día de Reyes los usuarios del comedor social de esta entidad tendrán crema de lombarda y maíz, pavo a la naranja con miel y turrones. Además, ayer también se repartieron unas 50 pizzas del restaurante Osteria 17.

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