Sanidad
Por el derecho a poder morir en casa
El servicio de apoyo a la atención domiciliaria, que atiende a personas que quieren morir en su casa, en vez de hacerlo en un hospital, cumple 25 años desde su creación. Lo componen profesionales que atienden a los pacientes moribundos y a sus propios familiares para afrontar la muerte.
Si se realizara una encuesta y se le preguntara a cada persona dónde desea morir, seguramente la mayoría contestaría que en su propio domicilio. Y es que para poder pasar los últimos momentos de vida en tu propia casa, acompañado de las personas más próximas, en vez de hacerlo en una fría cama de hospital, es necesario que se cumpla el derecho que tienen todos los enfermos, siempre que se den las circunstancias para poder respetarlo. Para cumplir este deseo la conselleria de Salud cuenta con una unidad especializada en la atención de estos pacientes que se encuentran a las puertas de la muerte y que no desean morir en un hospital. Se trata del llamado Equipo de Apoyo de Atención Especializada (ESAD) que este año ha cumplido sus 25 años. Su labor se coordina desde Palma. Se dispone de ocho equipos, que están compuestos por un médico, enfermera, psicólogo y personal administrativo. Son profesionales del sistema sanitario que se encargan de atender a los pacientes que han perdido la esperanza de poder curarse de una enfermedad y que permanecen acostados en una cama de su domicilio, esperando que llegue el momento de su muerte.
La consellera de Salud, Manuela García, realizó esta semana una visita a estos profesionales, que desarrollan un trabajo tan complicado, como es el de dar apoyo, tanto médico como psicológico, a los pacientes que están agonizando y a sus familiares. El objetivo principal es que el enfermo no sufra. Para ello se le proporciona los fármacos que sean necesarios para que el paciente esté cómodo y no sienta dolor. Pero al mismo tiempo, y no menos importante, es la ayuda psicológica que se debe proporcionar a los familiares o allegados, teniendo en cuenta que están a punto de perder a un ser querido. Es decir, se les prepara para afrontar el duelo que supone la muerte de un ser querido.
Desde que empezó esta unidad y hasta la fecha el trabajo de estos profesionales, que en ocasiones también necesitan ayuda para superar determinados casos, ha evolucionado. Ahora se dispone de ocho equipos, con profesionales cada vez más preparados, que son los que se encargan de atender a estos enfermos en los domicilios, conscientes de que son pacientes cuyas esperanzas de sobrevivir a la enfermedad que sufren ya no existen. En ocasiones, esta agonía puede durar semanas, en función de la enfermedad que están sufriendo, por lo que una atención médica cercana es fundamental para reconfortar al paciente. Este trabajo tan complicado que desarrollan estos equipos se aborda desde el aspecto físico, emocional, social e incluso espiritual. Se sigue un modelo, según explicó la responsable de la coordinación de la unidad, en el que se debe respetar la dignidad del enfermo, dentro de un entorno cálido y muy próximo, tanto al paciente como a sus familiares. La consellera aseguró que los pacientes son los primeros en agradecer que se preste este servicio en su propio domicilio, ya que de este modo se evita que tenga que ingresar en un hospital para morir.
Este año este equipo especializado se ha encargado de la atención de un total de 1.224 casos en el conjunto de Balears de pacientes muy enfermos.
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