Adopción

Educar con emociones en el refugio Can Gossos

La Fundación Can Gossos presenta al educador canino, con veinte años de experiencia, José Miguel Castillejo como nuevo miembro de su equipo directivo. Con su ayuda, el centro, que cuenta actualmente con más de 70 perros sin hogar, espera que más familias se animen a acogerlos, mientras siguen trabajando en la concienciación contra el abandono.

La alegría de Alba en la Fundación Can Gossos a pocas semanas de su rescate

Estela Torres Kurylo

Estela Torres Kurylo

Estela Torres Kurylo

Llegan fechas de estar en familia y pensar en regalos y en las ilusiones que estos traen y es un buen momento para recordar que un perro, un gato o cualquier otro animal cuya compañía es deseada por pequeños y no tan pequeños no son como un objeto que se puede usar y tirar, son un miembro más de las familias de las que forman parte. Lamentablemente, en España hay muchas personas que no son conscientes de ello, como el antiguo dueño de Alba, una perra a la que amputaron hace unos días una pata. La tenía un hombre en una especie de cueva en la Península junto a otros muchos perros y su intervención fue una cuestión de vida o muerte. Su historia es dura, pero transmite alegría infinita mientras corre en la Fundación Can Gossos, donde, como ella, hay más de 70 perros sin hogar. Aquí, desde este agosto cuentan con el apoyo del reconocido educador José Miguel Castillejo, que se presentó ayer como nuevo miembro de la dirección de la fundación.

Alba juega durante la presentación del nuevo educador. | J. A. RIERA

Alba juega durante la presentación del nuevo educador. | J. A. RIERA

Castillejo es educador canino desde hace dos décadas y es reconocido por educar a los animales con amor y pensando en su bienestar emocional. Su labor se centra en educarles: «Prepararles para las adopciones y acompañar a las familias para que ésta sea exitosa y haya la menor tasa de devoluciones posible», indica.

Las mismas emociones

De los perros sin hogar que hay en Can Gossos, entre un 30% y un 40% son perros potencialmente peligrosos, algo que hace aún más necesaria la labor de Castillejo: «Desde hace años tenemos un perfil de perros más complicado y nos hemos visto con problemas, por lo que la mejor idea era contar con un educador que tenga buenas capacidades para mejorarlos y darlos en adopción», cuenta Jesús Plata Mateos, director de la Fundación.

Para ello, la metodología que utiliza Castillejo es simple: «La base del sistema es olvidarse de las conductas y basarse en las emociones. Normalmente es muy similar a la educación infantil. En el fondo, perros y personas comparten el mismo sistema emocional», indica el educador. «Tenemos un montón de estudios que desde la óptica de la neurociencia avalan que nuestras emociones son similares aunque seamos especies distintas», apunta, y por eso insiste en que hay que pensar en las emociones: «¿Qué está sintiendo? ¿Miedo, ira o enfado? Los perros se enfadan también. ¿Está sintiendo alegría? Cuando cambias y dejas de mirar lo de dentro y lo de fuera, es cuando [el perro] empieza a funcionar mejor y se verá que no es la raíz de los problemas».

La Fundación Can Gossos, que acoge tanto a perros de Sant Antoni como de Sant Joan, cuenta con la colaboración de Castillejo desde hace años: «Venía cada cuatro o cinco meses a hacer formaciones intensivas de entre cinco días y una semana y la verdad es que hemos avanzado mucho. Cuando surgió la idea de traer un educador, él fue el primero en el que pensamos», detalla Plata.

Un trabajo que apasiona

Convencerle para trasladarse a Ibiza ha llevado su tiempo. Castillejo contaba con ‘La Brújula canina’, un proyecto personal que nació para mejorar la vida de muchos perros a través de la orientación de los humanos. Sin embargo, admite con total transparencia que se convenció a venir «por el trabajo». «La empresa que tenía en la Península funcionaba bien, y era feliz allí. Mi familia estaba bien, pero creo que la fundación tiene un proyecto de futuro interesante y este es el principal motor», señala.

Can Gossos ocupa desde 2017 una superfície de aproximadamente 17 hectáreas en un terreno cerca de Sant Rafael. El arquitecto Rainer Rosellen ha diseñado las instalaciones para que sean un lugar eficaz y moderno. El centro trata su propia agua, tiene un sistema de energía solar y cuenta con cuatro módulos, una clínica veterinaria y una oficina. «Para nada nos imaginábamos que esto alcanzaría este nivel», comenta Pepita Costa, concejala de bienestar animal de Sant Antoni, durante la presentación de Castillejo. En 2022, el Ayuntamiento renovó el convenio de colaboración con Can Gossos y con la incorporación de Castillejo al equipo Costa considera que la fundación da «un paso más allá».

Y que coincide con los propósitos que tiene la fundación de cara a 2025, como potenciar las visitas de escolares para concienciar desde edades tempranas contra del abandono animal. «En países nórdicos, como en Suiza o en Alemania, no saben si lo de abandonar es un invento», señala Costa, después de comentar con Castillejo que en la otra sede de la fundación, que está en Suiza, no hay perros abandonados. «En estas fechas hay familias que piensan: vamos a comprarles el cachorrito a los nenes de juguete, pero a la vez es un periodo en el que hay abandonos y por eso es un momento para hacerlo público y darle fuerza [al mensaje]», indica Costa.

Castillejo coincide: «En España, si nos comparamos con otros países de Europa, tenemos unas tasas de abandono altísimas. Podemos actuar a corto plazo con la castración, pero en el fondo la cuestión es educar a la gente. ¿Por dónde empezamos? Por los niños», indica.

En esta línea, además, apunta al interés que tiene por ofrecer a las familias un servicio de preadopción en Can Gossos: «Uno en el que no sea sólo llevarse al perro y ya está, sino en el que un profesional compruebe que el perro puede encajar en la familia. Porque no cualquier perro es para cualquier familia», concluye.

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