Sa Reminyola Agroecològica, una apuesta para recuperar el campo de Ibiza

En tan solo un año desde su gestación, la cooperativa Sa Reminyola Agroecològica ha pasado de seis a doce socios. Por si fuera poco, acabarán el ejercicio con la incorporación de ocho nuevos miembros y alcanzando la cifra de 20 cooperativistas aún en plena fase embrionaria.

Su puesta en marcha, convirtiéndose en la segunda cooperativa ecológica de Ibiza tras Ecofeixes, confirma el auge que experimenta el sector. En diez años, la superficie dedicada a los cultivos ecológicos en la isla ha pasado de 300 a 1.300 hectáreas, con un total de 159 operadores ecológicos (115 pagesos y 44 elaboradores).

«Por una parte, cada vez crece más la demanda de producto local de calidad y, por la otra, existe un vacío organizativo para favorecer la soberanía alimentaria», apunta el secretario de Sa Reminyola, Pep Maria Ribas. «También creamos la cooperativa pensando en nuestros hijos, por si el día de mañana quieren seguir dedicándose a la agricultura», añade el presidente, Raimon Torres.

Además de impulsar la cooperativa, Torres y Ribas trabajan juntos en la finca del primero, Can Joan Miqueleta. Ambos son hijos de la generación de ibicencos que abandonó el campo para trabajar en el sector turístico. Ellos dos también comenzaron su vida laboral en la hostelería, hasta que descubrieron que su vocación era seguir los pasos de sus abuelos y forjar el eslabón que se perdió.

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Torres se dedicó a la hostelería de los 18 a los 30 años. «Cada vez venían más turistas, hasta que llegó un momento en que me pareció insostenible», recuerda. Abandonó aquella masificación para empezar una nueva vida en la finca familiar de es Camí de sa Vorera, donde también dispone de punto de venta. «Me ha cambiado todo a mejor. Ahora tengo tranquilidad y soy mi propio jefe», valora.

Ribas aguantó menos tiempo subsistiendo de la temporada turística, «cinco o seis veranos», hasta que emprendió una nueva labor manteniendo jardines. «Como era parecido a trabajar el campo, me convencí de que el camino era retornar a las raíces, así que me fui fuera a estudiar Capacitación Agraria», detalla.

Nuevos productos

El resto de cooperativistas comparte el mismo perfil. «Todos tenemos entre 35 y 45 años y hemos abandonado trabajos anteriores para dedicarnos plenamente al campo, confiando ahora en la cooperativa», subraya Torres. No solo se trata de agricultores, sino también elaboradores ecológicos como Sanaa Choueli, la creadora del vermut Sa Concha. El propio Ribas recuperará con la cooperativa la frígola artesana que dio a conocer antes de la pandemia con la marca Sa Quimera.

Tras su primera producción planificada en la pasada temporada de primavera y verano, ahora les queda poner en marcha una serie de productos que complementarán y aprovecharán la actividad en los huertos. Las cosechas de 2025, el primer año tras la fase embrionaria, servirán para que una de las nuevas incorporaciones, la chef Patricia Bercebal, elabore las mermeladas y conservas de Sa Reminyola.

En breve reciben la maquinaria para limpiar, pelar y trocear patatas, tal y como les demandan desde el sector de la restauración. También prevén sacar al mercado su propia harina de xeixa ecológica, para la que ya cuentan con dos hectáreas sembradas en Can Joan Miqueleta, además de algunas plantaciones de otros socios. Torres tiene la gran ventaja de que los cernícalos, algún halcón y una pareja de águilas que anidan en las inmediaciones están salvando a su finca de los drámaticos estragos de las torcaces.

Variedades locales

Aún así, alguna que otra paloma picotea por su huerto, por lo que cubrirá con redes de protección las lechugas. Siembra tres clases, «blanca, cama-roja y blaveta», todas ellas variedades locales, al igual que en el caso de la xeixa. «Son productos nuestros que no se encuentran en otro sitio y que tienen un sabor espectacular», valoran.

A través de la finca de experimentación agrícola del Consell de Ibiza en Can Marines, han obtenido semillas de cultivos que ya han quedado completamente arrinconados. Como punta de lanza de su recuperación de las variedades locales, y de la propia cooperativa, destaca el cultivo y próxima comercialización de legumbres secas.

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El proyecto dará comienzo con alubias, con la mongeta palaueta y la pasta reial. Los primeros paquetes a la venta llegarán al mercado en verano y se cubrirá así un importante hueco en la oferta local. «Si trabajamos por la soberanía agrícola, la base alimentaria necesita legumbre, además de los cereales, frutas y verduras», subraya Ribas.

Otro de los socios de Sa Reminyola, Rocco Bertinetti, ya desempeñó un importante papel en la recuperación de variedades locales con la fresa ibicenca. La finca que explota Bertinetti, Els Corondà d’en Cellaràs, cuenta con uno de los puntos de venta directos de la cooperativa, en el kilómetro 9,3 de la carretera de Sant Miquel.

Can Joan Miqueleta, como base central, también tiene el suyo en el Camí de sa Vorera, junto a Can Rich. También están presentes los viernes en el Mercat de sa Cooperativa de Sant Antoni y en de Forada el sábado. Además, reparten cestas con productos variados que pueden encargarse en la web de Sa Reminyola Agroecològica.

La cooperativa completa su ámbito de actuación con servicios técnicos y de poda, así como la retirada de enjambres de abejas como apicultores. De hecho, tampoco va a faltar la Miel Sa Reminyola. «Varios socios tenemos paneles, porque las abejas incrementan la producción de la huerta en un 20%», destaca Torres.

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