Curs Eivissenc de Cultura
«En la Ibiza de los 70 escuchábamos música que no había en el resto del Estado»
¿Qué supuso, musicalmente, la llegada de los ‘hippies’ a Ibiza? ¿Qué había antes? ¿Dónde se mezclaban ambos ambientes? ¿Qué papel jugaba la censura? De esto y mucho más hablan hoy ‘Pep Gamba’ y Joan Ribas en Sa Nostra Sala

‘Pepe Gamba’ y Joan Ribas, este martes en las instalaciones de Diario de Ibiza. / VICENT MARÍ

En la década de los años 70 muchos jóvenes de Ibiza tuvieron el privilegio de poder beber de influencias musicales del extranjero que todavía, por motivos obvios, no habían permeado en el resto del Estado. España comenzaba a imaginar la democracia, pero la censura continuaba estando a la orden del día y el país permanecía alejado de lo que entendemos por globalización. Esta circunstancia, según valora el DJ Joan Ribas, fue un caldo de cultivo perfecto sin el cual no se entendería lo que vino después en la industria musical de la isla.

Cartel oficial del acto de esta tarde. / IEE
«Los jóvenes de aquí escuchábamos música que no escuchaba nadie en todo el Estado español, porque no tenían esta posibilidad. Esto es básico para entender todo lo que ha pasado posteriormente con la música aquí», indica en conversación con este diario y acompañado por el músico Josep Tur (‘Pepe Gamba’), que hoy ofrecen una charla en Sa Nostra Sala sobre los ambientes musicales (de los extranjeros y de los locales) que coexistían en Ibiza en aquel entonces.
La conferencia, titulada, ‘Peluts vs palanquers. Flower Power i altres mogudes musicales a les Pitiusas dels anys 60 i 70’, se enmarca en el 50 Curs Eivissenc de Cultura, centrado este año en la música. El acto, organizado por el Institut d’Estudis Eivissencs y presentado por Joana Tur, comenzará a las ocho de la tarde y no será una charla al uso, porque se irán intercalando explicaciones y anécdotas personales de dos personas destacadas del mundillo con grandes temas musicales como ‘Universal Soldier’, ‘La casa del sol naciente’, ‘House of the rising sun’, ‘Evil Ways’, ‘Formentera Lady’o ‘Ibiza Bar’, por citar algunos. Por tanto, también será, en parte, una audición.

Ribas y ‘Gamba’ en una imagen de «finales de los 80 o de 1990», señalan los protagonistas de la estampa. / Cedida por Joan Ribas
Ribas y ‘Gamba’ coinciden en señalar que, en los 70, los bares del carrer de la Mare de Déu y los alrededores fueron prácticamente el único espacio de la isla en el que extranjeros y autóctonos se mezclaron para escuchar música. Pero, por lo general, los dos mundos musicales que representaban ambos segmentos de población apenas interactuaban entre sí. Ribas comenzó a pinchar música en el 76, con 13 años, en los bares de es Moll. «La mayoría eran bares de extranjeros, y por eso teníamos música que nadie aquí tenía, porque la traían de Estados Unidos, de Holanda… De muchos sitios. En Ibiza contábamos con música que en la vida se había editado en España. Música de importación. Antes del boom de las discotecas en Ibiza, venías a una en la que pinchásemos cualquiera de los DJ ibicencos y la música que escuchabas no tenía nada que ver con lo que te encontrabas si ibas a una discoteca de la península», añade Ribas.
La escena musical local
¿Y qué escuchaban los ibicencos de aquellos años? «Dependiendo de donde fueses, podías escuchar orquestas, boleros, mambo y demás. Hubo un momento en el que se pasó del mambo, los boleros y el chachachá a algo más nuevo, aunque la música que digo seguía sonando en salas de fiesta, en lo que eran night clubs como Mar Blau. En los 60 y 70, te ibas a cualquier sala de fiesta y había espectáculo flamenco o música latina, por ejemplo», en palabras de ‘Gamba’. Ambas vertientes convivieron durante un tiempo. Y es que esta conferencia también busca romper mitos que conducen a pensar que antes de la llegada de los hippies «en Ibiza solo había arena y algarrobos». «No es cierto, había un gran cultivo. Cuando los hippies llegaron, aquí ya había una movida musical con muchos grupos y una densidad de locales que, para la cantidad de población que había entonces en Ibiza, era brutal», añade Ribas.
Quien fuera director de noche de Pachá explica que en los 60 había música en directo, normalmente de carácter popular, en prácticamente todos los hoteles y al menos un día a la semana. Ambos dejan claro que, por otra parte, la música hippie como tal no existe. Es más bien un término paraguas, poco riguroso, que hace referencia a la música que se escuchaba en aquel momento. Pero los artistas que estaban adscritos —por decirlo de alguna forma— al movimiento cantaron sus ideales desde géneros muy distintos: «Hacían rock, folk, soul o jazz, por ejemplo, dependiendo de cada caso». Para resumirlo, Ribas hace referencia al dicho «hablar o escribir sobre música es como bailar sobre arquitectura o cantar sobre economía».
Burlar la censura
En la fiesta de Ibiza al fin y al cabo acababan encontrando la manera de burlar la censura. «La Guardia Civil venía al local y nos decía: esta no la podéis tocar. Así que lo que hacíamos era cambiar el título, pero nada más. Total, como casi nadie entonces entendía el inglés...», relata Ribas. «La Guardia Civil iba a las discotecas y si veían un disco importado o lo que fuera, directamente te lo quitaban», añade ‘Gamba’. También recuerdan que en los primeros años de Pacha iba allí un señor de la sociedad de autores que se tiraba toda la noche sentado en la cabina. «Apuntaban uno por uno todos los discos que poníamos, era una manera de controlar el mensaje», apunta Ribas.
Traducciones trucadas
Sin embargo, había ocasiones en las que la censura, evidentemente, era muy difícil de superar. Y es que a través de las versiones en castellano de los discos que se comercializaban en España pero que estaban originalmente escritos en otra lengua, se modificaban las letras que pudiesen leerse mínimamente como subversivas. En este caso no valían engaños a funcionarios de bajo rango ni pequeñas gamberradas en el local de turno. «Lo explico con un ejemplo: ‘San Francisco’, que en inglés es un tema bastante hippie, era una canción de revolución: There’s a whole generation, with a new explanation, people in motion! [¡Hay toda una generación, con una nueva explicación, gente en movimiento!]», expresa ‘Gamba’. La versión en castellano, nada que ver. Mucho más frívola y anodina.
Otro ejemplo lo descubrió Ribas hace solo cinco años, mientras escribía su libro sobre música ‘Monstres desagraïts’ (Finis Africae): «Uno de mis discos favoritos es ‘4 Way Street’, del grupo Crosby, Stills, Nash & Young. Es del 71 y yo lo compré más adelante en su edición española. Preparando mi libro di con una canción, ‘Ohio’, de Neil Young», que denuncia que la policía mató a cuatro chavales durante una protesta contra la invasión de Camboya por parte de Estados Unidos. Fue en la Universidad de Kent. «Pues bien, en la edición española del álbum, esta canción no aparece. Luego compré una edición alemana y sí que salía», cuenta Ribas. Ese mismo artista —añade— publicó la canción ‘Cortez the Killer’, pero en la versión española se titulaba ‘Cortés, Cortés’.
La charla que ofrecen ambos esta tarde en Sa Nostra Sala llega, cronológicamente, hasta la llegada de los primeros DJ, que en las últimas décadas han ido ganando proyección pública. «Cuando había grupos, ya había DJ, porque en las partes de la noche en las que no había música en directo, evidentemente alguien tenía que poner algún disco. Ese alguien ya era DJ, se sintiese como tal o no, o fuese camarero o dueño del local», valora Ribas, que comenzó su carrera en los 70 y no apareció anunciado en un póster de una discoteca hasta principios de los 90, algo que cuenta para demostrar que antes el DJ no era una figura tan central de la fiesta como ahora, ni por asomo. A día de hoy, en cambio, hay quienes escogen una discoteca u otra en función del DJ que pinche ahí esa noche.
De hecho, Ribas cuenta que le ha costado mucho encontrar fotografías de DJ de los primeros años, en los 60 y 70, mientras que de los músicos de aquel entonces y de los camareros, que muchas veces eran quienes traían a gente al local y unos reyes de la fiesta, hay muchísimas. Más adelante, la música en directo iría perdiendo peso, a favor del auge de los DJ.
«Esta conferencia es un cajón de sastre para hablar de temas muy variados y de forma entretenida», concluyen los entrevistados.
Con todo, el título del acto ‘Peluts vs palanquers’ no hace referencia, como habrán podido comprobar, a los ligues de los autóctonos con extranjeras ni a conflictos entre éstos y los hippies, sino que constituye una metáfora para hablar de la coexistencia de dos perfiles (los extranjeros y los ibicencos), que, de una forma u otra, tenían un interés por la música, sus propios locales y artistas de referencia.
Suscríbete para seguir leyendo
- Imputado un hombre tras entrar a su piso okupado en es Canar
- Ibiza, la pista de baile más grande del mundo
- Retiene a un hombre en su casa tras conocerlo en una aplicación de citas en Ibiza
- Los hoteleros de Ibiza proponen que no se renueven las licencias temporales de alquiler turístico en plurifamiliares
- Alquiler de caravanas que burlan las restricciones del Consell de Ibiza
- El obispo clama por recuperar el Santo Entierro en silencio en Ibiza
- Gastronomía de Ibiza: «La gente joven ya no prepara ‘cuinat’»
- La prensa británica informa de que Ibiza 'está repleta de chabolas