Agricultura

Campaña del campo de Ibiza para que el Consell asuma las competencias del agua

«En Canarias, cada isla tiene un gestión independiente, pero aquí seguimos dependiendo de Palma»

Josep Àngel Costa

Josep Àngel Costa

La campaña vecinal para reclamar medidas urgentes ante la sobreexplotación de los acuíferos en Eivissa concluyó ayer con la entrega de 6.174 firmas de apoyo a su causa al presidente del Consell, Vicent Marí, y el conseller de Gestión Ambiental, Ignacio Andrés. Los impulsores de esta iniciativa, procedentes de las zonas rurales con los pozos más castigados, reclaman que Eivissa asuma las competencias en la gestión de los recursos hídricos ante la falta de voluntad que achacan al Govern balear hacia los problemas de la isla.

«Sé perfectamente el caso que nos hacen en Palma, no existimos para ellos», apuntó el exjefe de Traumatología del hospital Can Misses, Joan Tur Roselló, que ejerció de portavoz del colectivo a su llegada a la sede del Consell. «La Directiva marco europea del agua fija que cada demarcación geográfica, como es el caso de Eivissa, debe asumir las competencias de los recursos hídricos. Es lo que pasa en Canarias, donde cada isla es independiente, pero aquí seguimos dependiendo de Palma», lamentó.

Revindicaciones

Entre otras propuestas, esta plataforma de afectados propone la construcción urgente de una cuarta desaladora para la isla o la ampliación de las existentes. «Hay gente que, por motivos ideológicos, se opone [a una nueva planta de desalación] pero, si no llueve, es la única solución», sentenció.

Los vecinos entregan las firmas al presidente del Consell y al conseller de Gestión Ambiental. | CE

Los vecinos entregan las firmas al presidente del Consell y al conseller de Gestión Ambiental. | CE

Igualmente, inciden en que el agua desalada debe ser la única fuente de abastecimiento de los núcleos urbanos y alojamientos turísticos. «Es una vergüenza que todo el litoral norte de Eivissa, desde na Xamena a sa Cala, esté extrayendo el agua de acuíferos. Es un milagro que no se haya acabado», denunció Tur. Según aseguró, solo en el Port de Sant Miquel se extraen 150 toneladas anuales del subsuelo, «lo mismo que en sa Cala».

Este colectivo también se mostró escéptico ante el nuevo intento del Govern balear para aprovechar el agua depurada y poner en marcha la balsa de sa Rota («lo de sa Rota es un cachoneo»), construida hace 29 años. De la misma manera, criticó duramente que la Administración autonómica no haya tratado hasta el momento de implementar sistemas de control en los pozos de la isla, especialmente en aquellos que se dedican a llenar depósitos de camiones para viviendas privadas.

De hecho, este movimiento popular se empezó a gestar el pasado mes de agosto a raíz de la sobreextracción de agua que, según denunciaron, estaban llevando a cabo dos pozos del interior de la isla «sin ningún tipo de control», que acabaron reduciendo a niveles drásticos el nivel de agua de las perforadas del entorno.

En ese momento, los afectados, procedentes de Santa Gertrudis, Sant Llorenç o Sant Miquel, trataron de constituir una asociación, la Unión por la Defensa del Agua, que no llegó a buen puerto. Así que ahora siguen en su empeño como grupo de vecinos afectados por el problema. Uno de ellos, Paco Planells, recordó que su pozo de Sant Miquel «ha bajado el nivel en 30 metros en dos años». «Como no llueva, el verano que viene va a ser un drama», advirtieron.

Recepción

El presidente del Consell de Eivissa y el conseller de Gestión Ambiental recibieron a los representantes de esta campaña. «Hay que aplaudir esta iniciativa», indicó el presidente, Vicent Marí, a través de unas declaraciones facilitadas por el gabinete de comunicación del Consell.

En su valoración, Marí no hace referencia a la posibilidad de asumir las competencias de los recursos hídricos, pero sí que se comprete a facilitar un encuentro de estos vecinos con el conseller de Agricultura del Govern, Joan Simonet. No obstante, sí que destaca las iniciativas autonómicas de esta legislatura y las inversiones previstas con el Impuesto de Turismo Sostenible, como el proyecto de la cuarta desaladora y ampliar la de Santa Eulària, la apuesta por regar con aguas depuradas o las inversiones para reducir las fugas de agua en las redes de distribución municipales.

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