Carlos Sobera a un ibicenco en 'First Dates': “Como un marajá vives. Da mucho dinerito el negocio de las casas”

"Soy ibicenco de toda la vida, mis padres eran ibicencos, mis abuelos eran ibicencos, mi bisabuelo era ibicenco. De hecho, mi bisabuelo era general de brigada don Plácido Pereyra y Morante, en los tiempos de mil ochocientos treinta y pico", así comenzaba Antonio, empresario de 51 años de Ibiza, su presentación en la edición 'Pijama Party' del programa de Cuatro 'First Dates', emitida la semana pasada. Antonio está divorciado y tiene tres hijos.

"¿Eres rockero?", le pregunta Carlos Sobera al ver unos parches en su pijama. "Pues sí,  tengo un grupito", le contesta el ibicenco, que viste pijama azul y gorra militar. “Yo soy bajista”, afirma antes de señalar que ha tocado en algunos conciertos en la isla. La banda se llama Kin Blau, aunque el concursante no lo menciona durante el programa.

"Disfrutamos, es como una terapia constructiva. Nos juntamos, tocamos y nos tomamos dos cervecitas…”, relata Antonio, que se dedica a alquilar casas a los turistas. "¿Y en invierno qué, porque allí no habrá trabajo en invierno?", dice Sobera. A lo que el ibicenco le responde que hace mantenimiento de las propiedades y viaja. Afirma que le gusta mucho Asia, Vietnam, Camboya, y que quiere ir a Malasia, también a Sudamérica: Cuba, Colombia…

“Como un marajá vives”, le espeta Sobera. “Mejor que el emérito”, contesta Antonio. “Da mucho dinerito el negocio de las casas”, dice entre risas el presentador.

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"Dos meses me los tiro fuera de casa o tres, depende de cómo me pille", explica Antonio.

Sobre cómo tiene que ser una mujer para que le guste, el ibicenco afirma que simpática, que sepa hablar inglés y desenvolverse si viaja, porque si tiene que hacer de traductor, se cansa.

Sabine

Su cita es Sabine, una alemana de 52 años, profesora de baile y dj que vive en Murcia y que asegura que se siente más española que germana. Sabine está divorciada y tiene un hijo. Asegura que liga mucho bailando porque fue gogó.

A Antonio le gustó nada más verla y aseguró que era muy guapa. Y le gustó tanto su altura como su físico.

“Con la ilusión que tengo yo de ir a Ibiza”, señala Sabine nada más conocer la procedencia de Antonio, ya que no ha estado nunca en la isla.

Antonio le recomienda que venga en mayo y septiembre y octubre por el calor. Pero ella le recuerda que es murciana.

“La verdad es que el chico está gracioso”, afirma Sabine sobre Antonio a las cámaras del programa.

Antonio le confiesa que es muy soso para memorizar bailes, ya que ella da clases de bachata. Asegura que le gusta más el rock y cuenta que fue a ver a AC DC a Sevilla.

“Yo cuando salgo de fiesta salgo con las gafas de sol”, señala Sabine, “si no, se me hace de día no he disfrutado una fiesta”.

Antonio le explica a su cita que antes sí que hacía fiestas, pero que lió un par muy gordas y que acabó viniendo la policía. "Ya me tienen fichado, paso ya de más fiestas", explica el ibicenco.

“Entonces eres fiestero", le responde Sabine. Pero Antonio le confiesa que es un fiestero diurno, a lo que Sabine le responde que ella es nocturna. "De llegar a las ocho de la mañana", afirma la alemana.

La decisión final

Antonio asegura que la ve como buena compañera de viaje, aunque se equivoca con su acento y piensa que es francesa.

Ambos se gustaron y terminaron queriendo una segunda cita. Se mezclan a la perfección: "Tiene un sentido del humor súper parecido al mío, le gusta el cachondeo, no tiene sentido del ridículo", dice Sabine.

"La verdad es que me ha dado muy buen rollo y confianza", dice Antonio. "Que se venga a Murcia que le voy a enseñar lo que es bueno", concluye Sabine.