Denuncian botellones y ruido en el parque Marià Villangómez de Ibiza

El horario de apertura y cierre del parque Marià Villangómez, en Vila, es un problema para sus vecinos porque, según lamentan, no se cumple. De hecho, hay días que puede coincidir con un dato erróneo que recoge Google Maps: «Abierto 24 horas». Cuando esto ocurre, hay noches que son una pesadilla para algunos vecinos porque «entre veinte y treinta personas se amontonan en el escenario y se ponen con música y botellón», lamenta uno de los vecinos: «Estamos hartos porque vivimos a 10 o 15 metros».

En invierno, el parque tendría que estar abierto «de nueve de la mañana a nueve de la noche», indica Guadalupe Nauda, presidenta de la asociación de vecinos de Cas Serres y concejala en la oposición, de Unidas Podemos, en el Ayuntamiento de Ibiza. El problema está en que, por un lado: «No se cumplen los horarios de apertura y de cierre» y, por otro, que en lugar de cerrarse las «seis puertas» que tiene el parque, se cierran «sólo algunas».

Denuncian el estado “desastroso” del parque de Cas Serres de Ibiza tras la fiesta del sábado

Atención al cierre y la apertura

Al parecer, el problema no se da sólo por las noches. Según denuncian, los horarios tampoco se cumplen por las mañanas: «Hoy [por ayer], por ejemplo, lo han abierto a las 10 de la mañana cuando se tenía que abrir a las nueve», apunta Nauda. «El otro día abrieron a las 8.15 de la mañana», señala un vecino.

A este hecho se añade que «los martes y jueves ensayan aquí los de la banda [de una cofradía] y lo dejan abierto», comenta la presidenta, que opina: «Se ha contratado a una persona para hacer este trabajo y si se le está pagando debería cumplir el horario del parque».

El vecino que vive cerca del escenario del parque también critica algunas de las fiestas que allí se han organizado: «Como la brasileña, que acumuló mucha suciedad y ruido, porque fue hasta las tantas. Rompieron vallas. Fue un desastre». «Entraron muchas personas, muchos coches...», añade la presidenta de la comunidad.

«Aquí viven críos pequeños, gente que va a trabajar a las siete de la mañana. Que sea sábado no significa que al día siguiente no trabaje la gente», indica el vecino, e implora: «Que al menos podamos descansar».

En las ocasiones en las que su reposo se ha visto interrumpido por algún botellón, señala: «Cuando llamamos a la policía dicen que tienen mucha faena o están faltos de recursos», por lo que exige que el Ayuntamiento de Ibiza ponga «un poco más de atención para que la empresa [Valoriza] se comprometa con los horarios de cierre».

Compromiso ciudadano

Desde el Consistorio, la concejala de Bienestar Social, Lola Penín, afirma que los horarios de cierre y apertura del parque «se cumplen», además de que «la banda de música que ensaya en el escenario cuenta con una llave para cerrar». «Todos los jardineros tienen que abrir cuando llegan por la mañana (cerca de las seis de la madrugada), por lo que las puertas quedan cerradas por la noche», asegura.

Por otro lado, Penín señala como «caso puntual» la tardanza en la limpieza del parque Marià Villangómez el día siguiente a la celebración del ‘Brazilian Day’: «Fue el día en que se cortaron las carreteras por el triatlón [Ibiza T100 Pro Race] y los coches de la limpieza no pudieron acceder hasta las dos de la tarde». Penín pide disculpas por las molestias que generó la suciedad.

En cuanto a los botellones que denuncian los vecinos, la concejala apunta a «jóvenes que saltan las vallas» y anuncia que solicitará patrullas nocturnas: «Porque nadie tiene que aguantar un botellón al lado de su casa».

Suscríbete para seguir leyendo