Transportes
Los taxistas de Ibiza se resisten a que se les imponga una guardia de noche
El presidente de la asociación mayoritaria defiende que «no hay falta de taxis» y espera que el Ayuntamiento dé marcha atrás y no envíe a los taxistas «a dormir» a sus vehículos
La Asociación de Taxistas Autónomos de la Ciudad de Ibiza, el colectivo mayoritario del sector en Vila, se opone a que el Ayuntamiento «imponga» una guardia de noche rotatoria de seis taxis cada día entre la medianoche y las 6 horas. El presidente de la asociación, Alejandro Cardell, pide «una oportunidad» al Consistorio para que reconsidere su posición. En contra de lo que argumenta el Consistorio, Cardell sostiene que «no es verdad que no haya taxis por la noche»· en los meses fuera de temporada. «Un día puede haber ocho, otro diez, pero taxis hay», resalta.
En la propuesta de calendario del 1 de noviembre hasta el 30 de abril, en el que se regulan los días de descanso de los taxistas, el Ayuntamiento ha incorporado por primera vez un turno de guardia nocturno obligatorio de seis taxis. Inicialmente, la intención era que hubiera cada noche, entre la medianoche y las 6 horas, al menos ocho taxis en la calle, pero al final, se cedió a las peticiones del sector, y se dejó en seis.
El concejal de Transporte Público, Rubén Sousa, justifica que en el invierno pasado el Consistorio recibió «bastantes quejas» por la falta de taxis por la noche. En concreto, Sousa explica que la compañía naviera Baleària contactó con el Ayuntamiento para quejarse de la falta de taxis para la llegada del buque de las 2,15 horas de la mañana. El concejal de Transporte Público afirma que esto no puede volver a repetirse y recuerda que, en caso de incumplirse la obligación de cubrir este turno, los taxistas pueden ser sancionados con 1.000 euros. Además, esto se comprueba a través del GPS.
Problema con las llamadas
Sin embargo, Cardell afirma que no tiene constancia de queja alguna e indica que el año pasado hubo «un problema» con el servicio de atención de llamadas de clientes. «Algunas llamadas, puntualmente, quedaban colgadas y no se recibían. Detectamos donde estaba el problema y lo solucionamos. El problema era que el cliente no podía contactar con la central, no que no hubiera taxis en la calle. Desde entonces arrastramos esta cuestión», destaca Cardell.
Dicho esto, el representante de la asociación mayoritaria de taxistas de Vila insiste en que hay taxis en horario nocturno, aunque no se pueda garantizar una cifra concreta («no son matemáticas», asegura), porque hay titulares de licencia que tienen contratados a conductores para doblar turno y cubrir el servicio nocturno.
Cardell agrega que es rentable, pero no para diez taxis. «Es absurdo que un martes o miércoles de enero o febrero haya 10 taxis trabajando por la noche», advierte en referencia al hecho de que se añadan los seis taxistas obligados por la guardia nocturna a los que ya cubren este horario libremente. «Defendemos no ir a dormir al taxi entre comillas».
Cardell, que se reunirá hoy con el concejal de Transporte Público, para tratar de reconducir la situación (el nuevo calendario se aplicará a partir del viernes), confía en que el Ayuntamiento dará marcha atrás y finalmente no impondrá la guardia nocturna. «Hay un malestar. Espero que mañana [por hoy] tendremos la confirmación», dice, al tiempo que puntualiza que los taxistas «no están enfadados con el Ayuntamiento». «Hemos intentado hacer entender que no es plato de buen gusto para nadie hacer el turno de noche [en invierno]. He pedido que nos demos todos una oportunidad. Cinco o seis taxis siempre los hay, algún día más o menos. [Con la guardia de noche] se quiere matar moscas a cañonazos», lamenta.
Por su parte, Joan Marí, miembro de la junta directiva de la Agrupación de auto taxis de Balears, integrada en la Federación Balear de Transportes, ha presentado un escrito de alegaciones en el Ayuntamiento a la propuesta de calendario en la que también señala que «los servicios mínimos» previstos por la noche «no son necesarios». «El Ayuntamiento no ha valorado en ningún momento las necesidades reales del servicio, ni en horario diurno ni nocturno», justifica.
Uso de la parada del puerto
Asimismo, Marí también se manifiesta en contra de la distribución de uso de las paradas de la avenida Bartomeu Rosselló y la avenida de Santa Eulària (los taxistas sólo pueden utilizar una u otra en función de si el día es par o impar) porque es «absolutamente innecesario, injustificado y ha provocado conflictos con los taxis de otros municipios». Se refiere a que la orden insular de carga y descarga permite que los taxistas de fuera de la ciudad puedan utilizar las dos paradas si no hay taxis del municipio y «no es lógico» que no puedan hacerlo todos los de Vila.
Sobre esta cuestión, Alejandro Cardell apunta que, aunque no guste, «no está mal del todo». «No lo compro, pero no todo funciona como uno quiere. No es tan grave como la guardia nocturna. Por eso no nos enroscamos el año pasado».
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