Crisis de la vivienda
La mayoría de los salarios que se pagan en las islas no dan acceso a un piso subvencionado
Las retribuciones de los principales convenios son bajas para un programa que solo excluye por ganar demasiado al 6% de los residentes
La mayoría de los jóvenes y de la clase trabajadora no va a poder acceder al programa Alquiler Seguro debido a que los precios de esas viviendas, pese a estar subvencionados por el Govern, van a superar el 40% de los ingresos de esos colectivos, según un estudio realizado por el diputado del PSIB-PSOE y profesor de Economía Aplicada de la Universitat balear, Llorenç Pou. Las conclusiones a las que llega es que una vez más son los residentes con rentas más altas los que más se van a beneficiar de la iniciativa puesta en marcha por el Govern de Marga Prohens.
Dos son las condiciones relacionadas con los ingresos de los demandantes de uno de esos pisos que el Ejecutivo autonómico ha fijado para poder acceder a un descuento del 30% sobre el precio de mercado.
No más de 60.667 euros al mes
La primera es que éstos no pueden superar los 60.667 euros anuales. Sobre este punto, Pou subraya que según los datos facilitados por la Agencia Tributaria sobre las declaraciones del IRPF, solo el 6,2% de los contribuyentes obtienen cantidades superiores, por lo que los que se van a quedar fuera del programa por ganar demasiado son una minoría. Eso implica que personas con ingresos muy superiores a la media van a ser subvencionadas a la hora de acceder a un alquiler.
Pero lo que según el diputado socialista es todavía más grave es que se va a dejar fuera de esa ayuda a la mayoría de los trabajadores de las islas, en este caso por ganar demasiado poco.
Para garantizar la solvencia de los futuros inquilinos y evitar que se acumulen los impagos (hay que recordar que éstos afectarán a la Administración autonómica ya que garantiza al propietario que va a cobrar todos los meses) se exige que el alquiler que se va a pagar no supere el 40% de los ingresos. En el caso del máximo fijado, de 1.050 euros mensuales para el inquilino (1.500 para el propietario), eso supone exigirle un salario de 2.625 euros al mes, retribución a la que no llegan la mayoría de categorías. Pero incluso bajando a un piso por el que el dueño cobre 1.200 euros y el inquilino pague 840, el sueldo que se le exige al segundo es de 2.100 euros.
Los casos
Pues bien, según se destaca en el informe de Llorenç Pou, los convenios de Balears determinan que, una vez descontada una media aproximada del 15% en retenciones del IRPF, la retribución de un camarero, cocinero o camarera de piso de categoría A es de 1.833 euros al mes, mientras que en la categoría B baja a los 1.797.
En el caso de un dependiente de comercio esa retribución se sitúa en 1.244 euros, mientras que para un carnicero de primera alcanza los 1.311. En la construcción, un oficial de primera recibe 1.771 euros al mes y un peón 1.431. En el caso de los funcionarios del Estado, en la categoría C1 se llega a los 2.032 euros.
En un alquiler que el dueño cobre 1.000 euros y el inquilino pague 700, el salario exigido es de 1.750 al mes, pero los propios agentes de la propiedad han reconocido que en zonas como Palma, esos precios son muy difíciles de encontrar.
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