DRAMA DE LA VIVIENDA

Un Airbnb entre chabolas en Ibiza: una «experiencia para supervivientes»

El explotador de tres tiendas de campaña que se alquilaban por 45 euros la noche cada una en el asentamiento de Can Raspalls será sancionado con 90.750 euros por la infracción de cuatro normativas distintas.

Dos turistas salen con maletas del asentamiento de Can Raspalls, en Sant Josep

Dos turistas salen con maletas del asentamiento de Can Raspalls, en Sant Josep / Ayuntamiento de Sant Josep

Ángela Torres Riera

Ángela Torres Riera

Ibiza

«¡Experiencia para supervivientes! A quince minutos del aeropuerto. Incluye: cómodo colchón doble, sábanas, nevera, utensilios de cocina, sanitario seco, ducha de bolsa (de diez litros) y luz de batería o energía solar». Es la descripción del anuncio para comercializar, a través de la plataforma Airbnb, tres tiendas de campaña en el poblado chabolista de Can Raspalls, en Sant Jordi (Sant Josep).

Las tres tiendas están perimetradas dentro del asentamiento por una estructura construida a base de lonas y palés que las aíslan de las infraviviendas en las que viven trabajadores, la mayoría de ellos de origen saharaui. El anfitrión, que ya está identificado y a quien el Ayuntamiento aplicará una sanción de casi 91.000 euros, advierte, en el anuncio, que el alojamiento es «ideal», pero tan solo «para una o dos noches». ¿El motivo? «El ruido de coches, aviones, bichos y pájaros», que no permiten «dormir bien». Explica que el espacio no cuenta con electricidad y sugiere llevar batería externa para cargar el teléfono móvil.

Además de las tres tiendas de campaña que se alquilan individualmente por 45 euros la noche, el espacio cuenta con zonas comunes, como una mesa y varias sillas para comer ubicadas en el centro del terreno. Además del baño y la ducha, construidos también con palés. «Si puedes dejar tu zona de confort (brevemente), te recojo en el aeropuerto, ¡gratis!», oferta el anfitrión, que acumula dos años de experiencia en la plataforma.

La Policía Local y la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil (Usecico) detectaron este alojamiento turístico ilegal cuando acudieron, el martes por la mañana, a registrar el poblado chabolista para actualizar el censo y llevar un control de las personas que viven allí. Al bajar del coche patrulla, los agentes percibieron cómo dos personas salían del interior del solar con dos maletas, lo que les llamó la atención

Al preguntarles, los turistas les contestaron que venían del Airbnb en el que habían pasado sus vacaciones en la isla, lo que dejó perplejos a los policías, que fotografiaron el espacio para proponer al explotador a sanción por la comisión de varias infracciones. Lo que llama la atención son las buenas reseñas de los turistas. De hecho, el alojamiento recibe la mayor puntuación posible en Airbnb: un 5.

«Anfitrión muy servicial y acogedor. Muy atento. ¡Para una noche atípica!», valora una de ellas. Otro califica la estancia de «increíble» y asegura haberse sentido «como en casa». Por el momento, el anuncio para reservar el alojamiento continúa activo en la plataforma, a pesar de que la Policía Local de Sant Josep confirmó ayer haberlo retirado.

La denuncia a la que se enfrenta ahora el explotador de estas tres tiendas de campaña asciende a 90.750 euros, como explicó ayer el alcalde del municipio en una rueda de prensa convocada a propósito para hacer pública la infracción. El anfitrión de este alojamiento se enfrenta no solo a una, sino a cuatro sanciones.

La primera, de 30.000 euros, por llevar a cabo una actividad sin licencia; la segunda, también de 30.000 euros, por no tener un seguro obligatorio para realizar este tipo de actividad, y una tercera, del mismo importe, por carecer de registro. El último expediente corresponde a una multa menor, de 750 euros, por acampar ilegalmente. A esta cantidad, además, habrá que sumarle la sanción de Turismo cuando el Ayuntamiento emita el informe.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents