Una farmacia de Sant Antoni pide desde hace meses vados para urgencias y movilidad reducida

La dueña del negocio lamenta «las largas» que le da el Ayuntamiento desde hace meses para habilitar las dos plazas de parking como tienen otras boticas

Dos aparcamientos reservados frente a una farmacia para clientes y personas con movilidad reducida.

Dos aparcamientos reservados frente a una farmacia para clientes y personas con movilidad reducida. / VICENT MARÍ

Ángela Torres Riera

Ángela Torres Riera

«He llamado un montón de veces, llevo ocho meses abierta y nada», critica Concepción Santos, titular de una farmacia ubicada en la calle Ramón y Cajal de Sant Antoni. El pasado 19 de enero, cuando abrió el establecimiento después de haber estado 24 años trabajando como adjunta en otra farmacia del municipio de Sant Josep, solicitó dos cosas: dos plazas de parking, una reservada para clientes y otra para personas con movilidad reducida, y señalización para que los usuarios pudieran visualizar a distancia la localización del negocio.

Sobre todo, su prioridad era el vado para personas con problemas de movilidad para evitarles barreras arquitectónicas y facilitar el acceso a las personas mayores, que son la clientela mayoritaria del comercio. Unos vados con los que desde hace tiempo cuentan no pocas farmacias de la isla.

«También porque desde el Colegio de Farmacéuticos me instaron a poner los vados», explica Santos, que continúa: «Ya he recibido repetidas quejas de la población mayor cuando viene a la farmacia a comprar». La propietaria presentó, el mismo día en que abrió las puertas del establecimiento, una instancia en dependencias municipales para formalizar la petición. A pesar de su premura, a día de hoy la habilitación de las dos plazas de aparcamiento reservadas sigue sin materializarse.

«Primero me dijeron que no sabían cómo hacerlo, porque era la primera persona que lo solicitaba. Después, que antes era necesario rebajar la acera para habilitar el parking para personas con movilidad reducida», detalla la mujer, a quien las explicaciones que le brindaron desde la institución municipal no le parecieron más que excusas. Más, cuando uno de los locales comerciales situados muy cerca dispone de una de estas plazas y «no tiene la acera rebajada», como le dijeron que era necesario desde el Consistorio.

«La siguiente vez que llamé fue a principios de temporada y me contestaron que estaban en mitad de los exámenes para el taxi», continúa relatando la dueña de la farmacia. Y la última vez que llamó, le dijeron que presentarían la solicitud cuando se celebrara la reunión para realizar cambios en las ordenanzas municipales.

Modificación de ordenanzas

«Me dicen que va con el cambio de ordenanzas pero ni siquiera me saben decir una fecha exacta», critica. «Al principio hablaba con secretaría, pero como no me daban ninguna solución pedí que me pusieran en contacto directamente con alcaldía. Me dan largas continuamente, estoy un poco cansada», lamenta la denunciante.

En cuanto a la señalización, sí se ha instalado, aunque también tuvo que esperar siete meses y realizar numerosas llamadas para que finalmente la colocaran, algo que tampoco entiende muy bien. «Ellos [el Consistorio] no tienen que pagar nada, sino que es el titular de la farmacia quien abona el importe. Lo que tienen que hacer desde el Ayuntamiento es simplemente gestionar el trámite», apunta: «Yo lo pago y ellos solo me tienen que indicar el sitio donde colocar la señalización en la vía pública», reitera.

Con todo esto, Santos critica que le están imposibilitando, a lo largo de estos meses en sin los dos aparcamientos, «que pueda tener clientes en la farmacia». La titular asegura que muchas de las personas que acudirían a comprar a su negocio, sobre todo personas mayores, de momento no lo hacen. «Incluso ellos [el personal del equipo municipal] me han reconocido que van a la farmacia de ses Païsses porque es allí fácil aparcar», comenta con indignación.

«En mi caso, he estado 24 años trabajando de adjunta en una farmacia de Sant Josep y allí todas las farmacias lo tienen», observa Santos, que opina que el hecho de que haya esta diferencia con Sant Antoni supone un agravio comparativo entre municipios.«¿Por qué el Ayuntamiento de Sant Josep sí sabe gestionarlo y el mío no?», termina indignada.

El Consistorio dice que «estudia» las peticiones para plazas reservadas

El Ayuntamiento de Sant Antoni asegura, respecto a la gestión para habilitar las plazas para clientes y para personas con movilidad reducida exclusivas para farmacias, que «está estudiando» las peticiones de los distintos establecimientos. Desde el departamento de Movilidad señalan que todas estas peticiones «se tienen en cuenta» y que ya se han puesto sobre la mesa, aunque por el momento no se haya logrado materializar ninguna de las presentadas.

El concejal de Mantenimiento de Espacios Públicos, Limpieza de Edificios Municipales, Movilidad y Transportes del municipio y cuarto teniente de alcalde, David Márquez, explica a través de una portavoz municipal que estas peticiones de plazas para farmacias se están examinando de forma especial. «No solo se mirarán las solicitudes realizadas, sino que se consultará al resto de establecimientos de este tipo en Sant Antoni si también necesitan estas plazas», detalla la portavoz. No obstante, Concepción Santos, titular de la farmacia ubicada en la calle Ramón y Cajal, denuncia que hace ya ocho meses, cuando abrió el negocio, que se puso en contacto con el Ayuntamiento para realizar este trámite y no ha obtenido todavía una respuesta «clara». Por el contrario, desde el equipo municipal tan solo le han «dado largas» y esto ha generado que durante estos meses reciba queja, por parte de la clientela, formada mayoritariamente por personas mayores.

En cuanto a las plazas destinadas a personas con movilidad reducida, que faciliarían también el acceso al establecimiento a la gente de la tercera edad, el Consistorio indica que «en este preciso momento hay dos o tres muy cerca de esta farmacia [que ha presentado públicamente sus quejas]». «No obstante,desde Movilidad también se está estudiando si se necesita otra que esté aún más cerca de la puerta de entrada de este establecimiento», añaden desde el Ayuntamiento de Sant Antoni.

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