Este marchoso hombre de 64 años ha viajado a Ibiza solo y con todo su equipaje en una bolsa de supermercado para 24 horas de fiesta

Aceptó el reto de unos amigos, y no es la primera vez que lo hace

Andy Armstrong, con su equipaje

Andy Armstrong, con su equipaje / Andy Armstrong

Ibiza

La edad es solo una cifra. Prueba de ello son las ganas de fiesta que se pueden tener a cualquier edad. Historias de personas mayores que vienen a Ibiza a 'darlo todo' hay muchas, como Margaret Hold, una mujer de 79 años, ha viajado a Ibiza junto a su nieta, Shaina Lawry, de 22 años, para disfrutar de las discotecas de la isla. Rememorar un viaje que ambas hicieron en 2006 era el objetivo de su aventura, pero ahora sabían que también disfrutarían de la fiesta ibicenca mano a mano.

También está el caso reciente de un hombre de 64 años voló a Ibiza para una estancia de 24 horas solo con una muda en una bolsita, una historia que se ha hecho muy popular en los medios británicos.

Andy Armstrong fue retado por sus compañeros de trabajo para pasar un día entero de fiesta en Ibiza y aceptó el desafío, que llevó a cabo este mismo mes, logrando incluso entrar en la lista de invitados de un evento de Fatboy Slim en Pikes.

Esta es la segunda vez que este jubilado amante de la fiesta logra este reto, después de que el año pasado lo desafiaran a salir de fiesta durante 24 horas en Ibiza sin alojamiento. Con la intención de repetir la proeza, Andy decidió volver a estar a la altura de las circunstancias este año.

Armándose con una bolsa de transporte de Waitrose (una popular cadena de supermercados británica), voló desde Newcastle a Ibiza por 72 euros y llegó a la isla poco después de las 19 horas.

24 horas de fiesta

La fiesta épica de Andy comenzó en Sant Antoni con una cerveza en el Hotel Abrat mientras contemplaba la puesta de sol y se preparaba para el concierto de Fatboy Slim a las 23.30 en el Pikes.

Luego bailó toda la noche, hasta la madrugada, antes de seguir la fiesta en la discoteca Edén para otro par de horas de juerga. Cuando el reloj marcaba el tiempo para su vuelo de regreso a casa, Andy se sentó a descansar en un banco del aeropuerto y regresó a Leeds con un billete de avión que le costó 23 euros.

Al aterrizar en el Reino Unido, Andy, con hijos adultos, completó su inolvidable viaje con un viaje en tren a casa; toda la escapada le costó menos de 250 euros.

Para él, lo importante es la experiencia: "Es una aventura y la vida se trata de eso". A sus 64 años, vive según su propio lema: "Tengo 64 años y, ¡Dios!... ¡Estoy envejeciendo deshonrosamente!", explicó Andy a Manchester Evening News.

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