Apuntes
Más de 30 denuncias por fiestas ilegales en una casa okupada de Sant Josep
Una decena de vecinos denuncian la situación "inaguantable" que viven desde hace tres años por las molestias que genera la ocupación de una vivienda ubicada junto a la carretera de Cala Tarida

Al menos medio centenar de coches aparcados en el terreno de la casa okupada. / DI

Al conducir por la carretera de Cala Tarida hay que tener siempre en cuenta la importancia de reducir la velocidad en las diferentes curvas que hay después de la rotonda que desvía hacia Cala Vedella o Cala d’Hort. Cuando a este tramo se le suma la salida de coches de una casa en la que se organizan fiestas ilegales, no es difícil pensar: «Cualquier día habrá una desgracia».
Esta preocupación la comparten al menos una decena de residentes de Sant Josep que desde hace tres años sufren las consecuencias de ser vecinos de una casa okupada: fiestas que empiezan de madrugada y se prolongan entre 24 y 48 horas, coches que aparcan fuera de la casa o asistentes a las fiestas que atraviesan terrenos privados: «Este año al menos se controlan un poco», asegura una vecina, que asume este «control» en fiestas que duran desde las siete de la mañana hasta las doce de la noche: «Antes era más exagerado», apunta resignada.
Un castillo grande y rosa
Para conocer el desfase que se organiza durante cada fiesta, Diario de Ibiza ha tenido acceso a vídeos en los que se ve, entre otras muchas cosas, un gran castillo hinchable de color rosa en el patio de la casa: «Decían que también hacían fiestas de cumpleaños», relata un vecino. En otra reproducción se aprecian al menos medio centenar de coches aparcados en el terreno del domicilio okupado: «Los que no aparcan allí dejan el coche en la inmobiliaria que hay al lado o en el restaurante S’Espartar y caminan por la carretera, en la que no hay arcén», alerta otro vecino. «Además, como vienen de after, es gente que coincide a las siete de la mañana con nuestros hijos, que esperan el autobús para ir al colegio», apunta el mismo afectado, que añade que hace esperar a los adolescentes en el interior de su terreno hasta que ve llegar el transporte público ante el temor a que coincidan con los fiesteros.

Un castillo hinchable grande y rosa en el patio de la casa okupada. | FOTOS DE DI
Esta preocupación no es en vano: «Una vez apareció uno colocado que decía que le perseguían y que le querían matar», recuerda una de las afectadas, que encontró al individuo dentro de su coche cuando ella había salido a coger algo que olvidaba en casa: «Le echamos y salió corriendo... Al final llamamos a la policía», relata.
Los vecinos también avisan a las autoridades cada vez que hay una fiesta: «Hemos llamado más de 50 veces, seguro», señala uno de ellos. Sin embargo, aunque la Policía acuda, «dicen que ya no saben qué hacer». Los okupas «se jactan [de ello] diciendo que [los agentes] no pueden entrar en la propiedad», lamenta.
Esto se aprecia en un vídeo que publicó la Policía Local el 1 de noviembre del año pasado en Facebook. En él, se ve a los agentes frente a una verja y se les escucha explicar al okupa que «nuevamente ha sido denunciado por perturbar la tranquilidad ciudadana». Le advierten de que, «según consta en el Ayuntamiento, es reincidente por celebrar una fiesta» en esta vivienda, y al responder el okupa que era una reunión de amigos, le matizan que es un evento por acoger a más de 20 personas.
Por su parte, el Ayuntamiento de Sant Josep informa de que ha recibido «más de 30 denuncias; las últimas notificadas hace escasos días, tanto por molestias como por fiestas ilegales», y asegura que la Policía Local está en contacto con la abogada de la propiedad y pendiente de que el juez dicte la orden de desahucio de esta vivienda.
Una pequeña verja en la entrada
La verja que se ve en el vídeo de la Policía es otra de las infracciones de las que se acusan a los okupas, que la instalaron sin disponer de ningún tipo de permiso. Esta, entre otras, es una de las varias denuncias que ha interpuesto la propietaria en el Ayuntamiento de Sant Josep. Según detalla, la casa la alquilaron cuatro jóvenes españoles en agosto de 2021: «Al principio decían que querían cultivar patatas», indica, como ejemplo de la buena impresión que le dieron. Sin embargo, al poco tiempo «empezaron a llegar los avisos de los vecinos sobre las fiestas que se hacían» en su propiedad.
Entonces, la arrendataria inició su lucha para sacar a la gente de su propiedad por las actividades ilegales que desarrollan y por no cumplir con los plazos del alquiler a pesar de realizar algunos pagos por otros importes. Desde octubre de 2021, la inmobiliaria que puso la casa en alquiler ha enviado muchas notificaciones solicitando el «desalojo de la propiedad por incumplimiento del contrato». Al no obtener resultados, la propietaria contrató a una abogada a la que ya ha derivado tres de las denuncias que llegan a su nombre por la celebración de las fiestas en su propiedad.
Asimismo, recuerda que el año pasado Aqualia le contactó por el «uso inadecuado del agua» en el terreno, que se reflejó en una factura de 1.700 euros. La casa no cuenta con piscina de obra, pero la propietaria cree que tienen una hinchable. «Además de los coches que entran a las fiestas he visto caravanas y tiendas de campaña...», cuenta la mujer, con inquietud no sólo por las molestias que causan a diario a los vecinos sino también por los cambios que habrá experimentado el domicilio: «De toda la gente que ha pasado por allí, ya no sé si será mi casa», lamenta.
Entradas a 20 euros
La valla que han instalado los inquilinos sin disponer de ningún permiso sirve para controlar el acceso a las fiestas: «Hay un grupo de Whatsapp o Telegram al que te meten si conoces a alguien y te piden que hagas un ‘bizum’ anticipado de 20 euros. Al llegar a la propiedad, comprueban si estas en una lista para dejarte entrar», relata una persona que ha asistido a una de las fiestas. Además de la entrada, en la casa hay una barra en la que se venden consumiciones. En el patio hay instalados ventiladores y altavoces y, dentro, se ha insonorizado el sótano y cuenta con una mesa de mezclas para dj’s.
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