Discurso institucional del 8 de agosto

El presidente de Ibiza: "El problema de la vivienda es el reto más grave de Ibiza"

Vicent Marí reclama en el discurso institucional del 8 d’Agost que «no se normalice que malvivir en espacios no adecuados sea una solución»

Vicent Marí durante su discurso en el claustro del antiguo Ayuntamiento de Eivissa.

Vicent Marí durante su discurso en el claustro del antiguo Ayuntamiento de Eivissa. / Toni Escobar

José Miguel L. Romero

José Miguel L. Romero

Ibiza

Los poblados chabolistas de Can Rova y Can Raspalls y todos los asentamientos de infraviviendas que han surgido a lo largo y ancho de la isla fueron los protagonistas del discurso institucional que el presidente del Consell, Vicent Marí, ofreció esta mañana en el antiguo Consistorio de Ibiza con motivo de la conmemoración de la entrada de las tropas cristianas en Vila el 8 de agosto de 1235. Marí expuso la paradoja de que en plena canícula, cuando la actividad económica registra sus mejores resultados, «muchos ciudadanos sufren los efectos de una deriva habitacional ante la que no vale eludir responsabilidades ni voluntades de solución», en referencia a los cientos de desalojados de Can Rova.

Marí, consciente del punto de inflexión que ha supuesto Can Rova y la miseria que ha aflorado al conocer la crítica situación de sus exresidentes y de los de otros poblados, advierte de que «una isla de oportunidades» como siempre ha sido Ibiza, «deja de serlo cuando se quiebra su equilibrio social, económico y ambiental». Deja de serlo, subraya, porque en la actualidad, «tener un trabajo no garantiza tener una casa». El presidente no se anduvo con rodeos y fue muy crítico al identificar cuál es el origen del drama que está viviendo la isla, así como al describir sus consecuencias: «La codicia y el interés para seguir creciendo por encima de nuestras posibilidades frenan aspiraciones y proyectos de vida y de futuro».

"Una isla de oportunidades» como siempre ha sido Ibiza, «deja de serlo cuando se quiebra su equilibrio social, económico y ambiental»

Lo ocurrido hace apenas una semana en Can Rova es, a su juicio, «la constatación de que no todo vale para conseguir beneficios y de que no podemos permitir que la avaricia de quien se aprovecha de una necesidad acabe rompiendo el saco de toda la sociedad». Cambiar lo que está ocurriendo es, remarcó, «una responsabilidad compartida» de «administraciones, representantes políticos, empresarios, trabajadores y ciudadanos».

Precarización

Considera el presidente ibicenco que «solo desde la unidad real, desde la voluntad firme y sin condiciones», se podrá conseguir «que el turismo, nuestra principal fuente de riqueza y progreso, revierta sus beneficios de una manera real en el bienestar social de los ciudadanos». Aboga por un pacto, como el que impulsa el Govern, «que haga de esta isla un lugar donde trabajar, pero también un lugar donde poder vivir», que no es el caso ahora mismo: «Un isla donde el crecimiento económico no sea sinónimo de precarización ni de carencias y que no normalice que malvivir en espacios no adecuados y dispersos por el territorio, sea una solución o incluso un estilo de vida. Una sociedad como esta no puede permitir que haya personas que, aprovechándose de otros, pongan su beneficio personal por encima de todo».

Alojamiento digno

No se puede seguir creciendo económicamente, advirtió, «si previamente no se garantiza un alojamiento digno a las personas que realmente vienen a contribuir en esta isla», que ahora, en centenares de casos, malviven en infraviviendas, cuando no directamente dentro de sus coches o en plena calle en condiciones insalubres. Hizo un llamamiento, en ese sentido, a que las instituciones públicas, incluido el Consell que dirige, den un paso adelante «hacia un futuro sostenible ambientalmente, pero también económica y socialmente», para lo cual sostiene que todos deben «remar en la misma dirección».

El acto institucional se celebró en el antiguo Ayuntamiento de Eivissa.

El acto institucional se celebró en el antiguo Ayuntamiento de Eivissa. / Toni Escobar

Pateras

La carencia de vivienda es, insistió, «el reto más grave» al que se enfrenta Ibiza en estos momentos, en los que «tampoco se pueden dejar de advertir las dificultades que provoca sobre los servicios de atención insular la llegada masiva de pateras a la costa pitiusa», lo cual está provocando «un exceso de demanda asistencial que necesita ser reconocido y dotado de los recursos adecuados por parte de las instituciones responsables». La isla, recordó, está en medio de un ruta migratoria que parte de Argelia y que «requiere ser reconocida y tratada como tal, dotándola de la vigilancia y servicios necesarios para evitar y controlar esta llegada masiva de pateras que está colapsando unos servicios asistenciales que no están ni preparados ni dimensionados para hacer frente a este desembarco».

La lacra del intrusismo

Reclamó «más cuotas de autogobierno y medios para afrontar los problemas» que afecten directamente a Ibiza, mediante «las instituciones próximas, ágiles y resolutivas que reclaman los ciudadanos». En este sentido, uno de los grandes objetivos para el presidente «sigue siendo el impulso de medidas que faciliten que los pisos vuelvan al mercado de alquiler tradicional», es decir, que acaben con el intrusismo, el alquiler turístico ilegal, «una lacra de quien viene a aprovecharse de nuestros recursos sin aportar nada» y que también está detrás de la emergencia habitacional: «En los últimos años se ha duplicado la plantilla de inspectores y seguimos defendiendo, porque es una necesidad, más cambios normativos para aplicar medidas cautelares que realmente sean disuasorias contra estas actividades irregulares. Que nadie se engañe, en Ibiza sobran todos aquellos que nada aportan y solo miran por su interés a expensas de los otros», recalcó.

Señaló que seguirá reclamando «la necesidad de que desde el Gobierno de España se obligue a las plataformas de comercialización on line [Booking, Airbnb…] a comprobar que toda la oferta que publiciten tenga el registro correspondiente de legalidad», para que, como explicó, «los piratas que actúan sin licencia, que actúan sin conciencia, dejen de tener ingresos ilegales a expensas del bienestar de los residentes».

Otro objetivo, detalló, es ofrecer «seguridad jurídica a quien tiene un inmueble y no quiere alquilarlo por temor a las malas experiencias [impago, destrozo del piso, subarriendo…]», que es otro de los factores que provocan la escasez de alojamiento a precios razonables. El propósito es que las viviendas que ahora están vacías por esos temores «vuelvan al mercado de alquiler». Calcula que «alrededor de 3.000 pisos vacíos en la isla se podrían recuperar dando garantías legales y jurídicas a sus propietarios».

El aeropuerto no debería «hacer un negocio publicitario casi monopolista que explota un cliché que no se corresponde con lo que realmente somos y lo que ofrecemos a nuestros visitantes»

«Clichés» en el aeropuerto

Vicent Marí considera, además, que la principal puerta de entrada de la isla, el aeropuerto de es Codolar, no debería «hacer un negocio publicitario casi monopolista que explota un cliché que no se corresponde con lo que realmente somos y lo que ofrecemos a nuestros visitantes», en referencia a los anuncios de gran tamaño de discotecas que cuelgan de su fachada y que hay también frente a su terminal».

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