Turismo

Las reuniones para frenar la masificación turística empiezan «con mal pie»

Patronales, sindicatos y oposición acusan al Govern de ausencia de planificación para abordar el problema | Se reprocha al Ejecutivo que ha querido «correr demasiado» para empezar en verano

Turistas en Dalt Vila el pasado mes de junio. | VICENT MARÍ

Turistas en Dalt Vila el pasado mes de junio. | VICENT MARÍ

Palma

Las primeras reuniones encaminadas a definir un nuevo modelo turístico que corrija los casos de saturación «han empezado con mal pie», según coinciden en señalar tanto representantes empresariales como sindicales, al igual que desde otras organizaciones y desde la oposición. Entre los reproches al Govern, que impulsa esta iniciativa, se destaca la ausencia de una planificación adecuada y de un guion sobre los temas que deben de ser abordados con prioridad.

La decepción que ha generado la primera reunión de los grupos de trabajo sobre temas como la movilidad o el mercado laboral es general, aunque con la esperanza de que la segunda registre mayores avances, ya que de no ser así «esto comenzará a ser preocupante», se afirma.

Esta ausencia de un guion elaborado por el Ejecutivo del PP sobre las cuestiones sobre las que hay que trabajar en el marco del Pacto por la Sostenibilidad es reconocida por los presidentes de las asociaciones de distribuidores de alimentos y de transporte de mercancías vinculadas a la patronal CAEB, Bartolomé Servera y Ezequiel Horrach respectivamente, al igual que por el máximo responsable de Taxis-Pimem, Gabriel Moragues. A estas voces se suman las de la portavoz de la gestora de UGT en las islas, Xisca Garí, y de la secretaria de Empleo de CCOO-Balears, Maria Àngels Aguiló.

Todos ellos hablan de una primera reunión de las citadas mesas sin una ordenación mínima de los temas que se tienen que analizar, limitándose a intervenciones dispersas sobre la opinión que cada participante quería exponer.

«Falta de guion»

Según Bartolomé Servera, «falta afinar mucho el cometido de los que acudimos a estas mesas de trabajo», e ironiza en que «al menos nos conocimos».

Ezequiel Horrach admite también que en este primer contacto «acudimos bastante perdidos» y que «nadie sabe muy bien el papel que tiene que jugar». Es uno de los que lamentan la ausencia de un «guion» por parte del Govern sobre cuáles son los problemas que se deben de tratar con prioridad.

Por su parte, Moragues no solo lamenta la falta de guion de los temas a tratar, sino un cierto exceso en la cifra de representantes en cada mesa que hace que se salga de ellas con una cierta sensación caótica. Pese a lo expuesto, los tres dirigentes empresariales insisten en su esperanza de que el segundo encuentro sea más productivo.

Las dos representantes sindicales hacen una exposición similar respecto a una falta de planificación sobre los puntos a analizar. Según Garí, «hay que concretar más» las prioridades a abordar, mientras que Aguiló reprocha al Govern que «no se diera ningún tipo de documentación ni una planificación de las líneas de trabajo que se van a mantener». El sistema es «muy débil y está poco definido», añade la representante de CCOO. Ambas coinciden en expresar su esperanza de que la situación mejore en próximos encuentros.

Entre varios participantes en estas primeras reuniones existe la impresión de que «el Govern ha querido correr demasiado para poner en marcha este plan antes de agosto», sin haber preparado lo suficiente la forma en la que hay que actuar, lo que ha generado la decepción anteriormente señalada.

Un «paripé»

Mucho más duro es el portavoz del PSIB-PSOE, Llorenç Pou, que califica de «paripé» la iniciativa del Govern de Marga Prohens. También el coordinador general de Més, Lluís Apesteguia, se suma a las voces que hablan de que «no existe ni metodología ni plan de trabajo».

Pou señala importantes ausencias entre las organizaciones que han sido llamadas a participar en estas mesas de trabajo, pero además cuestiona el que éstas se hayan puesto en marcha sin ninguna documentación y sin disponer de la menor referencia sobre los puntos a abordar.

«Se han convocado estas reuniones al considerar que hay temas de urgencia social a analizar, pero no se ha preparado la menor hoja de ruta. Esto no es serio», afirma el diputado socialista.

«Se ha encargado la dirección de este proyecto a Antoni Riera (director de la Fundación Impulsa y catedrático de la UIB) como garantía de calidad, pero o el Govern está haciendo caso omiso de las instrucciones de Riera, o éste no está haciendo lo que se esperaba de él», afirma Llorenç Pou.

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