Economía
Desciende un 19,6% el número de hipotecas sobre viviendas en Ibiza
La cantidad hipotecada para la adquisición de casas se reduce también en casi un 8%, mientras que ocurre todo lo contrario con naves y locales, para los que el importe de los créditos ha crecido un 126%

Viviendas en construcción en Ibiza. / D.I.
Marzo de 2022: la compraventa de viviendas y la constitución de hipotecas caían un 11,7% en toda España. Incluso en Balears bajaba un 16,1% respecto al mismo mes del año anterior. Era la respuesta al encarecimiento de los préstamos hipotecarios. Los tipos de interés se disparaban y, paralelamente, los clientes dejaban de acudir a los bancos. Detrás estaba la mano del Banco Central Europeo, que quería enfriar la economía para hacer frente a la inflación galopante. ¿Pero ocurría lo mismo en todas las islas de la Comunitat Autònoma balear? No, Ibiza y Formentera iban a su bola: en las Pitiusas crecieron, interanualmente, casi un 22% las operaciones, mientras el importe total subía nada menos que un 53%.
Pasados ocho meses, el panorama ha cambiado radicalmente en nuestro archipiélago. Hasta noviembre (últimos datos disponibles), las operaciones hipotecarias cayeron en toda España un 19,1%, tal como empezó el año, mientras que en Ibiza se daba la vuelta a su particular tortilla crediticia: en once meses sólo se registraban 1.147 operaciones en las Pitiusas, un 19,6% menos que las contabilizadas hasta el mismo mes de 2022, es decir, un porcentaje situado ligeramente por encima de la media anual. De ir de sobrados, a caer en picado. También se vio reducido el importe total de los créditos: 444,4 millones de euros hasta noviembre, un 7,7% menos en términos interanuales.
Créditos caros, casas carísimas
Detrás de ese parón se encuentra el encarecimiento de los créditos, sí, pero también que las viviendas cuestan, cada vez más, un ojo de la cara. Y un riñón. O los dos de ambos órganos. Si en noviembre de 2022 la hipoteca media ascendía a 337.596 euros, en el mismo mes de 2023 ya iba por 387.498 euros, 50.000 euros más (un 14,8%). Y subiendo.
En Mallorca van un poco peor que aquí. El abrupto descenso hipotecario es en esa isla del 21% en cuanto al número de operaciones, mientras que la caída en el importe acumulado (el dinero total hipotecado) es del 18,8%, once puntos porcentuales más que en las Pitiusas. Allí la hipoteca media es mucho más barata: 233.810 euros (144.000 euros menos que aquí).
Si se echa un vistazo a la estadística mensual se observa que hasta abril se estaba produciendo un crecimiento sólido del importe hipotecado, con aumentos continuos, mes a mes, interanuales. Pero tanto en mayo como, sobre todo, en junio, empezó a dar señales de que el motor crediticio empezaba a griparse, pues se produjeron descensos importantes. En julio recuperó fuelle, pero desde entonces se sucedieron cuatro meses de intensas bajadas interanuales: así, el importe acumulado entre agosto y noviembre fue un 57,6% inferior al de ese mismo periodo de 2022.
El debilitamiento fue tan agudo que el acumulado pasó de ser un 53% superior en marzo, a casi un 20% inferior en noviembre. Hasta septiembre, la balanza se decantaba del lado de 2023; pero en octubre tuvo lugar el punto de inflexión, una tendencia que probablemente continúe los próximos meses. No obstante, los portales inmobiliarios españoles confían en que a principios de 2024 se comenzará a ver cómo se amortigua el proceso bajista en la firma de hipotecas. Ya veremos si eso ocurre en España y en las Pitiusas o sólo es fruto del deseo de ese sector.
El papel de naves y locales
Hay una salvedad importante. Si bien el bajón afecta a la cantidad de fincas hipotecadas, tanto urbanas (-25%) como rústicas (-15%), y tanto a viviendas (lo visto, una caída del 19,6%) como a naves y locales (apartado en el que roza el 40% de descenso, al pasar de las 617 de 2022 a sólo 371 en 2023), no sucede lo mismo en cuanto al importe hipotecado global. En este caso, los créditos inmobiliarios suman un total de 948,55 millones de euros, un 14,26% más que hace un año. Se trata de la cantidad más alta desde hace quince años, desde 2008, justo cuando acababa de empezar la crisis crediticia y del ladrillo.
Y de eso tienen la culpa las naves industriales, los locales comerciales y las oficinas, cuyo importe hipotecado total ha experimentado un impulso sin precedentes: se han constituido hipotecas por valor de 418 millones de euros en este apartado, un 126,4% más que en 2022, en cuyos once primeros meses los pitiusos se hipotecaron por 233,4 millones de euros menos. Es la cifra más alta de los últimos 18 años, junto a los 436,7 millones de euros de 2020: son las dos únicas ocasiones en que, desde 2006, se ha sobrepasado la barrera de los 400 millones de euros hasta noviembre.
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