El Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) ha desestimado la demanda del propietario de los terrenos de la cantera de Can Carabassó, en Sant Miquel, en contra del procedimiento de regulación de esta industria minera, explotada por Hermanos Parrot, que ya se encuentra en fase de restauración. El demandante sostiene que este acto debería ser «nulo de pleno derecho» al haberse cometido «diversas irregularidades», entre ellas el incumplimiento del plazo de 18 meses para que el Govern dictase la resolución que amparaba su regulación.
La sentencia, contra la que cabe recurso de casación, desestima la demanda dirigida contra la Comunitat Autònoma y, como codemandado, Hermanos Parrot, al entender que la Administración podía resolver el expediente de forma extemporánea «sin que implique vicio de nulidad, anulabilidad o efecto de caducidad alguno».
El demandante también pedía, infructuosamente, el derecho a percibir una indemnización por parte de la Comunitat Autònoma por «los daños y perjuicios causados, por razón de la posesión no consentida, sin título habilitante y, por tanto, ilegítima». Subsidiariamente, el propietario reclamaba que Hermanos Parrot le compensara económicamente en concepto de responsabilidad patrimonial por «la ocupación indebida o privación de la posesión y usos de los terrenos» desde la finalización del contrato de alquiler de los mismos, en mayo de 2014, hasta la expropiación de los terrenos, que también exigía, o bien la finalización del plan de restauración de la cantera.
Vivienda en el perímetro
Hermanos Parrot defendió en sede judicial su obligación a restaurar la cantera antes de que se declare «la caducidad» de la misma y que no puso objeción alguna a la solicitud del propietario de no afectar a la zona donde, «sorpresivamente», destacaba, se autorizó la construcción de una vivienda. Esta se halla en el perímetro de la explotación.
La cantera de Can Carabassó obtuvo una autorización para la actividad extractiva en mayo de 1970 por parte de la dirección general de Minas y Combustibles del Ministerio de Industria. Con una superficie autorizada de nueve hectáreas, la explotación abarcaba una superficie de casi 50.000 metros cuadrados.
En junio de 1983, se autorizó el cambio de titularidad de la explotación de la cantera en favor de Hermanos Parrot. En mayo de 1998, la empresa explotadora firmó un contrato de arrendamiento con la propiedad de los terrenos por un periodo de 15 años, que, en mayo de 2013, tras su extinción, se prorrogó por un año más.
El propietario informó a la conselleria de Industria en junio de 2015 de la finalización del contrato y, por tanto, de la falta de permiso de Hermanos Parrot para seguir con la explotación de la cantera, aunque se comprometía a facilitar el acceso a la misma para la ejecución de las tareas de restauración. Entonces, en junio de 2015, tras una denuncia de la propiedad, el Ayuntamiento de Sant Joan ordenó la paralización de la actividad en la cantera, ya fuera de extracción o restauración. El Govern resolvió que dicha suspensión incumplía la ley de minas; en concreto, la obligación de restaurarla.
De hecho el plan de abandono presentado por Hermanos Parrot y autorizado por el Govern, en febrero de 2016, especificaba que el titular del derecho minero tiene la obligación de restaurarla con independencia de quien sea el propietario de los terrenos, que debe permitir el acceso a los mismos.
El plan de regularización aprobado contempla la restauración, en cinco fases, de un volumen de casi 154.000 metros cúbicos con la previsión inicial de que los trabajos finalicen en febrero de 2052.