«Sin consumir un solo palmo de territorio». Vicent Marí, presidente del Consell de Ibiza, considera que ese es uno de los puntos fuertes del decreto de emergencia habitacional que prepara el Govern balear para abaratar la vivienda. Si bien el decreto incluye medidas para que se puedan ‘trocear’ los pisos y reducir su tamaño hasta un mínimo de 60 metros cuadrados, así como igualar alturas en algunas zonas para acabar con los ‘dientes de sierra’ y la posibilidad de convertir locales sin uso en lugares habitables, Marí también recuerda que no es preciso construir más (viviendas de protección oficial, por ejemplo), ni un palmo más, si saliera al mercado todo el parque inmobiliario pitiuso, que, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), está lleno de pisos vacíos.
En la encuesta del INE sobre consumo eléctrico, se señala que en Ibiza hay 15.700 inmuebles vacíos, el 19,89% del total, y en Formentera, 2.583, el 37% de las viviendas existentes. En total, y según el INE, de las 85.882 viviendas que hay en las Pitiusas, en el 21,28% (18.282) no vive nadie.
En Ibiza hay 15.700 inmuebles vacíos, el 19,89% del total, y en Formentera, 2.583, el 37% de las viviendas existentes. Dde las 85.882 viviendas que hay, en el 21,28% (18.282) no vive nadie.
Vicent Marí considera que semejante número de casas sin inquilinos es fruto de la inseguridad jurídica: «Es necesario que quien quiera alquilar lo pueda hacer con la seguridad de que su vivienda será devuelta con facilidad, en condiciones óptimas y que tendrá herramientas para protegerse de impagos». Es decir, si hay 18.283 pisos cerrados a cal y canto, es por el miedo que tienen sus propietarios a alquilarlos. Si esa oferta saliera al mercado, quizás los precios se moderarían.
Según el municipio, varían los porcentajes de hogares vacíos. El caso de Formentera, con 2.583 desocupados de un parque de 6.969 casas (37%), es el más llamativo y está muy relacionado con el alquiler turístico estival. En Sant Joan, con 1.550 vacías, el porcentaje es similar: 35,5%. Les sigue Santa Eulària, donde no vive nadie en el 26,6% de sus 22.810 viviendas; Sant Josep (21,4%; 3.363 sin habitar) y Sant Antoni (18,6%; 2.259 cerradas). Vila es el municipio con menor porcentaje de pisos vacíos, un 10,2% (2.443), menos cuantitativamente que Formentera, Sant Josep y Santa Eulària pese a tener más población y contar con el mayor volumen de inmuebles (23.938, un tercio del total de las Pitiusas)
Como en la España vaciada
El porcentaje de inmuebles vacíos en Ibiza y Formentera está por encima de la media estatal, que es del 14,4%. Si se compara con el medio centenar de provincias españolas, sólo hay 13 en las que el porcentaje es superior. Curiosamente, las 13 pertenecen a la llamada España vaciada: Teruel (26,3%), León (25%), Segovia (27,4%), Soria (25%)Zamora (26,8%), Cuenca (25%), Lugo (37,3%), Ourense (43,7%)…
El porcentaje de inmuebles vacíos en Ibiza y Formentera está por encima de la media estatal, que es del 14,4%
Para el ibicenco José Antonio Roselló, vicepresidente de la CAEB, existen «dos grandes motivos» por los que hay tantas viviendas fuera del mercado: «Primero, que la Ley de Enjuiciamiento Civil no funciona, por lo que es muy difícil recuperar una casa: un desahucio puede durar un año. Y segundo, porque en los últimos tiempos, toda la legislación aprobada ha ido en la línea de ir contra el propietario. Hasta la okupación empieza a estar más favorecida que el derecho a la propiedad».
Considera que la oferta «se retrae debido a la Ley de la Vivienda», que califica de «legislación que va en contra del propietario. Pone en él la carga de la prueba y les obliga a suplir los derechos sociales, cuando no es su función». «Así -prosigue- no es extraño que haya tantas vacías. La Ley de la Vivienda es un escándalo y no saldrán al mercado si no se deroga urgentísimamente». También aboga por «flexibilizar y mejorar la Ley de Enjuiciamiento Civil», así como por «dar una vuelta a la Ley de Arrendamientos Urbanos, que tiene un efecto que procede del franquismo: favorece al inquilino y retrae al propietario a la hora de poner su casa en el mercado».
La Ley de la Vivienda» es una «legislación que va en contra del propietario. Pone en él la carga de la prueba y les obliga a suplir los derechos sociales, cuando no es su función»
"Protección de okupas"
Si bien Zenón Helguera, delegado de los agentes de la propiedad inmobiliaria en Ibiza y Formentera (API), duda de los datos del INE basados en el consumo eléctrico («¿Y si una persona tiene un apartamento y lo usa sólo un mes al año? También puede tenerlo a la venta. Si lo alquila, no lo puede vender», arguye), opina también que «la inseguridad y el proteccionismo que hay con los okupas, no favorece que el mercado se mueva».
Esa falta de seguridad jurídica provoca distorsiones en el mercado inmobiliario, señala Helguera: «Cada vez pedimos más garantías». Además, con la nueva Ley de Vivienda «ahora es el propietario, no el inquilino, el que debe pagar la comisión a la agencia inmobiliaria en el caso de un alquiler anual».
Del total de inmuebles habitados de las Pitiüses, en la mitad (el 52,2%) viven una o dos personas, según la encuesta del INE. En el 26,08% reside un único inquilino, y en el 26,14%, dos. Este dato da una idea aproximada del tamaño medio que tienen los hogares de estas islas (aunque haya quien viva solo en casas enormes, no es el caso, seguramente, de la mayoría) y si será posible ‘trocear’ algunos inmuebles hasta un mínimo de 60 metros cuadrados como permitirá el decreto de emergencia habitacional. El 20,5% acogen a tres habitantes, el 16,13% a cuatro, y sólo el 11,13%, a cinco o más. Se supone que estos dos últimos son los inmuebles más grandes.