El alcalde de Sant Antoni, Marcos Serra, propondrá a la conselleria balear de Turismo una modificación del decreto que regula las medidas contra el turismo de excesos y que afecta sólo a su municipio y a Magaluf y s’Arenal, en Mallorca. «Hay cosas que no son necesarias y dan mala imagen, como hacer firmar a un turista que llega con su familia que no hará balconing», indica, al tiempo que destaca que tampoco le gusta que «se tenga que aplicar sólo en Sant Antoni». «En Ibiza hay zonas con más turismo y excesos que en Sant Antoni», justifica Serra.
Hay otras cosas que sí le gustan, como la prohibición de la venta de alcohol en las bodegas a partir de las 21.30 horas, las ofertas sobre bebidas alcohólicas o su comercialización en la calle a través de máquinas expendedoras. Pero sostiene que se deben aplicar en todas las islas, no sólo en las zonas turísticas afectadas por el decreto de turismo de excesos. Además, plantea que se le cambie su denominación para evitar dar «una imagen negativa» y propone, por ejemplo, la de «decreto de turismo responsable».
Precisamente, el portavoz del grupo del PSOE, Antonio Lorenzo, echó en cara, este jueves en el pleno, al equipo de gobierno su negativa a aplicar el decreto. La primera teniente de alcalde, Neus Mateu, reconoció, de hecho, que «en dos años casi no se ha aplicado» por las dificultades para tramitar sanciones. «No ha funcionado», destacó. Puso como ejemplo el hecho de que para multar «la publicidad sexista se debe demostrar que esta induce a beber alcohol». También dijo que con «las ordenanzas municipales y la ley 4/2015 [de protección de la seguridad ciudadana] la Policía Local y la Guardia Civil han hecho más detenciones que nunca». Y lamentó que el anterior conseller balear de Turismo, Iago Negueruela, no cumpliera su compromiso de enviar inspectores.
En su réplica, Lorenzo aseguró que la negativa del PP a aplicar el decreto se debe a que «no quieren ir contra los suyos, empresarios que fomentan el turismo de excesos» y recordó que en Calvià, PP y Vox sí lo utilizan.
Por otra parte, el equipo de gobierno rechazó una vez más la propuesta del PSOE para constituir una mesa de diálogo de turismo en la que poder consensuar con todos los agentes sociales, «no sólo los hoteleros», el cambio de modelo. Lorenzo pidió de nuevo la dimisión del concejal de Turismo, Miguel Tur, tras la críticas de la presidenta de la Federación Hotelera, Ana Gordillo. Tur, que recordó que Gordillo rectificó sus declaraciones en su contra, destacó que ya existe el comité ciudadano, en cuya última reunión, dijo, destacó el trabajo de la concejalía. Sin embargo, Lorenzo puntualizó que la última reunión fue en marzo de 2022 y la anterior en junio de 2020. «Aquí se evidencia el interés que tienen», dijo.
Un millón para reconvertir el West
El pleno aprobó una modificación de crédito para incorporar una partida de un millón de euros del remanente para ofrecer ayudas a los empresarios del West End para reconvertir los pubs o bares musicales en comercios o restaurantes.
En otro orden de cosas, el concejal del PSOE Xavier Rey denunció que el establecimiento O’Beach, en s’Arenal, ocupa parte de la acera como zona de espera de sus clientes para coger un taxi, con una cinta que impide el paso a los viandantes, lo que les obliga a andar por la calzada. «¿Qué quiere que hagamos si hay gente que no puede pasar?», respondió a bote pronto el alcalde. «No se le pude decir a la gente que no haga cola», agregó. Posteriormente, Serra dijo que desconocía que se hubiera limitado el paso por la acera con una cinta y que se comprobaría.
Por otra parte, el presupuesto de 2023 entra hoy en vigor después de que el Consistorio no haya recibido ninguna alegación.