El test de estupefacientes en sangre efectuado al conductor de uno de los dos autobuses escolares que sufrieron un accidente hace dos semanas en Sant Antoni ha arrojado un resultado negativo, ha informado el Ayuntamiento del municipio Un primer análisis toxicológico en saliva mostró un positivo, pero el Consistorio recuerda que prevalecen los resultados obtenidos de la muestra sanguínea.

El accidente, que se saldó con algunos heridos con pequeñas contusiones, ocurrió en el aparcamiento situado frente al colegio Cervantes a primera hora de la mañana del 6 de junio. El siniestro se produjo cuando los vehículos estaban realizando maniobras en el aparcamiento. En los vehículos viajaban alrededor de 40 escolares.

Uno de los autobuses perdió el control y chocó con el otro, situado delante, lo que provocó que éste terminara encima de la acera a causa del impacto. La conselleria de Educación explicó que se trató una colisión por embestida cuando los dos autocares salían del aparcamiento del colegio Cervantes en dirección a los centros escolares Can Coix y Guillem de Montgrí, situados en la carretera de Cala Salada. Los dos autobuses forman parte de la ruta Ibiza Oeste, que está adjudicada a la empresa Alsa.