Sanción de 8.200 euros por el desvío de agua a un bar de Cala Vedella

La multa, ya pagada, también afecta al vertido de aguas residuales directamente al torrente de la zona

El torrente de Cala Vedella se sitúa en la zona norte de la playa.

El torrente de Cala Vedella se sitúa en la zona norte de la playa. / Google Earth

La conselleria de Medio Ambiente dictó una sanción de cerca de 14.000 euros de sanción a un particular por el vertido de aguas residuales de uso doméstico (lavadora y desagüe) directamente al torrente de Cala Vedella, diversas irregularidades de un sondeo de agua y la extracción para un uso distinto al autorizado, en concreto para dar servicio a un bar, situado junto al aparcamiento en la zona norte de la playa.

Finalmente, el infractor ha abonado 8.258 euros después de admitir las infracciones cometidas y acogerse al descuento previsto en la normativa. El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil denunció los hechos en agosto de 2019.

El servicio técnico de la conselleria balear de Medio Ambiente emitió un informe, en noviembre del año pasado, en el que señalaba que existía una autorización, desde octubre de 1971, para la extracción de 24.700 litros al día para uso doméstico y regadío (actualmente la zona está urbanizada), y que el uso industrial para el bar, durante los meses de la temporada, no estaba autorizado. Al estar el pozo en la franja costera cualquier cambio de uso es ilegalizable.

Por este asunto, la propuesta de sanción ascendía a 12.500 euros. En cambio, la multa por el vertido de aguas residuales al torrente, considerado una infracción leve, se situaba en 440 euros, y la falta de un contador volumétrico y otras cuestiones del sondeo, también leve, en 800 euros.

Pozo negro sin vaciar en 20 años

El Seprona también detectó la existencia de un pozo negro, situado junto al torrente, en el cual se vierten las aguas residuales y que no había sido vaciado en 20 años. Medio Ambiente dio un plazo al propietario de la vivienda conectada a esta instalación a que la clausure y que, en tres meses, ponga en marcha un sistema autónomo de depuración.

Esta parcela no está conectada a la red pública ni a la depuradora de Cala Vedella. También ordena el cese inmediato de los vertidos al torrente con la retirada de la canalización con la que se realizan, también del suministro de agua no autorizado al bar.

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