Alumnos mediadores en Ibiza: pequeños garantes de la convivencia

Alumnos de 11 centros de Ibiza participan en un encuentro en la UIB de estudiantes mediadores de Primaria y Secundaria. Una entrega de diplomas reconoce su labor de fomento del bienestar y su papel en la resolución de conflictos en las aulas

Toni Escandell Tur

Toni Escandell Tur

Un total de 150 alumnos -de Primaria y Secundaria- de Ibiza que colaboran en sus centros para evitar que surjan conflictos se congregaron ayer en la sede de la UIB en el marco de la ‘Trobada d’alumnat promotor de la convivència i el benestar’. Prácticamente todos ellos son mediadores, figura a la que otros alumnos pueden acudir cuando tienen algún problema, algo que cuesta más expresar ante un profesor. Estos jóvenes pudieron participar ayer en diferentes talleres y se les hizo entrega de un diploma a modo de reconocimiento por su labor.

Pequeños garantes de la convivencia | JA RIERA

La educadora y artista Inés Clapés, más conocida como Nines, imparte un taller de grafiti. / JA RIERA

Laura Pardo, una de las participantes, explica durante un descanso de la jornada que lo más importante es escuchar a quien acude a ella como mediadora de la clase: «Y hay que hacerlo sin juzgar, prometiendo que no vamos a decir nada y dando consejos». A partir de ahí, añade, hay que identificar cuál ha sido el problema y tratar de llegar a un acuerdo entre las partes. «Se dan unas semanas para ver si cambia el comportamiento» de quien haya generado la situación, explica Pardo, estudiante de 2 de ESO. Erika López, que va a la misma clase (son del Xarc), también ejerce de mediadora. Ambas han comenzado este curso. Pardo concluye que en ocasiones la mediación sí ha servido para solucionar disputas.

Pequeños garantes de la convivencia

A todos se les entregó un diploma por su labor como mediadores. / JA RIERA

No obstante, también se trata de poder evitar que se llegue a las situaciones conflictivas, tal y como explica Aina Amengual, directora del Institut per a la Convivència i l’Èxit Escolar (Convivèxit), órgano a través del cual la conselleria balear de Educación ha organizado el encuentro de este viernes en la UIB. «Todos estos alumnos son como modelos que tenemos en los centros y catalizadores dentro de sus espacios, de sus grupos, y que ayudan a lograr esta convivencia», explica Amengual, que acude a la jornada y celebra la acogida que ha tenido. «Ellos están encantados porque intentamos que sean talleres en los que puedan reflexionar y aprender algo a la vez que son atractivos y lúdicos».

Participan en el encuentro 11 centros de la isla y los títulos de algunos de estos talleres son: ‘Empatía y escucha activa’, ‘Atención: ¿cuáles son tus fortalezas?’, ‘Mindfulness para el bienestar’, ‘Interpretación de dibujos: el espejo del alma’ o ‘Taller de improvisación’, entre otros. La directora de Convivèxit destaca que los alumnos que participan en esta jornada (que ya se ha celebrado en Mallorca y pronto se hará en Menorca) son «proactivos, con empatía y les gusta ayudar al resto».

Iris Cabrerizo y Eder Almada, alumnos de 2 de ESO en Blanca Dona, explican que en clase son del ‘equipo de ayuda’. «Normalmente este equipo son dos personas de cada clase», explica Almada. Su compañera detalla que puede acudir a ellos todo aquel que necesite ayuda: «Nosotros no nos chivaremos al profesor y [el resto de alumnos] pueden expresarse con nosotros y coger confianza». En su clase están intentando generar un sentimiento de unión, ya que hay dos grupos que apenas se relacionan entre ellos: «Nuestra clase está un poco dividida y esto, por decirlo de alguna manera, da problemas a la hora de trabajar. Nosotros intentamos que se junten un poco más», añade Cabrerizo. Almada destaca que en caso de conflicto se habla con ambas partes y se busca una solución con la que estén conformes.

Cabrerizo tiene claro cuál es su labor como equipo de ayuda de ahora en adelante: «A veces nos reunimos y un grupo sí que se expresa, pero el otro grupo es como que no quiere hablar. Esta es una de las cosas que tenemos que trabajar, que este otro grupo también participe».

De hecho, uno de los asuntos interesantes de este tipo de mediación es que rompe con la concepción de que quienes deben mediar deben ser única y exclusivamente los docentes: «En Balears trabajamos mucho con un modelo de convivencia restaurativa, no punitiva. Para ello se necesita la implicación de toda la comunidad», explica Amengual.

También han acudido a la UIB Katia Méndez, Mariam Azahaf y Ainara Segura, que tienen entre 13 y 14 años y van también al Xarc. Todas ellas han comenzado a ejercer de mediadoras este curso. «Tenemos que escuchar a las personas e intentar resolver el problema que tengan. Los profesores nos propusieron ser mediadoras», comenta Segura, quien hace poco ha estado en el taller de empatía: «Mi pareja tenía que hablarme de un tema y yo primero tenía que ignorarla y luego escucharla». Una actividad para concenciar sobre la importancia de la escucha activa y de ponerse en el papel del otro.

Sus dos compañeras, en cambio, han estado en un taller para elaborar un mural colectivo. Cada pareja tenía que pintar con estilo grafiti una palabra en alguna de las grandes cajas de cartón colocadas en el exterior de la UIB, delante de la puerta principal. Palabras, todas ellas, inspiradas en una charla previa de introducción a la convivencia. Algunas de las escogidas son igualdad, bienestar, paz o, como en el caso de Méndez y Azahaf, libertad.

Mientras que Vicent Bernabeu (de 12 años) y Rita Perpinyà (11), de 6º de Primaria en Can Raspalls, pintan su grafiti (han escogido la palabra compañerismo) guiándose con el boceto que previamente han elaborado. Explican que este tipo de jornadas son esenciales para fomentar la empatía. Ellos no son mediadores en su escuela, pero colaboran o han colaborado activamente con su buen funcionamiento: «Soy representante de los alumnos en el consejo escolar y nos han escogido porque nuestra clase decidió votar sobre quién era más empático y nosotros dos salimos». Bernabeu ha sido delegado varios años.

La educadora y artista Nines (Inés Clapés) coordina el taller de arte urbano: «Los alumnos están encantados. Se trataba de tener un espacio en el que poder crear y transformar y en el que convivir, aprovechando para expresar mensajes relacionados con la convivencia y el bienestar». Present Ortiz, asesora técnica de Convivèxit en Ibiza, concluye: «Son estudiantes y queremos que de ellos salgan personas sanas y que aprendan a tener una convivencia positiva en su vida cotidiana, ya no sólo en su centro escolar».

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