Fiestas en Ibiza: Rosie la remachadora, de procesión en Puig d’en Valls

«Me he puesto todo lo rojo que tenía», contaba Pilar Costa, cabeza de lista al Parlament por el PSOE, tras aparcar su scooter en la calle Vicent Marí Mayans. Vestía, efectivamente, chaqueta, pantalón y espardenyes (con tacón) de color rojo. Hasta los pendientes, estilo joyería payesa, tenían incrustaciones de ese color. La camiseta, blanca, decorada con la imagen de Rosie la remachadora, la del pañuelo rojo con lunares blancos que parece que hace un corte de mangas, pero que en realidad muestra bíceps. Icono feminista, en realidad es un cartel creado en la Segunda Guerra Mundial por los norteamericanos cuya intención era que las mujeres suplieran en las fábricas a los soldados que luchaban en el frente.

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En modo reivindicativo (el lema del cartel es ‘We can do it’, nosotras lo podemos hacer), el rojo total y el corte de mangas (o la demostración de su fortaleza, como se prefiera ver) de Rosie la remachadora iban dedicados, probablemente, a la junta electoral que ha obligado a retirar los carteles pro PSOE que ocupaban propiedades particulares de simpatizantes socialistas en el municipio. Curiosamente, Costa aparcó su moto justo junto a un edificio de cuya planta más alta colgaba un corazón blanco sobre fondo rojo, símbolo sin siglas ni logo de su partido.

'El amor' y Tangana

La expresidenta del Consell y exsenadora se dirigió luego a la iglesia de Puig d’en Valls, de donde, tras la misa, celebrada por el obispo Vicent Ribas, partió la procesión con la cruz, la bandera (sostenida por un edil del equipo de gobierno y, a ambos lados, el presidente del Consell, Vicent Marí, y la alcaldesa, Carmen Ferrer) y el incensario al frente. Detrás, el obispo y, a su izquierda y en segunda fila, Pilar Costa, que destacaba por su vestuario carmín y su camiseta reivindicativa. Más de una vez abrió la americana para mostrar a Rosie a quien se lo pedía, sobre todo la docena de socialistas (que portaban pins, insignias con rosas y gorras del partido) que acudieron a celebrar la festividad, entre ellos Josep Marí Ribas, Agustinet, que como de costumbre llegó tarde. Socialistas y populares (otra docena) o bien marcharon detrás de San Mateo, la Virgen de Fátima, San José, San Pedro y la patrona titular de la parroquia, María Madre de la Iglesia, o bien aguardaron en la plaza anexa al templo a que concluyera la procesión, que se inició con los acordes de ‘El amor’, tema de la Semana Santa con el que, tras el éxito de C. Tangana con ‘Demasiadas mujeres’, se corre el riesgo de que los asistentes empiecen a corear «Desfilaba en Milán / Con 21, campañas de Prada y ahora duerme aquí…».

En clave política

Día grande de Puig d’en Valls, pero más en clave política que nunca dada la proximidad (el próximo domingo) de las elecciones municipales. Los políticos van con el cuchillo entre los dientes. Costa procesionaba más roja que un tomate, con su reivindicativa camiseta de Rosie la remachadora y con una bolsa de tela con el logo del PSOE. Sus colegas de partido, con todo el merchandising socialista posible en sus chaquetas (y hasta en sus cabezas). Y los populares, que se las saben todas, no dudaron en hacerse un hueco en alguno de los 14 carros de calaix que desfilaron por las calles de la parroquia y que arrastraban caballos, mulos, borricos o ponis. Subieron en el punto de partida, junto al auditorio. En el primero, la alcaldesa (que no paraba de saludar a los transeúntes) y el presidente del Consell; en otros, parte del equipo de Gobierno de la corporación. A uno de ellos subieron Miguel Tur Rubio, responsable de Economía y Hacienda de Santa Eulària, y Miguel Ángel Costa, concejal de Participación Ciudadana, Agricultura y Pesca de Sant Antoni (y número 10 en las listas) en representación de ese Ayuntamiento. Curiosamente, ambos llevaban el mismo traje de chaqueta de color gris perla, como Costa hizo notar a Tur en cuanto lo vio junto a la iglesia.

Mira aquí el vídeo de las fiestas de Puig d'en Valls

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