Medio Ambiente

Prealerta de sequía en Ibiza: los ayuntamientos prevén ya medidas para evitar cortes de agua en un «duro» verano

La directora general de Recursos Hídricos transmite su "preocupación" a los representantes municipales y avisa de que puede haber "restricciones puntuales" si no se adoptan cuanto antes medidas de contención

Obras de reparación de una fuga de agua en Sant Josep, en una imagen de archivo. | VICENT MARÍ

Obras de reparación de una fuga de agua en Sant Josep, en una imagen de archivo. | VICENT MARÍ / eugenio rodríguez. eivissa

Eugenio Rodríguez Martos

Eugenio Rodríguez Martos

Los ayuntamientos de Ibiza preparan ya medidas, primero de todo la puesta en marcha de campañas de concienciación ciudadana, para tratar de contener la tendencia al alza en el consumo de agua y evitar, con ello, que este verano se puedan producir restricciones en el suministro.

La directora general de Recursos Hídricos del Govern balear, Joana Maria Garau, advierte de que sí puede haber cortes puntuales de agua este verano en la isla. «Es una probabilidad que no descarto este año visto lo que sucedió el año pasado, cuando ya fuimos muy justos. Este año somos más vulnerables porque partimos de esta situación de prealerta por sequía y no hemos recuperado nada en invierno. Puede haber alguna restricción, pero esperamos que sea puntual», explicó ayer Garau tras reunirse con los representantes de los cinco ayuntamientos de la isla para exponerles su «preocupación» por la situación hídrica de la isla e instarles a que, en el ámbito de sus competencias, adopten ya medidas para reducir el consumo.

De hecho, Garau señala que la situación actual guarda muchas similitudes con la de 2015, cuando Ibiza sufrió una sequía (también en 2014 y 2016) que obligó a aplicar un paquete de medidas para contener el consumo, como una reducción del 15% del volumen de extracciones y la suspensión de la tramitación de la concesión de pozos, entre muchas otras.

En abril de 2015, las reservas subterráneas se encontraban en el 44%, pero en el anterior, cuando ya existía «una sequía no diagnosticada», era del 50%, el mismo porcentaje que ahora, en 2023. En 2014 y 2015 se llegaron a reducir las reservas de los acuíferos hasta el 26% y el 20%, respectivamente. Pero el índice de sequía es peor ahora que en 2015. Ahora se sitúa en el 0,45, cuando en abril del año de la sequía estaba cerca del 0,5. Por encima de este valor (0,5) se considera que la situación es estable, por debajo se entra en prealerta y, a partir de 0,3, en alerta, y de 0,15, en emergencia.

Un grupo de niños participan en una fiesta del agua en el parque de la Paz, en una imagen de archivo.

Un grupo de niños participan en una fiesta del agua en el parque de la Paz, en una imagen de archivo. / J. A. RIERA

La directora general de Recursos Hídricos sostiene que la situación «no está bien» porque, aparte de la falta de agua, la tendencia del consumo es al alza. Así, el pasado mes de marzo el suministro de agua se incrementó un 10% con respecto al año anterior y en abril, un 22% más; y, si se compara con 2019, antes de la pandemia, la subida alcanza el 43%. «Es mucho. Parece que nos hemos acostumbrado a esta situación de escasez del recurso. Tengo la sensación de que no se está tomando en serio la situación de la que partimos», recalca Garau, que señala que, en la reunión de ayer, los representantes municipales también reconocieron que han detectado en los últimos meses un aumento de la demanda en sus redes.

Ahora, en abril, las reservas hídricas de la isla se sitúan en el 50% cuando en junio y agosto de 2019 (prepandemia) estaban en el 48% y 45%, respectivamente. «Antes del inicio de la temporada ya nos encontramos en una situación como la del verano de entonces», señala la directora general de Recursos Hídricos, que también destaca otro dato negativo: desde 2017, cuando se produjo la recuperación de los tres años anteriores de sequía, los picos del índice de sequía cada vez son más bajos, aunque en los últimos años «se han estabilizado» a raíz de la aplicación de la política de incrementar en invierno el consumo de agua desalada para reservar los acuíferos de cara a las puntas del verano. «En los últimos años no hemos llegado a la situación de alerta [como sí sucedió en agosto de 2014, 2015 y 2016], pero este año hemos empezado mal».

Este verano se prevé «un incremento de la presión humana» que, además, «se ha adelantado», y continúa habiendo «una falta de infraestructuras municipales de regulación [depósitos de agua] que servirían para aliviar durante unos días los picos de demanda muy elevados». Asimismo, otro factor que «preocupa» a la conselleria balear de Medio Ambiente es que, «al margen de que llegue más gente, con las altas temperaturas se consume mucha más agua». «Se pudo comprobar en el verano de 2016», indica Garau.

Planes contra la sequía

La diferencia con respecto a 2016 es que ahora los ayuntamientos de la isla disponen de un plan de gestión sostenible del agua (algunos aún no están aprobados) que cuentan con un plan de sequía en el cual figuran las medidas que se pueden tomar ante una situación como la actual.

Para empezar, además de la puesta en marcha cuanto antes de campañas de concienciación ciudadana, las administraciones acordaron con el Govern balear que se abordará con el sector náutico la reducción del consumo de agua en la limpieza de barcos porque «no supone un impacto socioeconómico». «Tenemos el agua que tenemos y no podemos inventar más. Se trata de intentar que el recurso dure lo máximo posible y si tenemos que entrar por desgracia en situación de alerta, que sea en octubre y no en junio», subraya Garau.

Medidas en Sant Josep

Ángel Luis Guerrero las duchas de las playas

También destaca que la mayor parte de las medidas que se sugirieron en la reunión de ayer, el Consistorio ya las aplica a través de la ordenanza reguladora del uso del agua. El alcalde señala que Recursos Hídricos transmitió a los ayuntamientos su «inquietud» en que en junio, también en septiembre, se puedan alcanzar cifras de consumo de agosto, y que éste sea aún «más fuerte». Guerrero no lo cree porque, según los datos municipales, el año pasado se registró un incremento del 15% del consumo durante todo el año, salvo en agosto, que no varió. «No se dispara porque no cabe más gente», justifica.

Duchas de playa de Santa Eulària

Mónica Madrid

Precisamente, la directora general de Recursos Hídricos destaca la importancia de estas medidas porque ayudan a que los ciudadanos y turistas «visualicen» la existencia del problema de la falta de agua y contribuyan a contener el consumo.

El concejal de Medio Ambiente de Ibiza, Jordi Salewski, recuerda que, en su municipio, en invierno sólo se consume agua desalada para «reservar los acuíferos». También admite que el consumo ha aumentado porque «la temporada se ha adelantado». «Si seguimos así, de cara al verano, estudiaremos la adopción de medidas de ahorro, especialmente a grandes consumidores», indica, al tiempo que insiste en que en verano en Vila sólo se consume un 5% de agua de pozo. «Nuestro consumo es relativamente poco comparado con otros municipios», resalta.

Este diario trató infructuosamente de recabar la opinión de Sant Antoni y Sant Joan.

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