Jóvenes de Ibiza y urnas: entre la desilusión y la abstención

A poco más de dos semanas de las elecciones del 28 de mayo, muchos no saben a quién votarán o directamente aseguran que no participarán en estos comicios, ya que no se sienten representados por ningún partido

Manuel Cubero y Alba Ángel, que tienen 20 años, todavía no han decidido qué votarán.

Manuel Cubero y Alba Ángel, que tienen 20 años, todavía no han decidido qué votarán. / TONI ESCANDELL.

Toni Escandell Tur

Toni Escandell Tur

Política. Habitualmente la primera participación en unas elecciones se asocia a la ilusión y a las ganas de transformar la realidad a través del derecho a voto, aunque la desafección política es evidente en los jóvenes entrevistados para este reportaje. Algunos no acudirán a las urnas y otros votarán por descarte, ya que ninguna formación les entusiasma.

Mucho se habla en los medios de comunicación y en la calle de que los jóvenes son uno de los sectores más precarizados y con una mayor inestabilidad económica. A menudo se escucha aquella frase de que son, además, la primera generación que vivirá peor que sus padres. Casi nada. No es baladí haber crecido en una época en la que se han ido encadenando crisis económicas y sociales.

María Teresa Cabrera, de 25 años, es abstencionista convencida. | T. ESCANDELL.

Noha Gharbi es camarera y tiene 19 años. No irá a votar. / T. ESCANDELL.

A pesar de ello, esta incertidumbre (¿quién puede independizarse en Ibiza sin enfrentarse a mil trabas?) no siempre se traduce en ansias de participación electoral. Para este reportaje se han realizado entrevistas a pie de calle a jóvenes que, o bien podrían votar este 28 de mayo (se celebran elecciones municipales, insulares y autonómicas) por primera vez, o bien lo pudieron hacer en otras ocasiones, pero finalmente no acudieron a las urnas. Aunque se trata de una muestra reducida, se ha intentado recoger la voz de diferentes perfiles.

Noha Gharbi es camarera y tiene 19 años. No irá a votar. | T. ESCANDELL.

María Teresa Cabrera, de 25 años, es abstencionista convencida. / T. ESCANDELL.

A todos los entrevistados les une que, o bien votarán por descarte, es decir, sin estar ilusionados por apoyar a un proyecto político concreto, o bien directamente no acudirán a su colegio electoral. Y no necesariamente porque no se definan ideológicamente (en un sentido u otro).

En un banco de Vila charlan entre ellos Manuel Cubero y Alba Ángel, dos jóvenes de 20 años. Ambos quieren ir a votar el 28M, pero no saben por qué opción decantarse: «Estamos dudando. Yo a veces miro un poco las propuestas que hacen y cómo está todo, pero no es algo sobre lo que me esté informando constantemente», explica Cubero. Ella tampoco sabe qué hará y se muestra tajante: «No me gusta ningún partido. Los políticos dicen una cosa y que luego se cumpla, ya ...». Así que, en este caso, la primera vez tocará votar la opción que menos les desagrade.

Estos jóvenes, nacidos en 2002, comentan que lo más habitual es que sepan de los asuntos políticos candentes y de los candidatos a través de las redes sociales, tan denostadas por algunos por ser, supuestamente, algo exclusivo de asuntos banales. «He visto algún TikTok y vídeo sobre los candidatos, sobre lo que proponen y lo que está ocurriendo ahora mismo, pero lo justo», añade Cubero, quien afirma que en su entorno más próximo no suele hablarse de política. De hecho, tanto él como Alba Ángel creen que hay personas de su círculo que directamente no votarán. Preguntados por el motivo de tal desinterés hacia la política por parte de los jóvenes, Cubero lo achaca a la crispación: «Creo que es por los conflictos que causa. Hay muchas ideologías y, al fin y al cabo, la gente prefiere alejarse de aquello que puede llegar a ser un problema entre amigos o entre gente conocida».

En el caso de estos dos estudiantes, tampoco se habla de política en casa. Ella estudia Peluquería en Escuela Nova (y trabaja de ello) y él, un módulo de Gastronomía en el instituto Isidor Macabich. Son, respectivamente, de los municipios de Santa Eulària y Sant Josep, aunque reconocen que siguen algo más la política nacional que la local, a pesar de que este mes se decidirán los nuevos equipos de gobierno municipales e insulares. Este 28M también son las autonómicas: «Ahí sí que estoy perdidísimo», reconoce Cubero. Ninguno de ellos se siente identificado con la derecha o con la izquierda y opinan que se pueden ‘comprar’ aspectos de ambos espacios.

«No me creo el sistema»

María Teresa Cabrera (1998), que trabaja de dependienta en una tienda del centro, ya ha podido votar en otras ocasiones, pero nunca lo ha hecho. Es abstencionista convencida: «Ni me convencen los partidos ni me convence el sistema de votación. No me creo el sistema electoral». Asegura que las elecciones generales son las últimas a las que iría a votar: «En esas me abstengo más todavía. Igual voto antes en las de aquí, pero en las generales ni soñarlo». Cuenta que esto le supone algún tirón de orejas por parte de amigos, que sí que votan y que la animan a ella a hacerlo. Pero no hay manera.

Esto no significa que no tenga sus propias ideas, pues esta joven de 25 años se sitúa en la derecha y señala que sus valores son «plenamente cristianos». «El día que me identifique realmente con algún partido, votaré, pero no es el caso», concluye.

Los jóvenes, ¿olvidados?

Otra joven que no tiene intención de ir a votar es Noha Gharbi (2003), de 19 años. Lamenta que desde el ámbito de la política institucional no se tienen en cuenta las demandas y necesidades de las nuevas generaciones: «Se centran más en gente más mayor. A nosotros nos tienen simplemente como a unos niñatos. Menos habladuría vacía y más hablar claro. Y se prometen muchas cosas que luego...».

En este sentido, habla de los puestos de trabajo que se ofrecen en la isla: «Ahora mismo hay muchos jóvenes que no trabajan por los salarios tan bajos que hay, porque ya hay muchos sitios en los que puedes ganar mucho durante el verano». También lamenta que en muchos casos los horarios son «malos» («partidos y hasta muy tarde») y que esto dificulta que aquellos que quieren estudiar y trabajar a la vez no puedan hacerlo: «En esos casos la gente continúa sólo estudiando y dependiendo económicamente de sus padres», critica Gharbi. Ella trabaja de marzo a octubre como camarera en un hotel de Platja d’en Bossa y ya se ha independizado. Vive de alquiler (450 al mes más gastos) en casa de una familia y su sueldo de temporada le permite vivir todo el año (de hecho, come y cena en el hotel): «No somos como la gente de antes que se conformaba con muy poco con tal de tener un trabajo durante toda la vida. Preferimos esperar para encontrar un trabajo con un sueldo decente». Gharbi tampoco quiere encasillarse en izquierda o derecha.

Los encuestados siguen poco la actualidad política nacional y nada la política local o la balear

Quien también podría participar por primera vez en unos comicios es O.M., de 22 años, quien prefiere no dar su nombre. Pero también dará plantón a las urnas: «No me interesa la política». Sin embargo, se refiere, en todo caso, a lo estrictamente institucional, ya que sí que habla de aquellos asuntos que le preocupan: «Los temas que ahora preocupan son, por supuesto, la vivienda, y la economía. Están enfocando todo a los turistas y de la gente de aquí se olvidan. De hecho, mucha gente se está yendo de la isla». Asimismo, recuerda que hay quien sí se lucra económicamente de este modelo.

¿Alejados de los problemas?

Esta joven, que estudia una FP de Peluquería y ya ha tenido alguna experiencia laboral en este ámbito, no cree que la política trate aquellos asuntos realmente relevantes para el día a día de la ciudadanía: «Creo que lo único que hacen es discutir de cosas que no son realmente importantes», entre las que también incluye salud, educación o vivienda.

Preguntada por el comportamiento electoral de su círculo, esta estudiante señala: «Aparte de mis padres, no conozco a nadie que vaya a ir a votar. No sólo jóvenes, sino gente mayor y menor que yo». En todo caso, O.M. apunta que se situaría en la izquierda, como en el caso de parte de su entorno: «Creo que la gente con la que yo me junto también es más de izquierdas que de derechas. En mi casa uno es de derechas y otro de izquierdas».

Adivine el candidato

Tanto a ella como a Noha Gharbi, que son del municipio de Ibiza, se le muestran fotografías de los diferentes candidatos al Ayuntamiento y al Consell Insular, pero no consiguen reconocer a ninguno. De hecho, todos los entrevistados para este reportaje reconocen que no siguen la política local y que, en general, no conocen a los candidatos.

Finalmente, Suzielle Ferreira, de 37 años, es brasileña y vive en Ibiza desde hace siete años. Esta es la primera vez que votará en España, aunque todavía no sabe a qué partido: «No sé nada de política, pero igual voy por cumplir». Y es que reconoce que la política no es algo que le entusiasme: «Es que yo vengo de un país tan corrupto que... Allí voté varias veces, pero ningún partido me llegó a ilusionar. Con la política hay desilusión. En Brasil sí que no volvería a votar». Ferreira, que también es dependienta, destaca que la política debería tener como prioridades la salud, la vivienda o la educación. Y es que no hace mucho se apuntó en la escuela de adultos de Ibiza para terminar la ESO y señala que el gasto por los libros era muy elevado.

En palabras de María Teresa Cabrera, hay que garantizar «que lo público sea público de verdad».

«El día que me identifique con algún partido, votaré»

MARÍA TERESA CABRERA

Dependienta

«En Brasil voté varias veces, pero ningún partido llegó a ilusionarme»

SUZIELLE FERREIRA

Dependienta

« Menos habladuría y más hablar claro en política»

NOHA GHARBI

Camarera en un hotel

«A mí no me gusta ningún partido»

ALBA ÁNGEL

Estudiante y peluquera 

«La gente prefiere alejarse de aquello que pueda ser un problema entre amigos»

MANUEL CUBERO

Estudiante de gastronomía

«Enfocan todo a los turistas y de la gente de aquí se olvidan»

O.M.

Estudiante de peluquería

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